El Museo de Ordos
Feliz de tener siete días libres por la Guoqingjie (la fiesta de la República), decido organizar mi viaje junto a una amiga: Voy a la taquilla y pido a la empleada que me reserve dos billetes a cualquier destino de la Mongolia Interior que valga la pena visitar. Tomo mis billetes rosas aún calientes del sello y leo 鄂尔多斯 (Ordos).
Corro a casa y me pongo a investigar. Esto es lo que descubro:
Ordos es una ciudad de Mongolia interior, rodeada de desierto. El número de habitantes es incierto, pues las fuentes dan cifras diferentes. Según un censo de 2010, la población es de unos 1.940.653 habitantes (fuente).
Pero la información más generalizada asociada a este lugar es el término de «ciudad fantasma». Curiosa y asustada al mismo tiempo, pronto descubro a qué hace referencia: Ordos es una ciudad «desierta» si la comparamos con las grandes ciudades chinas. Grandes proyectos han acompañado a la construcción de esta ciudad que, de hecho, se caracteriza por sus grandes edificios modernos que están, en su mayor parte, vacíos. Sin embargo, Ordos se define a menudo como la «Dubái china».
Cómo llegar a Ordos
Se puede llegar a Ordos en tren o en avión. Aunque sus habitantes no parecen estar al corriente de ello, hay dos estaciones de trenes en Ordos: 东胜西站 (Dongsheng West Station), y la más nueva (y desierta) 鄂尔多斯站 (Ordos Station). El aeropuerto de Ordos, por su parte, se encuentra al sur de la ciudad, en el distrito de Dongsheng.
Primeras impresiones de la ciudad
Al llegar a Ordos la primera impresión que da es la de no estar en China. Al menos no en la China ruidosa y llena de gente de las grandes ciudades. Cuando salimos de la estación, pedimos información para llegar a una buena zona donde buscar un hotel para pasar la noche, y así subimos a un autobús que nos lleva a la estación de autobuses de largo recorrido (长途汽车站), donde bajamos y comenzamos a buscar un hotel. La ubicación, como descubriremos más adelante, es estratégica para los desplazamientos.
Desprovistas de cualquier tipo de lógica u orientación, empezamos a vagar por la ciudad con las mochilas a la espalda en busca de un lugar donde dejarlas. Lo primero que notamos es la limpieza. No habrá mucha gente por la calle, pero está claro que no faltan empleados de la limpieza.
Barren las hojas y recogen los pocos residuos que se encuentran a su paso, sin perder la oportunidad de hablar con dos waiguoren o extranjeras al percatarse de nuestra presencia (y tengo la impresión de que es algo bastante raro, pues no hemos visto a ningún otro extranjero durante nuestra estancia).
No sólo las calles están limpias, sino ordenadas. El sonido del claxon es un ruido raro en esta tierra extraña, donde los coches se detienen en los pasos de peatones y las scooters eléctricas, triciclos, carros y bicicletas no son tan comunes.
No sólo mirar hacia abajo da gusto. Al alzar la vista vemos que el cielo es de un azul intenso, salpicado por algunas nubes blancas. Es hora de disfrutar de un poco de aire fresco y respirar a pleno pulmón.
Dónde alojarse
A pesar de que viajar y encontrar alojamiento no es fácil al ser la fiesta nacional china, decidimos no reservar, confiando en que la ciudad estaría vacía. La realidad no defrauda nuestras expectativas, aunque encontrar un hotel no resulta sencillo.
Entramos en diferentes edificios y el resultado es siempre el mismo: no nos admiten porque somos extranjeras. Algunos lo dicen abiertamente y otros lo dan a entender o dan excusas no muy convincentes. Sin embargo, en un par de edificios internacionales donde los extranjeros son bienvenidos, hay alojamiento disponible pagando una cantidad de entre 700 y 1.000 Yuan por noche.
Decidimos continuar buscando un alojamiento «chino», acompañadas de un adorable hombrecillo que, al vernos cabizbajas, nos ayuda en la búsqueda. Agotadas por el peso de las mochilas y el continuo caminar, llegamos finalmente a un hotel donde nadie nos pregunta nada.
Nos limitamos a dar nuestros pasaportes y recibimos una amplia habitación con dos camas dobles (sólo para dos personas), y un cuarto de baño dentro de la habitación con el picaporte roto. En general, la habitación está limpia, es funcional y cuenta con wifi. Y todo por la módica suma de 88 Yuan por noche.
A continuación, la información de contacto de nuestro hotel:
华丽宾馆连锁 – Huali Hotel (cadena)
Dirección: 东胜区天娇北路摩力圣汇俱乐部斜对面金都大厦旁 – Distrito Dongsheng, Tianjiao North road, diagonalmente opuesto a Moli Shenghui club, junto al Gold club
Teléfono: 0477-8547926; 15548199988
También se pueden encontrar hoteles en Ordos a través de Booking o Agoda (los hoteles que sólo aceptan ciudadanos chinos vienen indicados), recordando siempre especificar que eres ciudadano extranjero a fin de evitar sorpresas desagradables al llegar.
Clica aquí para encontrar toda la información necesaria para reservar hotel en China.
Atracciones principales
Los principales puntos de interés para visitar en Ordos son el desierto, la pradera, el Mausoleo de Genghis Khan, y el Museo de Ordos.
Yinken Resonant Sand Bay (银肯响沙湾)
Resonant Sand Bay es un resort construido en el desierto, un área recreativa y de ocio diseñada para adultos y niños. Una vez allí, además de disfrutar del espectacular paisaje del desierto, también es posible participar en diversas atracciones turísticas: montar a caballo o camello, deslizarse por las dunas, pasear en jeep o quad, practicar tiro con arco o nadar en la piscina.
También puedes pasar la noche en una yurta (tienda tradicional de Mongolia), y disfrutar de un magnífico cielo estrellado, de actuaciones de cante y baile, ver una ceremonia de boda típica de Mongolia y degustar productos locales.
Se dice que en los días más secos se pueden oír sonidos armónicos producidos por las dunas de arena. Hay varias leyendas relacionadas con estos sonidos. La más popular habla de un templo de lamas sumergido en una tormenta de arena. Se cree que las melodías escuchadas en este desierto son los cantos eternos de las almas de los lamas. Según un habitante de la zona, ya no se escuchan estos maravillosos sonidos desde hace un tiempo, coincidiendo con la construcción de edificios en los alrededores
Cómo llegar: En la parada de la estación de autobuses de larga distancia (长途汽车站), a la que se accede en el autobús número 23 desde la estación de Dongsheng West, se encuentra la estación de autobuses que van por la autopista. A continuación, comprar un billete a XiangShaWan (响沙湾) y baja en 达旗. Desde aquí, continua a pie o en taxi durante 3 km hasta llegar al destino. La duración del desplazamiento es de aproximadamente 2 horas.
Pradera
Para dar a la vista un descanso de los enormes bloques y edificios de Ordos, se puede ir a la pradera, donde todo lo que hay es hierba, tiendas mongolas y animales.
También aquí encontrarás muchas atracciones y diversión especialmente diseñados para los turistas, como dormir en tiendas, disfrutar de cante y baile, degustar manjares locales, dar un paseo a caballo o practicar tiro con arco. Es importante elegir un buen momento para visitar la pradera, para así verla en todo su esplendor.
Cómo llegar: Desde la misma estación de autobuses que van por la autopista, compra un billete a Hangjinqi (杭锦旗). Una vez llegado a tu destino, continúa en taxi 9 km hasta la pradera. La duración total del trayecto es de unas tres horas.
Mausoleo de Genghis Khan
Parece ser que Genghis Khan encontró tan bellas las tierras de Ordos, que decidió ser enterrado aquí tras de su muerte. Aunque no se sabe con seguridad si sus restos fueron enterrados aquí, el mausoleo sigue siendo un lugar sagrado y de gran valor simbólico para el pueblo mongol.
En el interior de los tres pabellones en forma de yurta se pueden encontrar pinturas sobre la vida del gran conquistador, así como objetos de uso cotidiano y los supuestos sarcófagos de su mujer y de otros miembros de la familia.
Cómo llegar: en la estación de autobuses pide un billete al Mausoleo de Genghis Khan(成吉思汗陵 – Chengjisihan Ling).
Museo de Ordos y distrito Kangbashi
El museo de Ordos se erige en la zona nueva de Kangbashi que alberga también, entre otros edificios, el centro de arte y cultura y la biblioteca.
El distrito Kangbashi es el centro político, cultural y financiero de la ciudad. Caminando por las calles de este barrio se respira la gloria de esta zona que pudo ser y no fue.
Hay multitud de avenidas, centros comerciales, grandes casas, bancos e instituciones culturales esperando acoger a una multitud que aún no ha llegado a su destino. Las calles están desiertas y los edificios vacíos.
Kangbashi es el símbolo de la ciudad desierta: al llegar la noche, es raro ver luces iluminando el interior de los edificios. Sin embargo, el proceso de construcción no se detiene, y la ciudad sigue estando en obras, preparándose para su próspero destino, aunque no se sepa cuándo (o si) llegará.
El museo de Ordos es un edificio de forma circular, cubierto de placas de aluminio que se extiende en una superficie de 41.000 metros cuadrados, con una altura de seis plantas. Este museo recoge la historia, el arte y la cultura no sólo de la ciudad de Ordos, sino de todo el pueblo de Mongolia. Encontrarás artículos de uso diario, reproducciones de escenas de la vida doméstica e información útil sobre esta civilización.
Cómo llegar: toma el autobús número 1, 21 o 22 y baja en la parada 文化艺术中心.
Antes de abandonar la ciudad
Antes de ir a la estación para abandonar esta tierra llena de contradicciones, decidimos dedicar algo de tiempo a pasear tranquilamente por las calles circundantes a nuestro hotel y degustar o comprar algunos productos típicos. Lo que aparece ante nuestros ojos es, de nuevo, bloques y calles vacíos. ¡Pasemos a la comida!
Los productos típicos de esta región son los lácteos y la carne. Las carnes preferidas por la población de Mongolia son el cordero y la carne de vacuno, que se vende tanto fresca como conservada al vacío, siendo comestible meses después de su adquisición. Pero la verdadera revelación culinaria son los productos lácteos, tan difíciles de encontrar en China.
Tras investigar un poco, encontramos una tiendecita que vende productos lácteos, donde se puede comprar yogur, leche y quesos frescos. Al entrar en la tienda nuestros ojos se iluminan y el momento es capturado por una serie de paparazzi de unos diez años surgidos de no se sabe dónde.
Continuamos con las degustaciones, probando quesos dulces y salados, pan de leche, mantequilla fresca y otros productos. Son inevitables las botellas de imitación de cuero que contienen naijiu, un licor chino a base de leche (en mi opinión, una versión aún peor del baijiu).
Salimos de la tienda con una bolsa llena de comida mientras el dueño nos mira aún con brillo en los ojos, listas ya para abandonar Ordos.
Photo Credits: Inner Mongolia by Robert James Hughes
Hola Giorgia, Me llama enormemente la curiosidad como será vivir en este Pais , soy Venezolano me gustaría conseguir información Gracias
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