El Lago del Oeste de Hangzhou
Próxima a Shanghai y al mar y capital de la región de Zhejiang, Hangzhou es una ciudad especial por su fisionomía, naturaleza e historia. La primera vez que vine aquí, el carácter amable de sus habitantes me conquistó.
Al parecer, pese a su tamaño y proximidad a los principales centros, el ritmo de la ajetreada Shanghai y los excesos de Nanjing son ajenos a esta ciudad, que vive desde hace miles de años en las orillas de sus lagos y rodeada de templos y colinas.
En la actualidad, es famosa por ser la sede del gigante Alibaba (como la Mountain View de China), gracias al cual el señor Jack Ma se encuentra en la lista de los cincuenta principales multimillonarios del mundo; o por ser la sede en 2016 del G20, la última cita importante entre Obama y Xi Jinping antes del adiós a la Casa Blanca.
Pero ya con anterioridad, Hangzhou estaba entre las ciudades preferidas de Mao, e incluso Marco Polo quedó particularmente impresionado al verla. Además, debes saber que al imaginar paisajes típicamente chinos con lago, dulces colinas que abrazan el agua y pagodas en la lejanía, es muy probable que estés recordando el Lago Oeste (西湖) de Hangzhou aunque nunca hayas estado allí.
No hay nada al azar y el paisaje de esta zona de Hangzhou resulta inolvidable. Si dispones de un solo día para visitar esta bella ciudad, no pierdas la ocasión de hacer una excursión a su núcleo acuático. Hangzhou se merece una estancia algo más larga, pero nada de lo que verás podrá superar la poesía del Lago Oeste.
Hangzhou en tu itinerario
Pagoda Baoshi y Causeway Bai
Hangzhou se encuentra cerca de otros centros turísticos y la línea de alta velocidad la atraviesa, siendo un destino muy cómodo. En resumen:
- Shanghai está a menos de una hora en tren de alta velocidad. Desde la estación de Hongqiao parte un tren cada cuarto de hora aproximadamente.
- Nanjing está a hora y media y casi todos los trenes que van a Hangzhou pertenecen a la misma línea que une Nanjing y Shanghai. La frecuencia es la misma que el anterior.
- Suzhou, más pequeña y concurrida está también a hora y media de distancia.
- Desde la capital Beijing, se tarda 5 horas con el G19, y unas seis con el resto de los trece trenes diarios; hay quien opta por ir en avión, pero si no tienes prisa, te aconsejo el tren que no suele retrasarse.
- Aunque parezca mentira, se puede llegar a la otra punta de China, Guangzhou, en tren de alta velocidad. El G86 llega en seis horas a su destino; además hay tres trayectos al día.
El resto de destinos está conectado por vuelos nacionales. Una alternativa inteligente a la hora de organizar tu itinerario es valorar una escala nacional en Hangzhou en vez de la habitual conexión en Shanghai. Los retrasos en el aeropuerto de Shanghai puede llegar a ser tediosos. Además, como ya he dicho, la ciudad está bien comunicada con las grandes metrópolis, por lo que el desplazamiento entre aeropuertos y estaciones es óptimo.
En cualquier caso, lo más probable es que Hangzhou te pille en medio de alguno de los destinos que vayas a visitar, ¡así que no lo dejes pasar!
Cómo llegar
Hangzhou dispone de conexión por línea de tren de alta velocidad y vuelos internacionales. Al aeropuerto internacional de Hangzhou Xiaoshan solo se llega directamente desde las principales ciudades europeas (Ámsterdam, Frankfurt, Madrid, París, Roma etc.).
Puedes optar por volar a alguna de las principales ciudades chinas como Beijing, Shanghai o Guangzhou, y tomar desde allí un vuelo nacional a Hangzhou (muy numerosos desde cualquier zona). Asia suele estar bien conectada y hay también vuelos desde Taiwan, Japón, Corea e incluso Vietnam.
También es factible volar a Shanghai Pudong: para desplazarte desde allí a Hangzhou, debes llegar a la estación de alta velocidad de Hongqiao que se encuentra en el otro extremo de la ciudad (una hora y media de metro, siete minutos de Maglev y una hora de metro o una hora y cuarto de autobús lanzadera).
Además, hay un cómodo servicio de autobús de largo recorrido nacional en el aeropuerto, que por 100 Yuan te lleva en 3 horas a Hangzhou. Funciona desde las 8:40 de la mañana a las 9 de la noche.
Desde el aeropuerto de Xiaoshan, la forma más rápida de llegar al centro es en autobús lanzadera, que lleva a la estación por 20 Yuan. Desde allí puedes tomar el metro, el autobús de línea o un taxi; otra opción es tomar un taxi directamente en el aeropuerto para ir a donde quieras por unos 130 Yuan. El aeropuerto está conectado mediante autobús con otros destinos en Zhejiang o Jiangsu, por ejemplo Suzhou.
La estación de trenes de alta velocidad está conectada por las líneas 1 y 4 y por los autobuses K7 y Y2 por Beishan Lu hasta el Templo Lingyin. Te sorprenderá el tamaño de la estación, pues es uno de los edificios más grandes de China que funcionan con energía solar.
Cuándo ir
Hangzhou se ve afectada por el clima húmedo del interior de la zona del delta del Yangtzi y por su proximidad al mar. No sufre la fuerte humedad de Nanjing o Suzhou y los inviernos son relativamente suaves. Abril y mayo son los meses con mayor número de visitas, mientras que junio y julio son particularmente lluviosos. El otoño es más frío que la primavera, especialmente cerca del lago. Las colinas de los alrededores se llenan de color en primavera y otoño, siendo estas las estaciones más recomendadas para visitar la ciudad.
Por qué ir
Aperitivos de cangrejo en la calle
Se aplica en este caso el consejo de siempre: aunque es un destino asequible y cuenta con buenos servicios, la ciudad se llena de turistas coincidiendo con las fiestas en China. Hay más de mil millones de habitantes en el país, por lo que supone un verdadero asalto a las localidades turísticas. No llega a los niveles de Beijing y Xiamen, pero te aseguro que no se distingue el lago con las cabezas de los viandantes. Normalmente, te aconsejaría huir de la multitud, pero me divierte mucho la particular vitalidad de Hangzhou. Así que ve y piérdete entre la muchedumbre.
Hangzhou ha sido la primera ciudad en toda China donde he visto coches detenerse de forma espontánea para dejar pasar a la gente en los pasos de peatones (sí, has leído bien: lo dabas por hecho, pero no). La primera ciudad en la que vi cometas, manejadas por sabios ancianos, volar tan alto como si fueran pájaros de verdad. La primera ciudad donde hay más bicicletas que scooters eléctricos. Y la primera ciudad donde vi una efigie de Mao erguirse con orgullo y confianza.
Además, desde el atardecer hasta la noche, las orillas del lago cobran vida con la actividad típica de los mercados chinos: bailes de grupo y en pareja, karaoke y coros. Pero también cartas, majiang… Luego está la zona más de moda, que compite con Xintiandi en Shanghai y se llama Xihu Tiandi (西湖天地去). Durante los días que pasé en Hangzhou, comí pizza hecha en horno de leña, oí cantar jazz a una musa de color, subí rocas de metro y medio, tomé cangrejo frito y dormí en los sofás del Costa Coffee sin que nadie me pillara. Después de todo, esta es la China que nos gusta, ¿no?
Cómo desplazarse
Los barcos del Lago del Oeste
Hangzhou merece una sección especial dedicada a los medios de transporte, ya que de forma excepcional (al menos en China), esta ciudad ha acogido el uso de la bicicleta. El turismo sobre ruedas es una de las opciones más inteligentes si te gusta el ciclismo y quieres visitar los alrededores del lago, que cuentan con carril bici. Al igual que en otras ciudades, también aquí hay un Servicio de alquiler de bicicletas público, pero para usarlas hay que estar en posesión de la IC Card o la Z Card.
Puede adquirirse en los centros de servicio por 300 Yuan (200 Yuan de fianza y 100 Yuan de «tráfico»). El centro de servicio principal se encuentra en Ding An Lu 25-1 (公共自行车客户服务中心 – 定安路25-1号), cerca de la estación de metro del mismo nombre. Sin embargo, en las proximidades del lago hay otras oficinas, como la que está a la entrada del Palacio de la Juventud (青少年 宫), la de la Plaza de Wushan (吴山广场) y la que hay a la entrada del parque de Liulangwenying (柳浪闻莺). Hay cerca de 50 oficinas dispersas por toda la ciudad, así que pide en el hotel que te indiquen la más cercana.
La edad mínima para alquilar son 12 años de edad y 145 cm de altura. Las bicicletas no pueden usarse de noche y si intentas devolverla sin éxito pasadas las 21.30 horas, tendrás que llevarla al centro de servicio del Puente Longxiang (龙翔 桥). Los precios son ridículos: la primera hora es gratis, la segunda hora cuesta 1 Yuan, la tercera, 2 Yuan y a partir de la cuarta, 4 Yuan, subiendo 3 Yuan por hora después de la quinta.
Si viajas en pareja, puedes optar por alquilar un Tandem (o abstenerte por completo :-P). Cuando viajé allí, eran de color amarillo y ensamblados en hierro, aún envueltos en sus plásticos. Daban la impresión de ser de todo menos cómodos, aunque son adecuados para disfrutar del paisaje en pareja. ¡También hay versiones para tres!
La IC card también se puede utilizar en el transporte público. Destacan los autobuses de la línea Y, turísticos y con avisos en inglés. Puede interesarte usar la línea Y1 que es circular y da la vuelta al lago para llegar al Templo Lingyin (灵隐寺) o la Y2 desde la estación.
Solo hay dos líneas de metro en funcionamiento por ahora, la 1 y la 4. Pronto inaugurarán la 2 y, posteriormente, el resto de números hasta llegar al 10. Por ahora, es mejor recurrir a los taxis, que siguen siendo muy baratos y numerosos en China. Hace algunos años tuve serios problemas para encontrar uno durante mi estancia en Hangzhou. Por ello, optamos por viajar en autobús y bicicleta. La situación seguramente habrá cambiado.
Para desplazamientos acuáticos, tenemos la barca. Las hay a remos (6 plazas), limitadas al norte del lago, o las eco-friendly eléctricas. También hay ferris, muy concurridos pero baratos, donde la tranquilidad se deja en el embarque. El precio habitual de una excursión en barco es de unos 50-70 Yuan por persona.
También se puede ir en barco a Suzhou desde Hangzhou. El trayecto entre canales suele ser nocturno. Comienza a las 17 y llega a las 7, a un precio relativamente moderado (70-150 Yuan), pero es mejor preguntar antes en el hotel porque no se garantiza el servicio de forma continuada.
Qué ver
Vista de la ciudad desde Baoshi Hill
Xihu y alrededores
El alma y centro de Hangzhou es el maravilloso Lago del Oeste, Xihu. En torno al lago hay diversos puntos de interés, todos muy bien organizados y accesibles.
Se puede rodear el lago en bicicleta como ya hemos mencionado o en carrito de golf (los billetes se compran junto al Causeway de Bai o la pagoda Leifeng); no es solo por pereza, sino por la posibilidad de contemplar paisajes naturales insólitos. También puedes ir en los autobuses turísticos Y1 e Y2. Caminando se tarda entre 3 y 4 horas en cubrir el perímetro.
La isla más grande de Xihu, Gushan (孤山倒), está conectada a sus orillas por el Causeway Bai (Baidi, 白地) un camino agradable y encantador en invierno, cubierto por un manto de nieve. Fue construido por ese poeta y gobernador, que fue imitado poco después por Su Dongpo con el Causeway Su (苏堤) que une la orilla norte del lago con la sur y está siempre lleno de gente. Abundan los puentes con arcos y cruza el Parque Huagang (花港公园) hacia el sur.
La Isla de Gushan alberga diversas obras arquitectónicas de interés, pero citaré solo el Museo Provincial de Zhejiang (浙江省博物馆) y el Parque de Zhongshan (中山公园).
En la orilla norte con vistas a la isla, podrás dar un agradable paseo por las colinas. Puede optar por seguir el camino de escaleras o subir la pendiente; ten cuidado porque es un sendero que no cuenta con señalizaciones (el CAI aún no se ha encargado de ello…) y tendrás que descubrirlo por tu cuenta. En la parte superior se encuentra la Pagoda Baoshi (宝石塔), con hermosas vistas a la ciudad y al lago. Si llegas a la puesta de sol, es muy probable que veas a enchaquetados saltando de una roca a otra para hacer algo de actividad física después del trabajo. Una especie de escalada libre, pero a alturas mucho más modestas.
Ya que hablamos de pagodas, en el lado opuesto puedes subir a la cima de la Pagoda Leifeng (雷峰塔) y disfrutar de las vistas.
Completando el recorrido por el lago, al norte se encuentra el Mausoleo del General Yue Fei (岳飞墓), que conmemora la historia de este desafortunado héroe, y el Parque Quyuan (曲院风荷). Esta orilla es, sin duda, la más interesante. En la otra hay atracciones menores, exceptuando el Museo del Lago del Oeste (西湖博物馆) donde encontrarás toda la información sobre el espléndido lago de Hangzhou también en inglés (es gratuito y cierra a las 17).
Pescadores… tal vez
Hay otras tres islas accesibles solo en barco: la isla de Ruangongdun (阮公墩环碧), el Pabellón de Huxin (湖心亭) y la Isla de Xiaoying (小瀛洲). Esta isla es famosa porque desde allí se pueden admirar los (agárrate) Santanyinyue (三潭印月), es decir, los «Tres estanques que reflejan la luna». ¿Por qué pondrán nombres tan complejos?
Solo el lago te llevará más de un día si quieres explorar bien sus orillas. Si quieres ir a tu aire, debes conseguir un mapa detallado de los senderos y lugares de interés (aunque algunos no son imprescindibles, todo hay que decirlo) en las oficinas de turismo o museos. En los hoteles suelen tener (me alojé en el YMCA y no tuve problemas para localizar el material).
Parques y jardines
Feilafeng
Hangzhou es una ciudad verde y el municipio se prodiga en recursos. Los parques y jardines (principalmente los ya mencionados, Zhongshan, el Parque Quyuan y el Parque Huagang) están muy bien cuidados.
Al noroeste hay un discreto jardín botánico (Zhiwuyuan 植物园) y continuando hacia el sur por Causeway Yang, encontramos una mansión privada, Fenyang (汾阳别墅), cuyo jardín te recordará a los de Suzhou. Al igual que Fenyang, la Mansión Guo (郭庄) cuenta con jardín propio, siendo el agua su punto fuerte.
Sin embargo, las zonas verdes más notables se encuentran un poco apartadas del lago, hacia el oeste. Por un lado tenemos el Parque de Feilaifeng (飞来峰) y aún más al oeste, el Parque Nacional de Xixi. Para visitar ambos, debes calcular al menos media jornada porque son extensos y requieren un ritmo más lento y pausado.
El Parque de Feilaifeng incluye seis templos y más de 300 Budas tallados en la roca, todo ello rodeado de fauna y flora propias de una China alejada de las grandes metrópolis de hormigón. Cerca de allí, se encuentra el Templo de Lingyinsi (灵隐寺), uno de los mayores santuarios budistas de China. Para terminar la visita, puedes optar por subir a pie o en teleférico a la cima Bei Gaofeng (北高峰) donde podrás disfrutar, una vez más, de las vistas de Hangzhou.
El Parque Nacional de Xixi, llamado también Xixi National Wetland Park, es una zona de 10 kilómetros cuadrados donde, como su nombre indica, el agua es un todo con la tierra. La mejor forma de admirar el pantano, el río y la vegetación y la fauna que allí habitan es en barca.
Hablando de barcas, Hangzhou es sede de una importante competición de barcas dragón, que recorre todos los años en junio el Duanwu Jie (端午节). Se celebra en diversas ciudades de China y es una regata típica que se lleva a cabo a bordo de barcas con forma de dragón, canoas multiplaza, donde los remeros reman lateralmente al ritmo de un tambor. El parque alberga la regata de Hangzhou.
Museos
Plegarias en el Templo Lingyin
Hangzhou cuenta con varios elementos que son de orgullo local, por lo que es inevitable que sean objeto de exposición en museos: la seda, el té y el ya mencionado lago. El Museo de la Seda (丝绸博物馆) es una imponente construcción que alberga su historia y técnicas de producción; al ser relativamente moderno, ofrece subtítulos en inglés y está bien mantenido (cuenta con un espacio tan amplio que puede resultar excesivo).
En cuanto al Museo del Té (中国茶叶博物馆), Hangzhou es famosa gracias al cultivo de la variedad Longjing, el “pozo del dragón”. El museo cuenta con una amplia superficie donde incluso se cultiva el producto, delimitada por la llamada villa del té (龙井问茶), donde se puede degustar y comprar.
Siendo honestos, cada zona de China tiene su propio té de calidad y sus habitantes se jactan de sus singularidad o importancia respecto a los demás. Pese a ello, todo lo relativo al té, ya sean ceremonias, degustaciones o museos, es similar de un lugar a otro, sobre todo si no entiendes mucho del tema, por lo que las degustaciones tendrán en tus papilas un efecto limitado, el famoso “no sabe a corcho” de los vinos, por así decirlo.
Aún así, Hangzhou es un buen lugar para acercarse a este curioso universo. Sobre todo porque el longjing es una de las variedades de té verde más caras y porque el centro de investigación de Hangzhou es uno de los más serios. Aprovechando que el museo es gratuito, (igual que el de la seda) y bastante completo, podría ser una buena ocasión para profundizar sobre el tema.
Para terminar esta sección, mencionaré el Museo de la Medicina China (中药博物馆) junto a la Farmacia Huqingyu (胡庆钰堂). Es una visita interesante, lo admito, aunque un poco comercial. Podrás recibir asesoramiento de los profesionales presentes.
Por último, me gusta recordar la variedad de cultos religiosos de esta tierra. Hay una iglesia católica (Tianzhu, 天主堂), una protestante (Sicheng, 思澄堂) y una mezquita (Fenghuang, 凤凰寺). Estas últimas no son muy frecuentes en esta zona de China. Además de Hangzhou, solo Guangzhou, Yangzhou y Quanzhou cuentan con una.
Dónde alojarse
El Buda del Templo Lingyin
La mejor solución si visitas Hangzhou por primera vez es alojarte en el centro de la ciudad, en la zona entre la estación y el lago. Allí están las opciones más económicas. Pero si prefieres disfrutar día y noche del encanto del lago, te aconsejo los hoteles a orillas del Xihu. Al norte, cerca de la pagoda de Baoshi Hill, hay otros alojamientos de ubicación exquisita, pero algo alejados del embarque y los sitios de interés.
Es importante alojarse en el centro para asegurarse de que a la noche, después de haber caminando o montado en bicicleta todo el día, tú y tu pareja o familia e hijos no tengáis que utilizar otro medio de transporte para llegar a la ducha. Es evidente que se llega con los medios disponibles, pero no calcules en base al metro porque la red no está lo suficientemente desarrollada.
Aquí encontrarás la lista de los hoteles que recomendamos en Hangzhou.
Como ya he comentado, Hangzhou ha sido una ciudad de «primeras experiencias» para mí, y el alojamiento no se queda atrás. Con el tiempo he descubierto que lo que en su momento me pareció absurdo es algo muy común en China.
Mi marido y yo (por suerte no era un amigo…) reservamos en el Hangzhou YMCA International Youth Hostel.
La estancia doble incluía «baño en la habitación», pero habría sido más acertado definirlo como habitación en el baño. El servicio estaba separado por una mera cortina, convirtiendo el simple uso del retrete en una prueba de confianza. Nosotros hacíamos turnos y mientras uno se sentaba en un lado… el otro se iba a las escaleras fuera de la habitación, en paciente espera. Que cada uno decida por su cuenta cómo apañárselas.
Te ocurrirá a menudo en China que los baños apenas estén separados de la zona para dormir. Normalmente es una pared de cristal. Incluso a algunos hoteles de lujo les parece muy chic poner la bañera en el centro de la habitación.
Compras y vida nocturna
¿Qué hay que comprar en Hangzhou? Seda; algunos dirán que para eso es mejor Suzhou, pero en Hangzhou encontrarás un famoso mercado en Xinhua Lu (新华路217号), donde no solo podrás comprar productos acabados, sino trozos de seda de calidad.
¿Otros productos típicos? Las tijeras y los paraguas. Y por supuesto el té, pero que sea longjing y de rigurosa certificación.
Un sitio que no hay que perderse es el mercado nocturno de Wushan Lu (吴山路夜市): aunque su nombre lo indique, no está en Wushan Lu, sino muy cerca, así que no te preocupes. Abarca una parte de Huixing Lu (惠兴路) y gira luego en Renhe Lu (仁和路). Parada de metro: Longxiangqiao o parada de autobús Jingtingqiao. Otras calles de compras son Hefang Jie (河坊街) y Gaoyin Jie (高银街).
Para salir de noche, te aconsejo la zona de Xihu Tiandi y la orilla oeste del lago, donde está Eudora Station. Cerca de allí, hay locales para todos los gustos. Al norte se encuentra el Maya Bar, lugar de reunión de occidentales.
Otra opción para quien busca entretenimiento para grandes y pequeños es el gran clásico de las ciudades acuáticas chinas, el espectáculo sobre el agua (¡sí, como en Guilin!): Night of West Lake. Tiene lugar todos los días a las 19 y dura una hora. Pregunta en el hotel para comprar los billetes, pues los precios varían mucho, ¡de 80 a 300 Yuan! Los niños menores de 1,2 mt. pagan la mitad. Abrígate bien en invierno porque es en exteriores.
Alrededores de Hangzhou
Moganshan
Situada a las afueras de la ciudad, cerca del río Qiantang, la Pagoda de las Seis Armonías (六和塔) ofrece hermosas vistas del río. Se dice que, como por arte de magia, es capaz de detener la marea que aumenta el nivel del río hasta 6 metros y llega, en los días de marea alta a 40km/h. El fenómeno atrae a muchos turistas ávidos de fotografías.
El fenómeno de la marea en el río Qiantang (钱塘江大潮) se puede observar en cualquier parte del río y durante todo el año en función de las fases de la luna. Sin embargo, existe un Festival de la Observación de la Marea. Puedes verificar el paso de la marea en el sitio web del instituto meteorológico de Hangzhou, que está en chino aunque las cifras se entienden igual.
Puedes dirigirte a la Oficina de Turismo de Hangzhou o preguntar directamente en el hotel para que te den instrucciones precisas. Los mejores sitios están en Haining (海宁), la ciudad de Yanguan (盐宫) y Yaoshan (萧山). El festival coincide con el décimo octavo día del octavo mes del calendario lunar, es decir, con el Festival de Medio Otoño chino.
Ten en cuenta que se trata de una gran ola que llega al río con gran estruendo y, en ciertos puntos, con una velocidad considerable; estarás rodeado de muchos chinos que se afanarán por estar primera fila y algunos terminarán empapados.
Siempre se cita la excursión del Gran Canal que parte desde Hangzhou y llega a la Pagoda de las seis Armonías o al antiguo pueblo de Tangqi (塘栖古镇).
Pese a las cuatro horas de navegación, el paseo vale la pena porque hay varios edificios con rasgos originales, al menos hasta que la humedad o la modernidad no decreten su final. Los paisajes son similares a los de otras ciudades acuáticas chinas, pero de dimensiones reducidas. Por la noche es un paseo encantador pese al exceso de luces. El embarque es en Wulin Square. Si sufres mareos, hay varias líneas de autobuses. Ah, hay que pagar entrada para Tangqi.
Tras visitar la espléndida Hangzhou, puede que desees completar el recorrido de ciudades construidas sobre el agua. Echa un vistazo a esta guía de Sapore di Cina sobre la Venecia del Este: Suzhou, Zhouzhuang y Tongli. Puedes llegar cómodamente en tren o autobús de largo recorrido y es una buena forma de obtener una visión completa del delta del Yangtzi. De hecho, si Hangzhou da la impresión de ser una gran ciudad que Suzhou trata de imitar, Zhouzhuang y Tongli tienen el encanto de los pueblos antiguos.
Wuzhen
A 90 km de Hangzhou, se encuentra el pintoresco pueblo de Wuzhen (乌镇). Al igual que las ciudades ya mencionadas, Wuzhen es una amalgama de puentes sobre canales llenos de edificios históricos o que al menos mantienen la arquitectura del pasado.
Hay que pagar 150 Yuan por un billete combinado para entrar al pueblo, que consta de dos partes, este y oeste. Además de perderte por sus calles, podrás ver oficios ya desaparecidos y pequeños museos interesantes. Por la noche hay un espectáculo de luces en la parte oeste.
La única manera de llegar desde Hangzhou es en el autocar que parte de la estación Este; puedes optar por una excursión organizada o por el transporte público. Te aconsejo, si vas sobrado de tiempo, que una vez llegues a Wuzhen, vayas hasta Nanxun (南浔), a solo 20 km de allí. Es un destino similar, con algunos edificios destacados. Hay un autobús que conecta cómodamente ambos pueblos.
También desde Hangzhou puedes hacer una excursión (muy cotizada también desde Shanghai), a Moganshan (莫干山). En China se utiliza shan 山 para hablar de montañas, pero también de colinas salpicadas de cultivos de té o bosques de bambú.
Moganshan es del segundo tipo. Pasearás por caminos más o menos señalizados, a veces envueltos en la niebla y hay actividades organizadas que van desde el yoga al ciclismo. Es la típica escapada de fin de semana cuando hace un calor sofocante en la ciudad y uno de los destinos más frecuentados por quienes no pueden permitirse el lujo de viajar a otro lugar.
A Chang Kai-shek y su archienemigo Mao les encantaba esta zona, y es quizás por esa razón que a día de hoy sigue siendo tan popular. Hay algunas mansiones para visitar y el alojamiento es muy agradable aunque a veces algo caro. Moganshan ha sido durante mucho tiempo el hogar de Mark Kitto, autor de China Cuckoo, que decidió pasar su vida en estas laderas.
Si tienes suerte, lo encontrarás en Moganshan Lodge y es una inestimable fuente de información. ¡Lleva tu copia y pídele un autógrafo!
¡Buen viaje!
Photo Credits: Photos by Rita Andreetti
Gracias, Furio, la estaba esperando para un chico que se va de «au pair» a Hangzhou el próximo verano. :-)
Espero que te sea útil.