El monte Mian (绵山, Mian Shan), una de las joyas de la provincia de Shanxi, menos turístico, pero fundamental por la herencia cultural que conlleva, está situado a 137 km al sur de Taiyuan.
Aquí nació el Festival de Qing Ming (清明节, Qing Ming Jie).
Mian Shan
Mian Shan se encuentra en la provincia de Shanxi, más concretamente en la ciudad de Jiexiu (介休), cuna de la llamada «fiesta de los muertos» (aunque en realidad es mucho más), y sus picos alcanzan los 2.566 metros.
Cómo llegar a Mian Shan
Al estar la ciudad de Jiexiu unida por la línea ferroviaria, llegar al monte Mian es simple. La ciudad cuenta con dos estaciones, la de Jiexiu, y la de Jiexiu este (para líneas de alta velocidad).
Desde Beijing, un billete en segunda clase de tren rápido desde la estación oeste de Beijing cuesta en torno a 200 Yuan y tarda unas 4 horas, mientras que saliendo de Taiyuan el precio es de unos 35 Yuan y se tarda menos de una hora.
Cuando llegues a Jiexiu, deberás dirigirte a las montañas. Si llegas a la estación de Jiexiu este, podrás seguir en autobús o taxi.
Toma el único autobús que pasa desde la estación (3 Yuan) y baja en la terminal donde encontrarás la estación de autobuses, donde el número 15 (5 Yuan) que sale cada hora te llevará a Mian Shan.
Para volver de Mian Shan a Jiexiu, el último autobús directo al centro de la ciudad sale a las 17:00, pero si subes a ese, no te dará tiempo de hacer transbordo en la estación de autobuses.
Si decides optar por la opción del taxi, te costará unos 100 Yuan si el taxímetro está activo.
Precio de entrada
La entrada a Mian Shan cuesta 110 Yuan (pero se reduce a la mitad si tienes carnet de estudiante), más 60 Yuan del billete de autobús que te llevará a los sitios principales. La fianza de 10 Yuan del pase de autobús se te devolverá al entregarlo. Si quieres armarte con un mapa en taquilla, te costará otros 5 Yuan.
Qué ver en Mian Shan
El monte Mian, también llamado Monte Jie (más adelante en este artículo encontrarás la historia del personaje a quien está dedicado), cuenta con paisaje natural y verde.
Podrás pasar un día alejado del bullicio de la ciudad (evita ir durante las fiestas nacionales, y aléjate de las atracciones principales donde hay más gente).
Cuando llegues es probable que veas densas nubes de color blanco grisáceo, dada la altura de la montaña. Las vistas son un verdadero espectáculo.
Como en las principales atracciones turísticas, habrá puestos donde tratarán de venderte objetos de la más variada naturaleza, o incluso hombres dispuestos a llevarte en una silla con capacidad para dos personas.
Muchas atracciones naturales se han «modificado» de manera que, por ejemplo, el agua de una cascada sale por la enorme boca de un dragón de piedra.
Dependiendo de la estación que elijas para ir, el escenario será diferente. Otoño (con las hojas rojas de ciertos árboles) y primavera (con árboles en flor) son las más recomendadas.
Lugares de interés
El monte Mian te dará la bienvenida con una enorme estatua del ministro Jie. El autobús que tomarás en la entrada realiza siete paradas, cada una de los cuales corresponde a un lugar de interés.
Si no tienes tiempo para visitarlos todos, elige según tus intereses personales. Toma el autobús, baja en la última parada, y vuelve despacio, parando en los distintos puntos de interés turístico. Te aconsejo visitar los siguientes:
Water curtain cave
Baja en la parada 水涛沟 (Shuitaogou) y sigue las indicaciones para llegar a 水帘洞 (Shuiliandong), la gruta con cortina de agua. El nombre, como siempre, no es casual.
Tras recorrer un paseo bordeado por un río con cascadas, llegará a la principal, cuyo nombre es «La gran cascada de los cinco dragones.» Admírala desde abajo y continúa.
Hay alrededor de una hora a pie desde la parada de autobús a la cueva. Sigue siempre el río y llegarás a una cascada donde el agua parece deslizarse por la pared rocosa.
Si no fuera por el hombre que tenía delante no me habría dado cuenta de que la cortina de agua es, en realidad, un pasadizo secreto (el alquiler de zapatillas y chubasqueros debió hacerme sospechar).
Al atravesar la cascada por ese lado te mojarás bastante, aunque en ese punto hay bastante menos agua. Detrás de la cascada hay un pequeño templo en la roca, con un par de estatuas de Buda.
Para volver al autobús, recorre el mismo camino de la ida. Desde aquí puedes optar por tomar el teleférico (El viaje de ida y vuelta cuesta unos 80 Yuan por persona), que te llevará a la 公墓介 (Jiegongmu), una tumba en homenaje a la magnífica vida del gran héroe Jie.
Zigzag plank road
Al bajar en la parada de autobús 云峰寺 (Yunfengsi), verás una larga escalera a lo largo de la ladera de la montaña. Comienza la caminata cuesta arriba, no te asustes y sube.
Bajo el sol abrasador de verano, los escalones parecen no tener fin, pero una vez llegues a la cima, el espectáculo es notable.
Como su nombre indica (云 «nube» 峰 «cima», y 寺 «templo»), te encontrarás entre las nubes admirando el paisaje de las montañas abajo, impresionante si sufres de vértigo, pues las protecciones a los lados son muy bajas en algunos puntos.
Déjate cautivar por una China silenciosa, donde no llega el ruido ni los mercados ambulantes. No muchos se aventuran hasta allí y las vistas son impresionantes. Puedes sentarte en una de las pequeñas glorietas y disfrutar de la poesía de este lugar.
El festival de Qing Ming
Aunque el término 清明 (Qing Ming) se traduce literalmente por “claro y luminoso”, y la traducción más común es solo “Festival de la luz pura”, la traducción más empleada en inglés es “Tomb-sweeping Day”, o día en que se limpian las tumbas donde reposan los seres queridos, barriéndolas.
El festival de la luz pura, siguiendo el calendario lunar, cae a principios de abril.
El comienzo de su celebración se data en torno al siglo VIII, pero esta tradición se remonta a una época mucho más temprana, teniendo sus orígenes en el festival Hanshi (sigue leyendo para más información). Ambos festivales están vinculados a la leyenda que cuenta la historia de Jiexiu.
La leyenda
Según la leyenda el príncipe Chong’er, tras la muerte de su padre, tuvo que esconderse para escapar de su madrastra que lo quería muerto para que su propio hijo se hiciera con el poder.
El príncipe se escapó, permaneciendo en el exilio durante muchos años, y sobrevivió con la ayuda de algunos de sus ministros, entre ellos uno en particular que destacó por su lealtad llamado Jie Zitui.
En un momento de escasez de alimentos, el príncipe Chong’er habría muerto de hambre de no ser por la ayuda que Jie que, para salvarlo, cortó carne de su propia pierna y la cocina para el príncipe.
En el 636 a.C., el príncipe pudo recuperar el trono que le correspondía y se recompensó a los que habían demostrado lealtad, olvidando al más leal entre ellos: Jie.
Sin poder encontrar la paz tras el descuido, decidió buscar al ministro, y descubrió que vivía en el monte Mian con su madre.
A pesar de la extensa búsqueda, todo fue en vano: no había ni rastro de Jie. Siguiendo el consejo de otro ministro, Chong’er decidió prender fuego a la montaña para obligar al ministro a salir, pudiendo reunirse de nuevo y recompensarlo.
Pero aquel acto imprudente no dio el resultado esperado, pues Jie seguía sin aparecer. Tras extinguirse el fuego, se encontraron los restos de dos cuerpos carbonizados en la montaña, sumiendo al príncipe Chong’er en la desesperación y arrepentimiento por lo que acababa de hacer: eran Jie y su madre.
El monte Mian, donde se encontraron sus restos, también recibe el nombre de Monte Jie, en honor al ministro. Para conmemorar su recuerdo, el príncipe prohibió en los años sucesivos encender fuego ese mismo día, lo que daría lugar al festival Hanshi o festival de la comida fría.
Festival Hanshi
Con más de 2.500 años de historia, el Festival de Hanshi (precursor del Festival de Qing Ming), es el festival más antiguo y tiene sus raíces en la misma tierra en la que se encuentra el Monte Mian. Dura tres días y el primero es el día antes del Qing Ming Jie.
Las tradiciones
Entre las tradiciones asociadas al festival de la luz pura, destaca no solo tomar alimentos fríos, sino muchos otros rituales relacionados.
La actividad principal es la limpieza de las tumbas: Se acude a las tumbas de los seres queridos, se arranca la cizaña y se barre, encendiendo varillas de incienso. Además de las oraciones en honor a los muertos, también se ofrecen alimentos como ofrenda u otros objetos útiles para la vida en el más allá.
Estas ofrendas son a menudo tarjetas de papel que representan objetos y que se queman para que lleguen al mundo de los muertos. Estos trozos de papel suelen representar dinero, pero también casas, ropa o, más recientemente… ¡smartphone o coches de lujo!
¡A cada festival chino se asocia un plato! Entre las comidas frías del Qing Ming Jie, tenemos los Zitui (si el nombre te suena, no es de extrañar, pues es como se llama el héroe de la historia), pasteles cocidos al vapor que se toman fríos, y las Qingtuan, bolas verdes dulces de arroz glutinoso.
Tomar huevos pasados por agua es otra superstición que promete buena salud para el próximo año.
En cada parte de China las tradiciones culinarias para esta celebración son diferentes, pero esto es lo que se come en Shanxi, la sede del festival. En la parte sur de Shanxi se toma pan cocido al vapor con forma de dragón y relleno de nueces, dátiles y judías con un huevo en el centro, símbolo de la reunión familiar y de la felicidad de comer juntos.
Photo Credits: Shanxi.Mian shan.2 by Antoine 49