El Templo Kinkaku-ji en Kyoto en un día soleado – Foto de Matteo Bosi
Japón, llamado por algunos la “Suiza de Asia” de forma tan acertada como simplista, es uno de los países más interesantes de toda Asia, tanto por su historia como por su atmósfera, llena de contrastes y fuertes contradicciones.
No exagero al afirmar que, al menos una vez en la vida, todo el mundo debería programar un viaje de no menos de 15 días para experimentar su cultura diversa y fascinante. No ha de considerarse un viaje menor, tanto por la distancia, las diferencias culturales, la rigidez de las reglas y ese extraño distanciamiento tímido y reverente, que a un occidental puede parecerle una mezcla de excesiva frialdad y cortesía. Es, en resumidas cuentas, un país asiático por entender y descubrir.
Esta guía contiene información esencial para viajar al país del sol naciente y te servirá para aclarar tus ideas, tanto si te sientes indeciso o asustado ante esta aventura como si estás entusiasmado y no ves la hora de marchar.
A continuación, encontrarás el índice de los temas que trataremos; clica en la sección que más te interese:
Geografía (solo un poco para aclarar conceptos)
Al hablar de Japón, nos referimos a un archipiélago con más de 6.000 islas muy diferentes entre sí, cada una con su propias características sociales, clima y paisaje. Las más grandes son cuatro: Honshu, Hokkaido, Kyushu y Shikoku.
Honshu es la isla más famosa, pues alberga la capital Tokyo y otros destinos turísticos: Kyoto, Yokohama, Osaka y Hiroshima, entre otros. Es una isla bastante grande, por lo que la diferencia climática es muy pronunciada, sobre todo en invierno y en verano.
La zona más fría es, sin duda, la isla de Hokkaido más al norte, en cuya capital Sapporo se han celebrado en el pasado los Juegos Olímpicos de invierno y donde se celebrarán en 2017 los Juegos Asiáticos de Invierno. Hokkaido es también la isla más indómita de las cuatro.
Kyushu es la isla de Fukuoka, la prefectura más famosa, considerada la cuna de la cultura japonesa. Por último, Shikoku es la más pequeña y se encuentra muy cerca de las dos islas anteriores, tanto que, al observar un mapa de Japón, no se distingue. Las principales islas están conectadas entre sí por túnel.
Al sur de Kyushu se encuentra el archipiélago de las Ryukyu al que pertenece Okinawa y cuya parte extrema está más próxima a Taiwan que a Tokyo. Hay infinidad de islas e islotes no tan frecuentados por el turismo.
Ten en cuenta que Japón es un país de fuerte actividad sísmica. Por esa razón, los edificios están bien diseñados y son muy seguros, aunque hay mayor exposición a situaciones de riesgo. Si tienes miedo y con la más mínima sacudida corres el riesgo de sufrir un ataque al corazón, debes sopesar la experiencia.
De todas formas, Japón ofrece un servicio actualizado de noticias sobre las condiciones climáticas relativas a los terremotos, con instrucciones sobre cómo actuar.
Visita la web de la Agencia meteorológica de Japón; hay una aplicación para smartphone pensada para turistas que divulga información en caso de emergencia. Consulta la sección “Direcciones útiles” más adelante.
El Templo To-ji, Kyoto – Foto de Rita Andreetti
Cuándo ir a Japón
Tras la clase de geografía, te habrás dado cuenta de que no es tan sencillo determinar cuál es el mejor momento para ir a Japón: el clima varía mucho en toda su extensión, pasando de frío gélido a climas tropicales. Si es la primera vez que vas, seguirás seguramente una ruta muy similar a la indicada en la sección «destinos clásicos» de este artículo, por lo que estarás principalmente en la isla de Honshu.
Tokyo y Kyoto no presentan grandes diferencias climáticas y el mejor momento para ir es en primavera u otoño, aunque no es raro que llueva. El verano es húmedo y la mayoría de las islas registran lluvias, aunque puede haber tifones en septiembre.
La zona de Okinawa es propensa a los aguaceros entre mayo y agosto. Sin embargo, incluso en situaciones meteorológicas adversas, hay tan buenos servicios y organización que, con un mínimo de preparación, se puede disfrutar plenamente de Japón. Si tus vacaciones no incluyen playa, no descartes el invierno para realizar tu viaje: hay menos gente y el clima es más seco.
Sin embargo, lo que sí hay que tener en cuenta son las fiestas locales pues el calendario japonés funciona por “concentraciones”: hay dos semanas que son temporada alta, sobre todo la Golden Week.
Si no estás obligado a ello, evita ir en esa fecha, pues todo el mundo busca sitio para pasar las vacaciones. La Golden Week cae de lleno en la época de floración de los cerezos (hanami): de abril a mayo en por lo general, aunque depende de la zona. La Golden week está a caballo entre ambos meses.
Las zonas más famosas para presenciar el florecimiento son la capital y Kyoto con el Camino del Filósofo. Osaka también cuenta con varios lugares interesantes, aunque por lo general, los parques ofrecen las mejores estampas de cerezos en flor.
Cada cuatro años, hay una Silver Week en septiembre, con gran afluencia de personas en las localidades turísticas. Mientras que en primavera observan los cerezos, los japoneses se enamoran en otoño de las hojas de los árboles que cambian de color. Cada estación tiene su propio encanto natural.
Ishigaki, Prefectura de Okinawa, Isla Ryukyu al principio de la estación lluviosa- Foto de Matteo Bosi
Cómo obtener el visado
Un europeo o americano que viaje a Japón no ha de preocuparse mucho por el visado. Basta con tener un pasaporte en buen estado y en curso de validez (al menos durante los seis meses siguientes).
El visado se expide a la llegada y tiene una duración de 90 días. Sin embargo, si tienes intención de quedarte más de tres meses o desarrollar una actividad laboral, debes solicitar el visado con antelación presentando pasaporte, formulario de solicitud, una foto de carnet y el certificado de elegibilidad. Para una lista completa de los países que no necesitan visado puedes hacer clic aquí.
Seguro de viaje y asistencia sanitaria
La sanidad japonesa se organiza de forma distinta a la que conocemos. En todas partes hay hospitales, pero sobre todo pequeñas clínicas donde poder acceder a una asistencia adecuada.
Mi consejo es contratar una póliza para cubrir los costes sanitarios que son a veces prohibitivos; no es obligatorio como en Estados Unidos, pero resulta fundamental si tienes la mala suerte de tener que asumir gastos hospitalarios.
El servicio sanitario es eficiente y no hay problemas de disponibilidad como en otras partes de Asia, y mucho menos de higiene.
Si estás interesado en contratar un seguro pero no sabes por dónde empezar, consulta este enlace para obtener más información.
El Templo Kiyomizu Dera, Kyoto – Foto de Mirco Ruggeri
Sitios útiles
Safety Tips
Se llama «Safety Tips» y sirve para mantenerse actualizado de alertas metereológicas graves: es una app pensada para los turistas que visitan Japón. Se descarga aquí si tienes un iPhone o de Google Play si tienes un móvil Android.
La Agencia de turismo japonesa
La Agencia de Turismo japonesa difunde información muy útil para los turistas como alertas meteorológicas, promociones vigentes, avisos durante temporada alta, servicios disponibles, exención de impuestos, información sobre destinos, etc.
Japan National Tourism Organization
La Japan National Tourism Organization ha publicado en Internet una guía de gran utilidad por ciudad (están incluso las más pequeñas) y por tema: está en inglés, pero es un recurso interesante para el viajero. Se encuentra en este enlace. Además, su web es la fuente más fiable de información en cuanto a precios, transportes y descuentos.
El Japan Rail Pass
El Japan Rail Pass es un billete para desplazarse usando los trenes y, en algunas zonas, también el autobús y comprende las principales islas. El JR Pass incluye los trenes JR, el Tokyo Monorail desde el aeropuerto de Haneda, el trayecto en JR Ferry a Miyajima y los autobuses JR.
Es un sistema muy práctico si piensas desplazarte con frecuencia, pero tendrás que pensarte su compra si vas a hacer poco uso del tren, piensas usar la bicicleta, el autobús o el metro (para el cual te hará falta otro pase diferente) o permanecer en la ciudad mucho tiempo.
En definitiva, se adapta a viajeros con vacaciones condensadas. Tiene una duración de 7, 14 y 21 días y se activa con el primer uso. Cada zona tiene «su» Pass, así que visita el sitio web y busca información específica de la zona que te interese. No reserves primera clase, te sentirás como en un hotel de 5 estrellas viajando en segunda.
El Grutto Pass
El Grutto Pass permite acceso con descuento a los museos: está a la venta en la mayor parte de los museos participantes y en la Oficina de turismo de Tokyo a un precio de 2.000 yen. Tiene una validez de dos meses tras su primer uso.
Para disfrutar de descuentos adicionales, puedes hacerte con la «Welcome Card» de la zona que vayas a visitar. Por ejemplo, en Tokyo, presentando el mapa distribuido por la oficina de turismo, tienes derecho a descuentos en los puntos enumerados en el propio mapa.
Por último, las compañías aéreas ANA y JAL ofrecen billetes para vuelos nacionales a precios particularmente bajos. La condición es ser turista y haber llegado a Japón en vuelo internacional. La compra se hace por anticipado. Japan Airlines (JAL) ofrece dos tarifas con descuento Visit Japan Fare y Welcome to Japan Fare (consulta los precios y modalidades en la web).
ANA ofrece dos propuestas similares, la Visit Japan Fare y la Experience Japan Fare, que deberás comprobar con antelación en la web.
¿Tour o viaje independiente?
Si tuviese que valorar la “facilidad” de un viaje a Japón, lo resumiría diciendo que para un turista que tenga un conocimiento básico del inglés (y medio del lenguaje de gestos”), y que pueda tolerar el largo viaje en avión necesario para llegar, Japón no nos reserva sorpresas desagradables ni es un viaje imposible.
Es, sin duda, la zona de Asia más factible para quien no le guste la aventura, y aunque hay que ser flexible en lo referente a la comida, si tomas yakitori, shabu shabu y yakiniku todas las noches se puede sobrevivir fingiendo que es carne a la parrilla o hervida como la nuestra.
Los principales destinos están bien conectados y es un viaje que se presta a quienes tienen dificultades para caminar, pues está adaptado a los discapacitados. No tendrás problemas con carritos y niños y todo el país es muy seguro.
Está claro que muchas de las principales atracciones son templos y si no te interesa el lado espiritual de la cultura japonesa, prescindirás de un buen porcentaje de las excursiones, aunque considero que no solo es interesante, sino un buen paréntesis del frenesí de la metrópolis. Incluso los amantes de la naturaleza encontrarán lo que buscan, al igual que los aficionados a los museos y a la cultura.
En conclusión, es posible viajar por tu cuenta incluso si no eres un viajero experto.
Si te interesa un viaje organizado, clica aquí para más información.
Lo que hace de Japón un destino complicado es el precio: lo mires por donde lo mires, es un archipiélago bastante caro, y no solo por la distancia. La comida es cara a menos que seas poco exigente o sigas algunas de las sabias sugerencias que ilustran este artículo más adelante; pero si te gusta el sushi y quieres darte un homenaje, hay trozos de atún sublimes que pueden costarte el equivalente a una semana de trabajo.
En cuanto al alojamiento, te impresionará la relación precio/metro cuadrado: el espacio en un país tan pequeño y abarrotado es muy caro. Además, la limpieza extrema y la calidad de los servicios ofrecidos tanto en hostales como en hoteles de lujo destacan en comparación con el resto de Asia.
Parque Nara – Foto de Mirco Ruggeri
Dónde alojarse en Japón
Unas vacaciones en Japón suponen una experiencia cultural tal que incluso la cama que elijas para recuperarte tras un ajetreado día puede ser toda una aventura. Hay una increíble variedad de alojamientos, de distintos estilos y precios.
En general, las habitaciones son de tres tipos: de estilo japonés, de estilo occidental y… ¡originales!
En la primera categoría entran los ryokan y minshuku. Los segundos son de gestión familiar y proliferan en lugares más pequeños: ambos son alojamientos tradicionales japoneses, por lo que se duerme sobre tatami con futon.
Pueden ofrecer comidas (los minshuku suelen ofrecer solo el desayuno) y hay que cumplir la etiqueta japonesa. Se camina descalzo, se respeta el silencio y hay que encargarse del propio futon. Si hay un onsen (balneario), entonces es un ryokan.
Algunos ryokan son residencias tradicionales muy chic donde se sirven las comidas al estilo japonés (¡olvídate del brioche y capuchino por las mañanas!) y destacan por sus servicios. Suelen ser habitaciones con todo lo esencial.
Si a tu columna vertebral no le interesa vivir una auténtica experiencia japonesa y tus rodillas están en contra de los esfuerzos matutinos, es preferible que reserves alojamiento a la occidental. Hay que hacer una aclaración: los espacios son bastante limitados en todas partes, especialmente en las grandes ciudades.
Las habitaciones de los hoteles reflejan la falta de espacio de las grandes ciudades; no abundan los salones amplios ni las habitaciones dobles con terraza; todo se reduce al mínimo sin renunciar por ello a la eficiencia y a la comodidad. No es raro encontrar cuartos de baño de un metro cuadrado con el grifo del lavabo cayendo directamente en la cisterna del váter.
A menudo, los hoteles ofrecen artículos de aseo personal (cepillo y pasta de dientes, jabones, etc.), incluso los de gama baja.
En cuanto a los “hoteles originales”, hay tres categorías principales: los hoteles cápsula, los manga café (o kissa café) y los templos budistas (o shokubu).
Los hoteles cápsula están al alcance de los turistas, pues se reservan cómodamente en Agoda, donde encontrarás las mejores ofertas de alojamiento en Japón.
Son, en concepto, similares a los hostales, con baños comunes y literas en habitaciones compartidas. La diferencia es que cada cama está confinada en su propia cápsula con puerta de cristal, lo que permite mayor privacidad que en un albergue. No es apto para aquellos que sufren de claustrofobia y miden más de un metro ochenta.
El manga café (o manga kissa) son bibliotecas de cómics o internet café donde se va a leer y a navegar. Se puede pasar allí la noche, pero no incluyen servicios como los anteriores, pues son habitaciones muy básicas con un sillón.
Si eres un turista que se conforma con poco o al que le gustan las nuevas experiencias, te lo recomiendo. Ten cuidado porque no se puede reservar con antelación. Se dice cuánto tiempo vas a estar al llegar. Si te pasas, aunque sea por poco, tendrás que pagar de más. No son buen lugar para familias. Existen también los manga kissa destinados a la visualización de productos eróticos.
La última (y extraordinaria) opción es alojarte en un templo budista (o shokubu). El lugar más famoso para ello es el Monte Koya, Koyasan (puedes reservar en esta página web).
Obviamente, si te alojas en un shokubu debes estar, cuanto menos, interesado en el estilo de vida de los monjes y en la cocina vegetariana, aunque no hay que ser necesariamente un fiel practicante.
Teléfonos públicos – Foto de Rita Andreetti
Internet y telefonía
En Japón, la red wi-fi está muy extendida. Muchos locales ofrecen este servicio y gran cantidad de espacios públicos están equipados con wi-fi sin que la velocidad suponga un problema. En los hoteles de gama media y superior hay conexión, aunque si te alojas en un hostal, ryokan o minshuku lo tendrás más complicado.
Por tanto, antes de marchar te aconsejo que te descargues una de las tres aplicaciones que proporcionan servicio de cobertura wi-fi en el territorio.
- La primera es Japan Connected-Free Wi-Fi, que puedes encontrar en Google Play para Android y en la Apple Store para iPhone (si tienes un Windows Phone, siento decirte que no podrás usarla). Es un servicio gratuito con el que, tras registrarte, podrás acceder a todos los servicios wi-fi listados en la página. ¡Podrás conectarte prácticamente en cualquier parte!
- El segundo servicio lo ofrece Softbank y es gratis las dos primeras semanas de uso. Hay una app, que encontrarás aquí para Android y aquí para iPhone. Para seguir usando el servicio tras las dos primeras semanas si te interesa, sigue las indicaciones en la web de Softbank.
- El tercero y último proveedor es Travel Japan Wi-Fi, que ofrece dos semanas de acceso que pueden ampliarse con un “premium code” que se obtiene siguiendo las indicaciones de la web. Travel Japan Wi-Fi se descarga como app aquí si tienes Android y aquí si tienes iPhone
¿Cuál es mejor? Las diferencias son muy sutiles, es más una cuestión de cobertura. Personalmente, me quedo con el primero porque parece tener una red más amplia, aunque puedes descargarte los tres.
Si no es suficiente o piensas visitar lugares más remotos, puedes valorar como posible solución una Sim card de prepago, o incluso alquilar un router. Japan Wireless ofrece ambas opciones; puedes comparar precios entre las compañías eConnect y B-mobile.
La mayoría de las operadoras occidentales ofrecen servicio de roaming en Japón, pero ten cuidado con el precio que no suele bajar del euro por minuto a menos que haya ofertas concretas.
Si no estás muy unido a la tecnología o quieres liberarte del móvil cuando viajas, siempre puedes recurrir a los viejos mapas en papel que aún distribuyen las oficinas de turismo para orientarte por Japón.
Además aparecen marcadas las cabinas telefónicas que, tanto si eres aficionado al manga como si has visto solo Bésame Licia hace años, reconocerás al vuelo: objetos en forma de cubo de color verde fluorescente. Es preferible hacer llamadas internacionales usando una tarjeta prepago, que puedes adquirir en un convenient store o conbini, tipo 7/Eleven. Te darás cuenta enseguida de cuáles son porque venden un poco de todo y comprarás allí al menos una vez durante tu estancia.
Moneda y tarjetas de crédito
La divisa en curso en Japón es el Yen. Los servicios comerciales aceptan tarjetas de crédito internacionales (American Express, VISA, Master Card, Diners Club, JCB y Union Pay) y, además, la Zhifu Bao china. Es bastante menos probable que las acepten en restaurantes fuera de las calles principales o en los ryokan y minshuku.
Aunque Japón es un país donde impera la tecnología, es conveniente llevar dinero encima, pues la tarjeta de crédito no es siempre bienvenida.
Lleva siempre efectivo (Japón es un país seguro, por lo que teniendo cierto cuidado con tus pertenencias, evitarás sorpresas desagradables). Si vas a salir de las grandes ciudades, es más probable que visites lugares que no aceptan tarjeta, como sucede en las islas Ryukyu.
El cambio de dinero se lleva a cabo en bancos o en aeropuertos, aunque sean de menor importancia.
Estación del Shinkansen
Medios de transporte
Avión
Por regla general, desde Europa o los Estados Unidos se vuela a los aeropuertos de Tokyo (Narita International Airport, Haneda Airport) u Osaka (Kansai International Airport). Los vuelos internacionales llegan también a Nagoya (Central Japan International Airport), el tercer aeropuerto del país.
Los aeropuertos más pequeños ofrecen conexiones internacionales, pero a menudo solo con Asia: Hong Kong, Shanghai, Beijing, Bangkok, Taipei y Seúl están entre los destinos más visitados.
El aeropuerto de Narita está muy bien conectado a Tokyo y es también el más utilizado; para más información, visita nuestra guía de Tokyo.
El aeropuerto de Kansai (Osaka) es el más indicado si planeas visitar antes o como único destino Osaka, Kyoto, Nara o Kobe porque está más cerca. Es evidente que desde Tokyo se puede llegar a todos estos destinos, pero es algo más complicado y costoso.
La línea JR conecta todas las ciudades mencionadas, pero también puedes optar por los autobuses limusina que son más caros que el tren (unos 4.000 ¥ más), pero tienen la ventaja de no hacer paradas. La página web del aeropuerto pone a disposición de los usuarios un mapa muy útil con las conexiones disponibles siguiendo este enlace.
No te asustes, los mapas de los transportes japoneses son muy densos en cuanto a escritura. Te hará falta un poco de paciencia al primer análisis, pero después, poco a poco, comprenderás el mecanismo y verás que todo aparece claramente descrito, aunque debes saber bien el nombre del sitio que buscas.
Puedes ir al aeropuerto de Nagoya si te interesan las montañas, ya que está bien conectada a la prefectura de Nagano. Comprueba tu destino exacto y valora las posibilidades en consecuencia: la página web del aeropuerto pone a disposición de los usuarios una calculadora de recorridos muy útil.
Las conexiones internas, por ejemplo a la isla Ryukyu o hacia Hokkaido, se realizan mejor desde Tokyo y Osaka.
Trenes y Shinkansen
Ir en tren en Japón es un placer y una experiencia única si se trata del Shinkansen o tren de alta velocidad. Además, es la forma más rápida de llegar a cualquier destino.
Como ya hemos comentado, hay que tener claros los nombres de los destinos porque leer los carteles supone, a veces, todo un desafío.
No dudes en preguntar en el hotel antes de salir y a los transeúntes en la estación: los japoneses son un pueblo especialmente solícito que no dan la espalda a una petición de ayuda. La recomendación general es llegar mucho antes de la hora de salida.
Hay que aclarar un detalle: en Japón los trenes son privados, por lo que verás muchos nombres diferentes que indican no sólo la ruta, sino el tipo de tren que has de tomar.
Los más grandes y de mayor fama son los JR, pero hay más, incluso de una sola ruta. Por eso no es suficiente hablar de «tren», pues hay que indicar también la línea.
Una excepción es el Shinkansen, de alta velocidad, operado exclusivamente por la empresa JR y que cuenta con estaciones y vías especiales. La línea más popular es la ruta Tokaido Shinkansen (Tokyo – Nagoya – Kyoto – Osaka), pero une las principales islas y conecta Hokkaido con Kyushu.
Te aconsejo que viajes en segunda, ya que irás entre algodones si lo comparas con los estándares europeos. Puedes reservar plaza y debes tener en cuenta si viajas en temporada alta o durante las horas punta. Si tienes un Japan Rail Pass, reservar asiento es gratis. Si no, la tarifa dependerá del tipo de tren.
Volviendo a los trenes menos veloces, existen cuatro clases: Local, Rapid, Express y Limited Express. Para acceder a los coches, debes buscar el número impreso en el suelo, ponerte en la cola sin empujar y esperar a que bajen los demás pasajeros.
Gritar en los trenes está muy mal visto, así como el uso de teléfonos móviles, aunque si hablas en voz baja se tolera.
Todos los billetes se pueden adquirir en ventanilla y en las máquinas expendedoras, donde hay versión en inglés. Los niños menores de 5 años viajan gratis con un adulto, mientras que hasta los 11 años pagan la mitad del billete.
Ahora viene la peor parte, es decir, entender algo de las tablas de horarios. La primera vez que me enfrenté a una tabla horaria en Japón, pensé muy seriamente en hacer el recorrido a pie. Por suerte, hay páginas web que te evitarán pasar por eso. Una en particular es Hyperdia.
No marches a Japón sin haberle echado un ojo al funcionamiento: podrás buscar todas las formas posibles de llegar a un destino, incluso en autobús nocturno y aparecen también listados los precios y la duración del viaje.
Si posees el JR Pass, recuerda comprobar lo que no viene incluido, es decir, Avión, Nozomi/Mizuho/Hayabusa, Liner, los Sleeper Trains y el Private Railway. De hecho, se incluye la línea Shinkansen Hayabusa, aunque depende de tu destino.
Si no te gusta Hyperdia, hay otra página menos completa pero bien actualizada, Jorudan.
Bus y similares
Si entre tus destinos solo hay grandes ciudades, difícilmente tendrás que usar el autobús porque el metro es mucho más cómodo. Pero en Kyoto, por ejemplo, la bici y el autobús son los dos medios más utilizados.
Los autobuses urbanos, por lo general, suelen entrar en los billetes combinados que ofrecen las ciudades y de los que hablaré en la sección «Metro». Por el contrario, los autobuses de larga distancia y limusinas al aeropuerto no siempre se incluyen. Aunque son preferibles los trenes, no por ello los autobuses son menos eficientes.
De hecho, la oferta es muy competitiva. Si piensas ir a la playa en Ryukyu, el autobús será tu medio de transporte, a menos que prefieras alquilar un coche.
Algunas reglas básicas para usar el autobús son las siguientes: respeta la cola y espera a que los pasajeros bajen antes de subir (pueden tardar varios minutos). Saca el billete al subir. En él encontrarás un número: cuando vayas a bajar, en el monitor al lado del conductor, se calculará la tasa proporcional al número de paradas según el número de tu billete.
Si pagas en efectivo (¡monedas!), tienes que poner el dinero en el recipiente al lado del conductor; también se puede cambiar dinero, pues hay una máquina de cambio en cada vehículo. Si usas una tarjeta IC, pásala sobre el lector al subir y al bajar. Para bajar en las paradas hay un botón de llamada.
Para rutas más largas, los autobuses son a veces una opción más barata que los trenes expresos. Hay numerosas empresas que ofrecen servicio nocturno y soluciones especiales para los turistas.
Si tienes previsto desplazarte y quieres sopesar una alternativa al costoso Shinkasen, los autobuses son la mejor opción: en este enlace podrás calcular los trayectos, precios y horarios.
En la web de Kousokubus se efectúan reservas de las líneas gestionadas por la JR. Willer Express, por su parte, tiene una extensa cobertura y ofrece tarifas muy asequibles con el Japan Bus Pass, que cuesta prácticamente la mitad que el JR Pass. Es la solución económica si prefieres ahorrar y no te importa llegar más tarde a tu destino.
Verás que en autobuses y trenes hay un vagón o compartimento etiquetado como “Women only” (solo para mujeres) al mismo precio, para evitar que las mujeres que viajan solas sean objeto de tocamientos en las aglomeraciones. Una turista rara vez se encuentra con este tipo de inconvenientes, sin embargo si quieres estar tranquila, puedes hacer uso de ellos.
El palacio real de Kyoto – Foto de Matteo Bosi
Metro
Es el medio de transporte preferido en la gran metrópoli de Tokyo. Se usa también en otras ciudades, pero el mapa del metro de Tokyo estará siempre en tu bolsillo. Las líneas de metro de Tokyo son gestionadas por Tokyo Metro Line, Toei y JR (la línea JR Yamamote, incluida en el JR Pass).
Para usar el metro, te aconsejo que saques el pase de varios días, si piensas utilizar solo este medio de transporte: es rápido, práctico y útil. Recuerda que en las horas punta, el metro de Tokyo se convierte en un verdadero infierno.
El sistema más práctico para usar el metro durante largos periodos, es la IC card: son tarjetas prepago que valen para todos los medios de transporte y desde hace poco son compatibles en todas las ciudades (antes, cada ciudad tenía la suya). Por ejemplo, en Tokyo están Suica y Pasmo; en Osaka, Icoca y Pitapa.
Si estarás en Tokyo solo unos días, puede que no te merezca la pena, pues requiere para su activación un depósito de 500 yenes; otra opción son los billetes múltiples. Aunque si te enamoras de Japón y planeas regresar, tu tarjeta IC tiene una validez de diez años y podrás usarla en tu próximo viaje.
Atención, las IC no son válidas para los Shinkansen ni para los servicios de conexión directa con los aeropuertos, pero ofrecen la opción de pagar en diversos establecimientos. Y lo más importante, las tarjetas IC no son billetes combinados con descuento.
Pero si tu viaje se limita a Tokyo y no quieres estar cambiando continuamente de línea a la hora de desplazarte, en lugar de la IC card, te conviene más el Tokyo Combination Ticket: es un billete combinado que comprende JR, Tokyo Metro, Toei Metro, Toden y Tobus en el área metropolitana (donde se encuentran la mayoría de lugares turísticos). Si el metro te basta, puedes optar por el pase diario para el metro de Tokyo o el pase combinado con Toei.
Acuario Churaumi, Okinawa – Foto de Matteo Bosi
Taxi
Los taxis en Japón son casi siempre la opción más cara y, a veces, la menos inteligente, pues el tráfico en hora punta puede acabar con tus planes. Esto sucede de forma obvia en las grandes ciudades, mientras que en localidades de menor tamaño o lugares de vacaciones, el taxi es una solución que ahorra tiempo y dinero.
En Tokyo, los taxis son el medio de transporte nocturno por excelencia al detenerse el transporte público (ten en cuenta que durante la noche los taxis suben la tarifa al menos un 20%).
Los taxis japoneses se caracterizan por sus conductores de guantes blancos de conducción prudente, que no tienen ni idea de inglés y necesitan que la dirección esté escrita en japonés. Aunque no siempre es así, llegar al destino requerido puede ser muy complicado para quien te lleva, por lo que un trozo de papel con la dirección, una tarjeta de visita o una indicación precisa en el mapa son imprescindibles.
Lo más importante que debes recordar es que la puerta se abre automáticamente desde dentro y la controla el conductor, no el pasajero.
Bicicleta y bicicleta eléctrica
La bicicleta ha conquistado Kyoto sin duda, pero hay otros itinerarios que se prestan a su uso, como la zona campestre de Asuka o los paisajes de Hokkaido. Podrás alquilar la bicicleta cómodamente allá donde estés. Tu hotel te indicará el lugar más cercano.
Abunda cada vez más el carril bici, sobre todo en lugares donde se fomenta el turismo sobre dos ruedas, así que no tendrás problemas. Incluso en ciudades como Tokyo, muchos optan por la bicicleta; de hecho, tuve la grata experiencia de visitar parte de la ciudad de esta forma, siguiendo la guía de Tokyo Great Cycling Tour. Lo importante es respetar las reglas y no estacionar la bicicleta en sitios indebidos, pues se la llevarán hasta que saldes la multa.
En cuanto al cicloturismo para largas distancias, recomiendo dos recursos para consultar las rutas: la página web Cycling in the Kansai y Japan Cycling Navigator, más estilo foro o comunidad de aficionados.
Alquiler de coche
Esta sección te interesa si prevés visitar las islas Ryukyu o salir de las rutas más frecuentadas de Honshu y explorar el lado salvaje y natural de Japón. Olvídate del coche si te limitas a visitar zonas más transitadas.
Incluso si tienes dificultades o necesidades especiales, no tienes de qué preocuparte, pues el transporte público de Japón está pensado también para quienes se encuentran en estas situaciones.
En primer lugar, se conduce por la izquierda. Para conducir en Japón, necesitas un permiso internacional que debes solicitar en la jefatura de tráfico de forma anticipada. Normalmente viene incluido un GPS en el vehículo de alquiler, pero su uso entraña cierta complejidad al incluir mapas solamente en japonés.
Abstente si todos estos detalles te parecen insuperables. Para alquilar vehículo, puede resultarte útil consultar esta web en inglés,Tocoo.
El Gran Buda en Kotoku-in, Kamakura – Foto de Rita Andreetti
Qué visitar: los destinos clásicos
Soy de la opinión de que la primera vez que se visita Japón hay que empezar por el binomio básico Tokyo-Kyoto, y luego elegir el resto de destinos en base a tus preferencias. Ambas ciudades ofrecen dos puntos de vista de Japón cercanos y lejanos al mismo tiempo.
Se pueden organizar excursiones de un día para explorar otros rincones. Debes decidir si lo que buscas de tu viaje a Japón es historia o si prefieres el Japón moderno, la naturaleza o la tranquilidad de un Onsen.
De todas formas, los principales destinos, cuya visita obviamente depende de la disponibilidad de tiempo que tengas, son los siguientes:
- Tokyo: es la capital, la ciudad metropolitana con el mayor perímetro del mundo, un maravilloso ejemplo de organización caótica donde podrías permanecer semanas sin aburrirte y encontrar siempre algo interesante que ver y hacer. Te remito a la guía de SDC sobre esta ciudad y te invito a comentar si tienes alguna pregunta sin resolver.
- Nikko: a dos horas de Tokyo, es la sede del santuario Toshogu muy frecuentado por el turismo.
- Kamakura: muy cercana a Tokyo, es una posible excursión fuera de la capital; es una ciudad muy tranquila, llena de templos, donde se respira la calma espiritual característica de la cultura nipona.
- Monte Fuji: célebre estampa y uno de los lugares naturales con más encanto, no lejos de la capital. Ofrece además la posibilidad de hacer senderismo.
- Yokohama: es la segunda ciudad más grande de Japón, con una agitada vida nocturna.
- Kyoto: es la antigua capital y una ciudad a medio camino entre la cultura y el desarrollo japonés; personalmente creo que es de obligada visita el deslumbrante templo dorado de Kinkakuji.
- Nara: es un destino clásico, sobre todo para familias con niños, debido a los entrañables ciervos que habitan en libertad; esta ciudad también cuenta con templos de gran encanto y merece al menos una excursión de un día si no puedes quedarte más tiempo.
- Osaka: esta ciudad también se caracteriza por su vida nocturna; cuenta con algunas playas de arena fina, un imponente castillo que por sí mismo merece la visita y la galería comercial más larga de Japón (Shotengai).
Estos son algunos de los posibles destinos restantes entre Kanto y Kansai, convenientemente conectados mediante el Shinkansen. En estos lugares no encontrarás naturaleza salvaje ni Onsen.
Puedes explorar el Monte Fuji en una excursión de un día desde Tokyo, pasar la noche en la cima o quedarte al pie del monte, por ejemplo en el Parque de Hakone, famoso por los Onsen.
Si el Monte Fuji te resulta demasiado concurrido, encontrarás también cerca de Tokyo el Monte Takao donde podrás hacer senderismo.
Si tienes forma de desplazarte más al sur y dispones de tiempo, Hiroshima merece una visita por lo que representa para el pasado de Japón. Desde allí se llega a la espléndida isla de Miyajima.
Puedes llegar a la prefectura de Chugoku, pasando por el maravilloso Castillo de Himeji.
Hay montañas interesantes en la zona central de Nagano, mientras que para las playas, te aconsejo Okinawa y su prefectura.
Los baños termales
Los Onsen son una joya propia de Japón: son aguas termales en edificios privados, a menudo asociados con un Ryokan. Están por toda la isla, dados los orígenes geológicos de la zona. Algunos tienen más encanto que otros, pero se trata de lugares refinados con estrictas reglas de uso donde, más que ir a pasarlo bien con amigos, alcanzarás el Nirvana.
Un detalle importante a tener en cuenta es que hay que entrar en las aguas del balneario japonés desnudo y limpio (tras una ducha a fondo) y las piscinas de hombres y mujeres están separadas. Hay diferencias con respecto a los baños termales occidentales abiertos al público.
Hay baños termales públicos en Japón, pero si quieres vivir una experiencia inolvidable, regálate la estancia en un Ryokan con todas las comodidades japonesas. Las aguas curativas de Japón contienen diversos minerales dependiendo de la zona y, por tanto, están recomendadas para distintas enfermedades o dolencias.
Son muy numerosas; Kusatsu y Hakone están entre las más famosas, pero no debes perderte las aguas termales del Monte Nyuto.
La montaña
¿Alguna vez ha pensado en Japón para esquiar? Tal vez no, pues con lo caro que es llegar hasta allí, unas vacaciones para esquiar resultarían prohibitivas. Sin duda no es el lugar más barato para ello, y probablemente la semana blanca se quede corta para cruzar dos continentes. Sin embargo, Japón combina excelentes instalaciones y un entorno espectacular. Además, la montaña en invierno es preciosa y los precios están bajando.
El mejor sitio para consultar es Snow Japan website. La zona de Nagano es la que ofrece mejores servicios, pero Niigata también está muy bien equipada.
Es evidente que una estancia para esquiar o practicar snowboard también puede incluir un relajante baño termal: hay muchos ryokan y los resort a menudo ofrecen tratamientos.
Museos
Como apasionada de ellos que soy, no puedo evitar dedicar algunas líneas a la rica oferta museística japonesa. Encontrarás museos sobre muchos temas, pues todo aquello que se considera orgullo nacional cuenta con un museo: desde Doraemon al ramen, pasando por el sake y la historia del pasado imperial, sin olvidar el Shinkansen o el Museo de la Ciencia. Con frecuencia, las ciudades cuentan con un museo propio, con testimonios de su esplendoroso pasado, sobre todo si fueron capital durante algún periodo histórico.
Vista del mar desde la isla de Okinawa, Ryukyu – Foto de Matteo Bosi
Guía básica de cuestiones culturales
Buenas maneras
Viajar a Japón implica respetar sus peculiaridades culturales, incluyendo una serie de reglas de comportamiento. Algunas te podrán parecer exageradas, otras incoherentes (por ejemplo, no se hace ruido al comer, excepto al sorber la sopa o los fideos). En general, basta con seguir el sentido común, pero, a fin de no pasar nada por alto ni causar ofensa, no olvides lo siguiente:
- Siempre que haya un tatami, no se permite llevar zapatos. Antes de entrar en el restaurante, en el dormitorio del ryokan o en casa de un amigo, debes quitarte los zapatos porque solo se puede caminar descalzo.
- Japón es un país muy limpio, por lo que debes tener cuidado de no ensuciar calles, baños públicos o edificios: no se tira nada al suelo, y mucho menos colillas de cigarrillos; los baños han de usarse con cuidado, sobre todo las letrinas. El papel higiénico se tira al inodoro como en Occidente (mientras que en el resto de Asia se suele tirar a la papelera). En los baños encontrarás inodoros súper tecnológicos y ultra modernos: se calientan, te lavan, te enjuagan y acompañan con música tus ruidos naturales. Puede que tardes un par de días en averiguar cómo funcionan, pero una vez lo consigas, será pan comido.
- Si eres fumador, puedes fumar solo en las zonas habilitadas, no solo en los edificios sino por la calle. Aprenderás a identificarlas enseguida. Obviamente, está estrictamente prohibido hacerlo en todos los medios de transporte y en lugares públicos.
- En los medios de transporte hay que respetar la cola y la prioridad de los asientos. No se empuja, no. Para acceder a las vías en las escaleras mecánicas, hay que dejar paso a quienes llevan prisa; solo se usan los ascensores si es necesario y permitiendo la salida de los demás. No se puede hacer ruido al usar el móvil ni molestar a otros pasajeros (en general debes evitar hablar en voz muy alta allá donde vayas). Comprobarás que, a pesar de ser un país con grandes aglomeraciones urbanas, el nivel de estrés es mucho menor que en otros lugares, porque la gente no pierde los estribos y respeta a los demás tanto en hora punta como de noche. O los pierde antes de salir, a saber.
- Respecto a nuestras costumbres, los japoneses toleran menos acciones como sonarse la nariz o la efusividad de las parejas en lugares públicos, aunque, como ya he mencionado, no hay problema con hacer ruido al sorber sopa o fideos.
- En la mesa: los palillos no se clavan en el arroz y los platos se retiran una vez terminada la comida. Mientras que nosotros nos llevamos la comida a la boca desde el plato, los japoneses tienden a acercarse el plato o recipiente para evitar que la comida se caiga. Además, no está mal visto beber el caldo directamente del cuenco. La toalla húmeda que encontrarás en la mesa es para limpiarse las manos antes de comer (¡queda aclarada cualquier duda al respecto!).
- El sushi se come con palillos o las manos (sí, has entendido bien, si no tienes confianza con los palillos, puedes usar tu pulgar oponible), pero ¡no le des mordiscos! El sushi y el sashimi se toman de un solo bocado. La salsa de soja se echa en el platillo destinado a ello, no directamente sobre el trozo de pescado; además, debes evitar que haya arroz flotando en la salsa. Usa de forma moderada el wasabi y la salsa: si pones demasiada cantidad, podrías arruinar el sabor del pescado. Si algo no te gusta, déjalo a un lado en el plato. No te preocupes, pero intenta no ser demasiado exigente y sobre todo, no desmontes las composiciones de sushi, onigiri y similares si no quieres acabar discutiendo con el Maestro tras la barra.
- Te recomiendo que optes en los restaurantes por sillas si no estás dispuesto a permanecer con las piernas cruzadas o de rodillas toda la noche si eres hombre o de rodillas o de lado si eres mujer. La mayoría de restaurantes disponen de mesas “a la occidental”, así que no te arruines la noche solo por ver quién resiste más imitando a los japoneses…
- Empezarás a inclinarte cada dos por tres sin ni siquiera darte cuenta de que lo haces. Los japoneses usan esta reverencia en señal de saludo, para dar las gracias, para disculparse… y hasta un despreocupado gaijin (extranjero) se contagia del gesto, a riesgo de parecer torpe. No trates de dar la mano a menos que te la ofrezcan, opta mejor por la torpe inclinación. Si tienes que disculparte, acentúa la reverencia y hazla más lenta, siempre con los brazos a los lados. Así no te equivocarás.
Jardín japonés – Foto de Matteo Bosi
Jardines e ikebana
El jardín de estilo japonés es un verdadero arte expresado como miniatura de la naturaleza, conciliando los elementos (el agua, la arena, los edificios, los árboles, etc.) y favoreciendo la función para la que ha sido creado (meditativo, recreativo, etc.).
Se pueden visitar estos hermosos jardines en todos los rincones de Japón. En las grandes ciudades son muy famosos y están muy bien cuidados, especialmente en Kyoto. No te marches sin haber estado al menos en dos de estos rincones verdes; elige bien, medita, observa, huele y escucha.
El arte de los jardines va de la mano de otra tradición local que se llama ikebana, o el arte del arreglo floral, también concebido de modo integral, dando valor no solo a las flores, sino a todos sus componentes.
La forma final tiene un significado ligado a la naturaleza. Hay cursos de ikebana en las grandes ciudades, también en inglés (en Tokyo se encuentras las escuelas Sogetsu y Ohara).
Kimono y yukata
El kimono es el traje tradicional japonés. Es tan conocido en todo el mundo que esta sencilla presentación será suficiente para despertar en tu mente una imagen clara. Si es tu primer viaje a Japón, seguro que no podrás resistirte a seguir a las maravillosas señoras y señoritas que caminan por las calles con el vestido tradicional.
Afortunadamente, aún se utiliza para ocasiones especiales. Los turistas pueden alquilar kimonos (esta iniciativa tiene cada vez más éxito) y dar un paseo a la japonesa, y por supuesto comprarlos. El mejor lugar para todo ello es Kyoto, aunque no es el único. También existe esa posibilidad en Tokyo, Nara o Kamakura.
La versión informal es el yukata, y es probable que si te alojas en un ryokan y usas el onsen, te ofrezcan usar esta ropa después del baño.
Señoras paseando en kimono por Kyoto – Foto de Rita Andreetti
Geisha
Las geisha son mujeres con increíbles dotes artísticas que estudian durante años para llegar a serlo. Es una tradición japonesa que, por desgracia, tiende a desaparecer. Para un turista medio, no es fácil asistir al espectáculo de una geisha, ya que tienen lugar en el transcurso de cenas muy costosas en las que entretienen a los comensales con sus bailes y juegos. Sin embargo, desde no hace mucho, hay citas abiertas a los turistas: Infórmate en el hotel, pues no todas las agencias ofrecen estos servicios.
El barrio más famoso donde trabajan las geisha es Gion en Kyoto. Al pasear por sus calles puede ocurrir que te cruces con una de ellas, pero creo que observarlas, o peor aún perseguirlas, no es muy respetuoso. Si te apasiona el tema y quieres asegurarte de poder apreciar de lleno su arte, acude al festival que tiene lugar cada mes de abril en Gion, el Miyako Odori.
Sumo
La primera vez que fui a Japón, me resultó divertido ver con cuánta pasión se trataba el sumo, considerado deporte nacional. A mis ojos profanos resultaba algo grotesco. De hecho, verás que quienes practican este antiguo deporte son objeto de gran respeto y hay gran ambición por alcanzar el estatus de luchador profesional: no en vano, Tokyo cuenta con un pequeño monumento al luchador de sumo.
En televisión, hay programas no solo sobre las competiciones, sino también sobre la trayectoria de pequeños luchadores desde las escuelas primarias.
Los atletas profesionales viven en edificios parecidos a comunidades donde ejercitan cuerpo y mente y… comen. Si quieres echar un vistazo a sus casas en Tokyo, debes ir al barrio de Ryoguko, donde hay también un imponente estadio de sumo, el Kokugikan, que en los días de competiciones se llena de aficionados.
Si tienes ocasión de asistir a un combate, no te lo pienses. Para comprar las entradas, pregunta con antelación en el Kokugikan o en el hotel donde te alojes, donde podrán echarte una mano con la compra (¡se venden como churros!). Si el combate te resulta demasiado caro, en algunos gimnasios se puede asistir de forma gratuita a los entrenamientos.
Conbini
En Japón, si se te olvida comprar algo, aunque sea en mitad de la noche, siempre encontrarás un conbini abierto.
Los department store o conbini son tiendas que tienen de todo un poco y te pueden sacar de un aprieto a la hora de comer o encontrar un producto que te haga falta. Busca un Lawson, 7/Eleven o Family Mart, ¡aunque es más probable que te los encuentres! En los conbini ofrecen conexión a internet, venta de billetes, recarga de móviles… lo dicho, de todo un poco.
Restaurantes de soba y udon en el mercado – Foto de Matteo Bosi
La cocina
La mayoría de nosotros asociamos Japón al sushi. Es cierto, pero hay muchas variedades a las que llamamos indistintamente así. Además, existen otras delicias cuya existencia merece la pena conocer: para que nuestra dieta allí sea variada y porque muchos sabores son similares a lo que estamos acostumbrados, y en caso de nostalgia papilo-gustativa, se puede recurrir a estos platos. En Japón también hay muchos restaurantes occidentales.
Esto es lo que se puede esperar de la cocina japonesa:
- El sushi más famoso es una mezcla de pescado crudo y arroz aromatizado. También hay versiones con pescado hervido o asado, por lo que hay para todos los gustos. Se toma mojándolo en salsa de soja mezclada con wasabi. Cuidado con esta pasta hecha de raíz de rábano picante: si no estás acostumbrado y echas de más, te arriesgas a sufrir alucinaciones durante unos minutos a causa del picante. Por suerte se pasa rápido. Puedes recurrir al jengibre en vinagre para aliviar un poco las molestias. Cuando el pescado crudo va solo se llama sashimi. Si está envuelto en alga, norimaki, temaki o nigiri. Si se cocina a la plancha, es yakizakana.
- Otros platos con arroz son una excelente opción para comer sin gastar demasiado. Además, la textura y sabor se adapta a paladares occidentales: arroz al curry (kare raisu) y arroz salteado (chahan), muy similar al mal llamado “arroz cantonés”. El donburi (arroz blanco acompañado de carne, huevos o pescado) tiene versiones deliciosas. Son platos únicos y baratos.
Entrada de un restaurante en Tokyo – Foto de Rita Andreetti
- Pasemos ahora a los fideos: en Japón, los platos de fideos son tan numerosos como en China. El soba, hecho de trigo sarraceno, es originario de Japón. Es una comida rápida que, a menudo, se toma en restaurantes que pueden parecer anónimos, incluso de pie en el mostrador. Personalmente, probé los mejores en lugares muy concurridos donde la gente no se demoraba mucho, y sin entender ni un ápice de lo que estaba escrito en el menú colgado del techo. Lo mejor, en estos casos, es señalar el plato de otra persona con gran modestia, es decir, sin meter la cabeza en la mesa de los demás…
Al igual que el soba, el udon son fideos, pero más gruesos y hechos de trigo. Ambos se sirven en sopa o secos (o salteados), calientes o fríos con salsa a un lado. A menudo se combinan con tempura. El término medio es el ramen, que es, en realidad, originario de China, pero que Japón adoptó e hizo suyo, cocinándolo a su manera y añadiéndole ingredientes locales (¡está delicioso en la sopa de miso!). Son soluciones baratas y buenas; si al traerte la comida, por ejemplo, ves un huevo crudo que no preveías, ¡no desistas! Hay miles de versiones diferentes y varían de una región a otra (los que probé en Okinawa no me convencieron),así que trata de encontrar el que mejor se adapte a tu paladar.
- Aunque en la cocina japonesa abunda el pescado y es famosa por ello, también hay gran variedad de carne a la parrilla. Recuerda estos tres nombres si estás desesperado: yakitori, yakiniku y teppanyaki. Los yakitori son brochetas de pollo a la parrilla ; yakiniku es carne a la parrilla y se come en restaurantes con parrillas en las mesas; el caso contrario es teppanyaki, especialidad del chef en plancha de acero.. El teppanyaki es, por lo general, muy sabroso y similar a nuestros platos.
- Pero la cocina japonesa es mucho más; termino esta sección mencionando los gyoza, que son la versión japonesa (frita) de los ravioli chinos, muy sabrosos aunque no aptos si estás haciendo dieta; otra especialidad frita es la tempura, que suele ser de pescado o verdura, un manjar que compite con nuestros frito variado y verduras rebozadas. No hay que olvidar el shabu shabu, el famoso estofado japonés.
- Aunque parezca extraño, ¡mi plato preferido es la sopa de miso! Un sabroso caldo con pasta de miso, derivada también de la soja, restituyente en invierno y revitalizante en verano.
La Tokyo Skytree envuelta en niebla – Foto de Matteo Bosi
Vida nocturna
La vida nocturna en Japón ofrece múltiples y curiosas opciones, tanto en Tokyo como en otras grandes ciudades como Osaka (la calle Dotonbori en Nanba es muy popular) y Yokohama. Incluso en Kyoto me divertí mucho, aunque optaba por los izakaya. Me explico.
Puedes elegir planes clásicos, similares a los que podrías encontrar en tu ciudad, sobre todo en Tokyo donde la oferta es enorme. Si eres rockero, ¡debes hacer una parada en el Bauhaus de Roppongi! También en el mismo barrio está el Hard Rock Café (mucho menos rock que el anterior…). Además, en la capital cada barrio cuenta con su propia vida nocturna, solo hay que descubrirla.
Si buscas algo más autóctono, te ofrezco varias propuestas:
- Izakaya: normalmente al salir de trabajar, los japoneses acuden a estos pubs que se dan un aire a los caña y tapas españoles. Se bebe cerveza, sake, vino de ciruela y otros caldos de la zona, acompañados de algo simple para comer. Abundan los edamame o habas de soja, aunque también hay platos más elaborados como pescado a la parrilla o fideos. Los japoneses se entretienen aquí hasta tarde entre cigarrillos y charla.
- Golden Gai: se encuentra en Shinjuku, Tokyo, y es un distrito lleno de bares pequeños que admiten muy pocos clientes al mismo tiempo. Por lo general, aunque no de forma exclusiva, prefieren a los clientes habituales y se tolera a los extranjeros. Aunque Shinjuku es la zona más típica, hay bares con esas dimensiones ridículas por todo Japón: si alargas el brazo te puedes servir tú mismo y el barman suele participar en la conversación.
- Cena en las alturas: muchos rascacielos ofrecen vistas impresionantes que se pueden disfrutar mientras tomas un buen vino o degustas una deliciosa comida. Algunos albergan cadenas de hoteles de lujo y los precios son medio-altos: es el caso del Park Hyatt (donde tenía lugar «Lost in Translation»). También en Tokyo, el Skytree cuenta con un restaurante a 350 metros de altura. Si te interesan las vistas pero no tanto la comida, ve al Ayuntamiento de Tokyo que es gratuito. En Osaka, el Umeda Sky Bulding aúna unas magníficas vistas con la mejor gastronomía.
- Karaoke: al igual que en China, la versión pivada del karaoke es un pasatiempo muy común en Japón. Se alquila una habitación equipada con todo lo necesario por horas, se paga la comida y bebida aparte y se eligen y cantan canciones hasta quedar sin voz.
Vista de una sala de Pachinko desde la entrada – Foto de Rita Andreetti
- Pachinko: este juego de azar es característico de Japón. Hay salas de pachinko similares a nuestros casinos, donde los jugadores se sientan ante las máquinas. Visto desde fuera, estas enormes tragaperras resultan inquietantes, con jugadores en silencio encerrados en sí mismos. Nada te impide experimentar la emoción tranquila y apacible (porque es un juego relativamente lento) de este juego de azar local.
- Manga café y maid café: la mejor opción para los fans de los cómics japoneses y el universo manga: los manga café funcionan de forma similar a bibliotecas, con la posibilidad añadida de navegar por internet o, como dije antes, pasar la noche. Por su parte, en los maid café encontrarás a camareras vestidas como personajes de cómics que actúan como tales.
Escolares de excursión – Foto de Mirco Ruggeri
Consejos para familias con niños
A continuación, dejo algunos consejos para quienes viajan con pequeños o no tan pequeños. Antes que nada, Japón es un sitio ideal para ir de vacaciones en familia. Ofrece muchas opciones y comodidades y, ante todo, es un país seguro.
Hasta el punto de que te sorprenderás al ver que hay muchos niños menores de diez años que deambulan por las calles solos al regresar de la escuela o mientras juegan. Es una peculiaridad de la cultura japonesa, que da responsabilidades a los pequeños y, al mismo tiempo, confía en la comunidad para pedir ayuda o apoyo en caso de necesidad.
Por lo general, los niños menores de 6 años entran gratis; los niños de entre 7 y 11 años pagan la mitad y los niños de edad igual o superior a 12 años pagan el precio total.
Es difícil, aunque no imposible, encontrar habitaciones amplias de hotel, debido a las limitaciones de espacio. Los restaurantes cuentan con tronas y algunos también ofrecen menús infantiles.
En Japón hay muchas facilidades para las mujeres embarazadas y para los lactantes: desde asientos específicos en el transporte público a baños exclusivos y salas de lactancia en todos los edificios públicos. Nunca he visto un país tan preparado para la maternidad.
Además, hay numerosos parques temáticos para entretener a la familia y, al mismo tiempo, sumergirte en el universo, por ejemplo, de la animación del Estudio Ghibli (Museo Ghibli, Mitaka), del manga (por ejemplo, la One Piece Tower dentro de la Tokyo Tower), o de la historia del imperio japonés (Edo Wonderland, Nikko).
No hay que olvidar mencionar el Disneyland de Tokio y los maravillosos acuarios que son el orgullo respectivamente de Okinawa y Osaka. La peculiaridad de estos museos y parques es que son interactivos y hechos expresamente para visitar en familia, por lo que son aptos para todas las edades.
Ya sabes todo lo necesario para planear tu aventura a la Tierra del sol naciente.
Aprecia las diferencias culturales que encuentres y ¡buen viaje!
Fantástico viaje a Japón, yo no podré ir, pero con lo leído casi lo he vivido.
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