El mar en Okinawa con el arrecife de coral que traza el horizonte
Si buscas un destino tropical, no demasiado masificado, que aúne el encanto del paisaje, la calidad de las infraestructuras, la bondad de la comida y la magia de las islas, te presento Okinawa y su prefectura, las islas más al sur de Japón, Miyako y Yaeyama. Ah, se me olvidaba, es un magnífico lugar para bucear, ya seas novato o experto, ya que todas las islas están rodeadas por un denso arrecife de coral muy bien conservado.
Mucho más próximas a Taiwan que a la capital de Tokio, Okinawa y sus islas quedan a menudo fuera del clásico tour por Japón, que suele incluir ciudades más famosas al norte. Sin embargo, es un lugar muy diferente, perfecto para cargar las pilas; no es casualidad que esté habitado por las personas más longevas del mundo, y muchos de sus habitantes que superan los cien años de edad pasean por sus calles.
Cuándo ir
El clima de la isla es de tipo subtropical, así que hay temporada de lluvias y tifones, aunque a estas zonas no llegan los monzones. El calor comienza ya en marzo, poco a poco, haciendo que el verano sea insoportable. Por tanto, el clima templado tiene lugar entre marzo y mayo y entre octubre y principios de noviembre.
Vista de Kabira Bay (Isla de Ishigaki) al inicio de la estación lluviosa – Foto de Matteo Bosi
La lluvia comienza en la segunda mitad de mayo, inconstante al principio y caracterizada por su rapidez. Sin embargo, el cielo suele estar cubierto por un manto de nubes que mitiga las temperaturas, por lo que es ideal si tu idea es recorrer la ciudad en vez de tirarte al sol en la playa. Si quieres disfrutar de la luz y el color de las islas, será más complicado porque al sol le cuesta salir en esta época del año.
A principios de mayo sería la época ideal, si no fuera porque coincide con la Golden Week japonesa, y el turismo local aumenta en la zona. También hay una subida de precios considerable y la diferencia con la segunda mitad de mayo es más que notable. Cuidado también con la Silver Week, que cae en la segunda mitad de septiembre y según el calendario hay un puente, por lo que también es temporada alta.
Agosto y septiembre por su parte son meses de tifones, que pueden ser difíciles para quienes no estén acostumbrados a la violencia de las lluvias. Por lo general los turistas siguen el Decálogo de supervivencia que todos los hoteles ilustran en casos como este. Sin embargo, se considera temporada alta por la gran afluencia de turismo extranjero.
Los meses de invierno son fríos, con temperaturas de hasta 15°C,por lo que si puedes elegir, no es el mejor momento para disfrutar de las islas.
Cómo llegar y desplazarte entre las islas
La ruta principal para llegar a la prefectura de Okinawa parte del Aeropuerto de Naha al sur de la propia isla de Okinawa.
Las compañías locales ANA y JAL ofrecen una solución interesante llamada Visit Japan Fare con precios asequibles para vuelos nacionales, hecha para visitantes que llegan a Japón con billete internacional (en este enlace encontrarás información sobre JAL, y aquí sobre ANA).
En mi caso, cuando reservé el vuelo Okinawa-Ishigaki, no me convenía la Visit Japan Fare, que resulta rentable solo si haces escala en una de las principales ciudades de Japón: Tokio (hay unos 20 vuelos al día…), Osaka, Kagoshima o Fukuoka.
Hay vuelos que conectan Naha a China, que salen con frecuencia durante la semana desde Beijing, Shanghai, Hangzhou y Fuzhou.
Los vuelos nacionales son la solución para llegar a los archipiélagos de Miyako y Yaeyama aunque no suele haber muchos (salvo raras excepciones). Llegan a Ishigaki, Yonaguni, Miyako, Yoronto, Okinoerabu, Amami Oshima, la isla Kerama y la isla Daito.
En Okinawa, la playa es el sitio ideal para el reportaje de boda – Foto de Matteo Bosi
Cuidado, en Naha hay dos aeropuertos, y hay que salir del internacional y caminar 5 minutos para hacer escalas nacionales (en el otro, más nuevo y mejor equipado). Al lado se puede observar que está en construcción la nueva terminal, pero durante la redacción de esta guía aún no estaba en funcionamiento.
El aeropuerto está conectado con la ciudad por un cómodo tren, un monorraíl, cuyo trayecto promedio cuesta 300 Yen y es la solución más económica. Si tienes que llegar al norte de la isla, deberás usar los autobuses o autobuses limusina que salen de la terminal o un taxi (a un precio muy alto: los taxis, en general, los recomiendo sólo para distancias cortas). Muchos turistas optan por alquilar un coche directamente en el aeropuerto (hay gran variedad), pero de eso hablaré más adelante.
Para desplazarse entre islas vecinas, hay gran cantidad de ferris, aunque se tarda unas dos o tres horas. En la isla de Okinawa, el eje principal es el Puerto Tomari de Naha, que conecta también el norte de la isla a otras más pequeñas como Kerama, Tokashiki, Aka, Zamami, Kume y Aguni.
En cuanto a las islas Miyako, el aeropuerto homónimo de la isla está a diez minutos de la ciudad de Hirara. Es el de mayor tamaño, y como se mencionó anteriormente, ofrece vuelos nacionales a Naha e Ishigaki, además de Tokio y Osaka. Hay gran cantidad de trayectos.
Para la isla de Yaeyama, tendrás que hacer escala en Ishigaki: en los últimos años, además de las rutas nacionales de Tokio, Osaka, Okinawa, Fukuoka, Chubu, Miyako y Yonaguni, también hay conexiones con Corea del Sur y Taiwán. Como ya hemos dicho, hay gran cantidad de conexiones con las otras islas; muchos turistas utilizan Ishigaki como base para viajar por el archipiélago y la isla se ha adaptado rápidamente a la creciente demanda turística.
En estas islas más pequeñas no hay metro ni tren, por lo que los medios de transporte se limitan al autobús y al taxi. Los servicios no están a la altura y por ello los turistas prefieren alquilar un coche o los servicios de un taxi o chófer, pese a los precios desorbitados.
Visado y moneda
Para entrar en Japón con fines turísticos y por un periodo inferior a 90 días, los americanos y europeos no precisan de un visado con antelación. Se realiza un proceso de registro de llegada mediante la emisión de un sello en el pasaporte. Obviamente, esté debe ser válido y estar en vigor.
En cuanto a la moneda, el Yen, es la única divisa aceptada. Puedes cambiar en cualquier parte, ya sea al salir o al llegar. Se aceptan las principales tarjetas de crédito (VISA, Master Card, etc.), además de la Union Pay china. Te aconsejo que tomes una serie de precauciones en las islas: algunos hoteles más pequeños y B&B aceptan únicamente pago en efectivo, así que infórmate con tiempo. Ocurre lo mismo en algunos restaurantes, sobre todo si no están en el centro. Sin embargo, hay muchos cajeros en las zonas céntricas de las islas. Yo opté por sacar dinero en el aeropuerto y llevar efectivo en el viaje, aprovechando la seguridad generalizada que hay en Japón.
Sanidad
En Japón no debes preocuparte por la calidad de los servicios hospitalarios si te hicieran falta. El problema es más de accesibilidad a los centros; hay ambulatorios menores para cualquier imprevisto del turista y por lo general, los japoneses son muy agradable y dispuestos a echar una mano. Así que, si necesitas que te lleven en coche, casi con toda seguridad podrás contar con la ayuda de los transeúntes.
No hay necesidad de tomar las mismas precauciones que en el sudeste asiático, pero si sientes la necesidad de estar cerca de un centro médico, decídete por las islas y ciudades de mayor tamaño.
Si necesitas un seguro de viaje, echa un vistazo a estos consejos.
Qué ver
La puerta de Shureimon – Foto de Matteo Bosi
Okinawa
La isla de Okinawa (Okinawa onto) es un excelente punto de partida para iniciar tu viaje por el trópico japonés. La razón principal es que aúna historia, servicios, playas y es centro de actualidad con presencia americana.
Es bastante grande y está dividida en cuatro partes: al sur se encuentra la ciudad de Naha, con aeropuerto y puerto turístico. El centro gira en torno al llamado Pueblo Americano, Chatan. Es lugar de recreación y entretenimiento, con diversos complejos turísticos que serpentean a lo largo de la costa hasta llegar a la parte más noroeste, la Península de Motobu y alrededores, con la ciudad de Nago. El resto de la isla está cubierta por selva y los pocos lugares de interés restantes están en la costa, pero son de difícil acceso en transporte público.
Cerca de la ciudad de Naha hay varias atracciones turísticas, o al menos son así denominadas por lugareños y agencias. La mayor parte de ellas está ligadas a los acontecimientos de la Batalla de Okinawa y todo lo que siguió a la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
En mi caso, opté por omitir los monumentos relacionados con la guerra y conmemorativos para dedicarme a visitar el Okinawa Prefectural Museum and Art Museum (410 Yen la entrada a la colección permanente, más billete aparte para las exposiciones temporales): allí se resume la historia del Reino de Ryukyu cuando todavía era un archipiélago próspero e independiente de Japón hasta los acontecimientos de la guerra, el control estadounidense y la presencia masiva del ejército en nuestros días.
Se llega al museo en monorraíl, parada Omoromachi. Si te interesa, se puede visitar el Cuartel General usado durante el ataque (Former Japanese Naval Underground Headquarters), obviamente bajo tierra. Se trata de una experiencia muy interesante.
La mayor parte de las ruinas históricas de Okinawa son gusuku, o fortalezas que antes eran prósperos y enormes castillos, que en la actualidad forman parte del patrimonio mundial. El más visitado (a 660 Yen por adulto), pero no necesariamente el más llamativo, es el Castillo Shuri, que se encuentra prácticamente en la ciudad de Naha. Se puede llegar directamente en el monorraíl tras un breve paseo desde la parada del mismo nombre.
Ha sido reconstruido y está rodeado por un parque muy tranquilo; la parte más interesante es la puerta principal, Shureimon, sobre todo porque aparece en los billetes de 2.000 Yen que, en diez días, no llegué a ver ni mucho menos tocar, por lo que están rodeados de un halo de misterio…
Los otros gusuku son Nagagusuku, Zakimi, Katsuren y Nakijin: el único al que se puede llegar fácilmente en autobús es Katsuren; para los demás, deberás calcular una caminata de al menos veinte minutos (a veces por la montaña) o directamente un coche de alquiler.
Probablemente el más atractivo sea Nagagusuku, situado en el centro de la isla, cuyas ruinas revelan su disposición interna. No muy lejos de allí, se encuentra una de las residencias Ryukyu tradicionales mejor conservadas de la isla, la Nakamura House. Las hay en otros archipiélagos (una en Kumejima, una en Ishigaki y otra en Kerama), pero esta es la más impresionante.
Los jardines de Shikina-en – Foto de Matteo Bosi
Japón también es famosa por sus jardines y los eventos en torno al florecimiento del cerezo (Hanami), que aquí tiene lugar antes que en las islas más al norte; de hecho, comienza en enero. En Naha hay dos jardines muy bien mantenidos, uno en el centro, Fukushu-en (gratis) y otro no muy lejos del Castillo de Shuri, Shikina-en (400 Yen la entrada). También la ciudad de Nago es muy visitada por los cerezos (y por la fábrica de cerveza Orion, la marca local).
Si decides pasar la noche en Naha, podrás disfrutar también del bullicio de algunas calles que recuerdan a los barrios kawaii de Tokio: destaca Kokusai-Dori, una amplia calle llena de tiendas interesantes que por la noche supone un paseo agradable. El domingo está cerrada al tráfico a partir de las 18, pero es un buen sitio si buscas un restaurante (si sales un poco de la calle principal, hay varios en las calles laterales para todos los bolsillos).
Si te interesan lugares más pequeños y pintorescos, con mercados e incluso algún espectáculo de artistas callejeros, dirígete a Heiwa-dori, Mutsumibashi-dori e Ichibahon-dori, mucho más coloridos y …kawaii. No lejos del cruce de calles, encontrarás la llamada Tsuboya Pottery Street, que como su nombre sugiere está repleta de tiendas de cerámica y donde probablemente te conquistará el Shisa, el perro-león de Okinawa, situado en la puerta o en los tejados de las casas (ver más abajo).
Dos Shisa en miniatura – Foto de Matteo Bosi
En realidad, la verdadera atracción de Okinawa que merece la pena ver es, sin duda, el Acuario Churaumi, situado en el interior del Okinawa Ocean Expo Park: es el segundo acuario más grande del mundo y cuenta con impresionantes tanques llenos de peces, cetáceos y mamíferos de innumerables especies.
Hay un avanzado centro de estudios sobre tiburones y varios tanques dedicados a la fauna del arrecife que rodea todas las islas. No te pierdas el espectáculo de los delfines, las tortugas gigantes interactivas, y por qué no, incluso el paseo por el parque tropical. Para visitar el acuario y el parque que lo rodea, tendrás que invertir un día entero, parando a almorzar en el buffet interior con vistas al azul del mar (dos adultos pagan 3.000 Yen por comida, mientras que niños y ancianos disfrutan de precios reducidos).
El tanque principal del Acuario Churaumi – Foto de Matteo Bosi
Se puede llegar al acuario desde Naha es autobús privado o público. Desde el puerto de Tomari se llega a Churaumi por 1.850 Yen con la línea directa Yanbaru Express Bus; el precio de la entrada al acuario es de 1.850 Yen para adultos y 1.230 Yen para niños. Hay varias opciones que combinan el transporte y la entrada, gestionadas por agencias locales. Encontrarás información en los hoteles; pero si vas en temporada alta, te recomiendo que utilices Yanbaru Express Bus, que tarda el mismo tiempo que cualquier otro medio de transporte (porque el camino es el mismo) pero pasa con bastante frecuencia como para poder disfrutar de una visita relajada sin tener que ceñirse a los horarios de grupo. También hay otros autobuses de línea, más baratos, pero que requieren transbordo en Nago (línea 111 hasta la terminal de autobuses de Nago, y luego la línea 65, 66 o 70 hasta el acuario). De cualquier modo, el viaje desde Naha no dura menos de dos horas, ya que, a pesar de la primera impresión, Okinawa es una isla bastante extensa.
Estas son las atracciones más populares de la isla. Como ya he comentado, hay una parte costera rica en pintorescas vistas naturales e inexplorada, especialmente al norte (destacan Cascate Hiji y Cape Hedo). Lo ideal es alquilar un coche y perderse en las carreteras japonesas perfectamente mantenidas. Pero hay varios obstáculos para ello que mencionaré más adelante.
La isla principal de Okinawa ofrece atractivas playas, pero si te alojas en Naha y no dispones de coche, es probable que te las pierdas. Hay que salir para ello de las zonas más masificadas, y aunque estas playas son de gran belleza, en estas zonas hay paraísos especialmente atractivos para escapar de la ciudad.
Para llegar a lugares tranquilos donde escaseen los complejos turísticos, tendrás que ir al norte, a Okuma Beach, o probar en las cercanías del pueblo Onna, donde se encuentra Maeda. Para familias, aconsejo Araha Park Beach y Zampa Beach.
En general, se puede acceder a las playas turísticas, algunas de pago, que son, obviamente, las que mejores servicios ofrecen. No todas las playas, especialmente las menos frecuentadas, ofrecen duchas, baños, guardacostas o redes anti-medusas. Sin embargo, son las menos exploradas… La elección es tuya.
Espectáculo de delfines… ¡y no solo en Churaumi! – Foto de Matteo Bosi
El mejor lugar para bucear no es la isla de Okinawa, sino la cercana Kerama, a la que se llega cómodamente en ferry. Kerama es famosa porque entre enero y abril es un lugar de avistamiento de ballenas que pasan por la zona al migrar, y puedes unirte a excursiones en barco para ver a estos enormes mamíferos en su ambiente natural. Los “avistadores» hacen correr la voz permitiendo a los barcos llegar al punto de encuentro de los cetáceos para que ningún turista quede descontento. ¡Japón es una maravilla!
Suelen hacerse excursiones a Zamami-jima por ese motivo; la isla se recorre cómodamente en bicicleta y hay playas dignas de mención en todas partes. Desde Okinawa, el ferry que conduce a Zamami para también en Aka-jima, otro lugar de playas cristalinas.
Para los amantes de las caminatas, Geruma-jima es más salvaje y menos visitada. Está unida a Aka por un largo puente sobre el agua.
Todas las islas de Kerama ya nombradas y la mayor de ellas, Tokashiki, ofrecen servicios de buceo. También puedes ir directamente al sitio y buscar la agencia más fiable. Suelen estar por lo general cerca del puerto de llegada o en los pueblos centrales.
Islas Miyako
Vista de las islas Miyako – Foto de Matteo Bosi
El archipiélago de las Miyako, se compone de ocho islas, algunas insignificantes, y es uno de los mejores destinos para el buceo y el snorkel. Se ve claramente en sus playas que no es un lugar de vacaciones tan masificado como Okinawa y las islas Yaeyama. Pero, aunque parezca sorprendente, Hirara, la ciudad principal, está llena de locales y la vida nocturna no es tan aburrida como cabría esperar.
Es posible desplazarse en bicicleta y no hay grandes cuestas que dificulten el trayecto; es además barato, ya que el transporte público es muy limitado y funciona solo en Hirara y en los principales lugares turísticos.
En la ciudad no hay mucho que ver, solo algún monumento relacionado con la guerra. Tal vez te resulte interesante el Jardín Tropical (Miyako-jima City Tropical Botanical Gardens) de entrada gratuita y que se encuentra a 4 kilómetros de la ciudad. Hay otro parque, esta vez de fauna marina, el Miyako Underwater Park, pero no esperes nada parecido al Acuario Churaumi de Okinawa. Para familias, está el Miyaka Crafts Workshop Village donde también hay disponibles cursos para aprender a forjar productos de la tradición Ryukyu; más al norte se encuentra el German Culture Village Ueno, de interés discutible, pero con actividades para los más pequeños.
Las playas más cercanas a Hirara son Painagama y la famosa Sunset Beach.
Al norte de la isla, hay un pueblecito dedicado a la producción de sal: en Karimata encontrarás la sal más mineralizada del mundo, que puedes adquirir allí. Al norte de Karimata hay una isleta que rodea Miyako, conectada por un largo puente (en esta parte de Japón, abundan este tipo de puentes). Se trata de Ikema-jima. Algo más lejos, se encuentra Ogami-jima. Otro puente y otra isla: Kurami-jima al sur.
Al este, casi frente a Hirara, encontramos Irabu-jima y Shimoji-jima, conectadas entre sí. Desde Hirara parten diversos ferris a Irabu (15 minutos). En ambas islas, las playas son maravillosas: recuerda estos tres nombres, Sawada, Toguchi y Nakanoshima. Hay muchas cuevas de piedra caliza que pueden explorarse bajo el agua. El punto más visitado es Tori-ike, dos piscinas de agua conectadas al mar abierto, por cuya forma se las conoce como «ojos de dragón». Hay una leyenda al respecto relacionada con sirenas…
Por último, las otras playas dignas de mención de Miyako son sin duda la famosa Yonaha Maehama Beach al sur, y luego al oeste, cerca de la Higashi Henna-zaki, con vistas espectaculares, la playa Boraga.
Islas Yaeyama
Las Islas Yaeyama están entre las más visitadas al sur de Japón; algunos las consideran el paraíso por antonomasia de todas las islas subtropicales del País del Sol Naciente. ¡Y no sin motivo!
En mi opinión, lo más sensato es elegir isla para pasar la noche dependiendo de la naturaleza de tus vacaciones, y desplazarte en ferry para visitar las demás: en cada una puede hacerse al menos una excursión de un día. Pertenecen a este archipiélago 17 islas, pero solo haremos mención a las más famosas. Empezamos por la isla principal, Ishigaki.
El mercado de pescado de Ishigaki – Foto de Matteo Bosi
Ishigaki es una isla relativamente grande, por lo que hace falta un medio de transporte para desplazarse por ella. Cuenta con una red de autobuses mediocre, pero si no vas a alquilar un coche, podrás sobrevivir y visitar la isla con los autobuses locales, al menos sus puntos principales. La estrategia es hacer noche en Ishigaki City, que es el centro principal para cualquier desplazamiento por tierra, mar o aire. Cuenta con hoteles adaptados a todos los presupuestos, restaurantes, supermercados y hay sitio para la vida nocturna.
Cualquier otro lugar de la isla es mucho más… aislado. Si no deseas quedarte en las zonas más turísticas, puedes dirigirte al norte a la maravillosa Kabira Bay, considerada una de las mejores playas de todas las islas Yaeyama; al este de la zona de Shiraho, o de nuevo al norte, incluso al extremo, hay litorales más tranquilos para vacaciones meditativas.
Ishigaki City cuenta con varios puntos de atracción turística, entre los que destaca una residencia tradicional Ryukyu, Miyara Donchi (infórmate primero de los horarios de apertura en tu hotel). Cuenta con formaciones calcáreas explorables, Ishigaki Limestone Caves, impresionante sobre todo por la velocidad de formación de estalactitas y estalagmitas. Por desgracia, están iluminadas de forma vulgar con luces navideñas… En pleno centro hay un paso de peatones donde se encuentran las tiendas para comprar recuerdos y demás.
En la ciudad, no puedes dejar de probar la ternera de Ishigaki: este tipo de ternera, criada en la zona, produce una variedad particular de carne muy tierna y de gran sabor. Al otro lado de la carretera desde el puerto, hay un local de comida rápida (compuesto por una simple vitrina y dos mesas en cruz en la acera), que ofrece hamburguesas típicas a precios muy económicos. Cerca de allí, si quieres rematar tu hígado, recomiendo una panadería que vende una especie de donut no frito relleno de crema y cubierto de chocolate; lo reconocerás por el patio con mesas y el enorme cartel hecho de donuts que hay colgado fuera.
El fast food frente al puerto de Ishigaki – Foto de Matteo Bosi
Para llegar a las mejores playas, tendrás que programar muy bien el trayecto en autobús si dependes del transporte urbano. Un bono de 5 días cuesta 2.000 Yen, mientras que el bono de día sale por 1.000 Yen. En la terminal tienen las tablas de horarios en inglés: tardarás una media hora en comprenderlo, pero luego te darás cuenta de que es muy sencillo porque no hay muchos autobuses.
Como decía, Kabira Bay es un lugar impresionante, pero está prohibido el baño. Si quieres meterte en el agua, tendrás que salir a escondidas a los laterales de la bahía central y esperar que te dejen en paz. Preservan la bahía porque allí cultivan perlas negras, y abundan las excursiones en barco, que llegan hasta los arrecifes cercanos y permiten ver los peces tropicales sin mojarse. Es interesante para quienes no pueden permitirse explorarlo de primera mano.
Además, en la misma zona se encuentra la menos conocida playa de Taboga: es una pequeña lengua de tierra muy tranquila, que suelen frecuentar los habitantes de la isla. Si quieres ir, tendrás que encontrar a alguien que te explique cómo llegar. A poca distancia está la playa de Sukuji, muy segura para los niños, pero totalmente desaconsejable para bucear. En la costa norte Yonehara tiene mucha fama y ofrece gran cantidad de servicios. Una playa más lejana y de difícil acceso es Sunset Beach. Al sur, cerca del aeropuerto, se encuentra el pueblo de Shiraho con una larga lengua de tierra, interesante para el snorkeling. Por su parte, la playa del ANA Intercontinental más al sur es muy frecuentada.
La playa de Taboga al norte de la isla de Ishigaki – Foto de Matteo Bosi
Si alquilas un coche, podrás ir al “extremo” norte de la isla, Hirakubozaki, y bajar hasta Shiraho recorriendo una de las calles costeras con las mejores vistas subtropicales de la isla.
En torno al Monte Omoto, cerca de Yonehara, hay posibilidad de hacer excursiones interesantes y un parque dedicado a las palmeras cerca de la playa.
Desde Ishigaki parten ferris a otras islas del archipiélago. La más cercana es la adorable Taketomi. La isla se visita a pie (si el sol lo permite), en bicicleta o a bordo de carros tirados por búfalos de agua. El pueblo central de la isla ha conservado a lo largo de los años la arquitectura típica y hay una estricta regulación para las edificaciones nuevas. Es posible pasar la noche en la isla en algunas de estas hermosas casas que han sido convertidas en minshuku (ver abajo). La mitad de la isla no puede visitarse porque está dedicada al pastoreo de las famosas vacas de cuya carne he hablado ya, pero la otra mitad ofrece al menos dos playas muy interesantes, Kondoi y Kaiji. La primera es una «simple» playa de arenas cristalinas, mientras que en la segunda, rebuscarás entre los granos de arena para encontrar algunos con forma de estrella, característicos de esta playa y de la que hay enfrente, Aiyaru.
Taketomi es ideal para una excursión de un día desde Ishigaki, pues es pequeña y de fácil recorrido.
Más lejos de Ishigaki (a unos 30 minutos desde el puerto de Ohara) se encuentra la isla más grande de la zona tras Okinawa, Iriomote. Es la más salvaje y visitada por quienes quieren practicar senderismo. El 90% de su superficie está cubierta de jungla y protegida por el Iriomote National Park. La planta típica de esta zona es el manglar, y en Iriomote podrás explorar bosques de manglares subiendo en barca por los dos ríos que la atraviesan: Nakama y Urauchi. Las excursiones en kayak con guía también te conducirán al centro de la isla y la selva.
Uno de los carros tirados por búfalos de agua en la isla de Taketomi: el conductor espera a que el búfalo haga… ¡pipí! – Foto de Matteo Bosi
El sendero más famoso a pie es el que atraviesa la isla, una distancia de 20 kilómetros que abarca todo un día. Aunque es muy popular, no deja de ser una caminata por la selva y hay que ser consciente de los riesgos: en particular, podrías cruzarte con el típico Iriomote wild cat (especie de gato salvaje), aunque mucho peor sería el ‘encuentro’ con la serpiente Habu, que a pesar de su simpático nombre, es peligrosa. Hay información y advertencias por toda la isla, al igual que en el caso de medusas y peces con los que se debe evitar todo contacto.
También hay rutas de senderismo más cortas y bien delimitadas, por ejemplo, del norte a Uehara para visitar las cascadas Pinaisara. Si tienes intención de alojarte en Iriomote, es muy probable que elijas Uehara como base por todo lo que ofrece la ciudad y la accesibilidad de las actividades circundantes. No hay gran presencia de transporte público, a excepción de una línea de autobús que sube y baja la carretera de la costa, la única que hay.
En Iriomote puedes atravesar en carros tirados por búfalos de agua el camino que une Iriomote con Yubu. Cuando la marea está baja, el agua llega a los tobillos, pero parece ser que los carros tienen el monopolio de la travesía y es casi imposible hacerla a pie…
Iriomote, además de las playas, entre las que destacan la Star Sand Beach y la Moon Beach (perfecta para familias), ofrece también un onsen dentro de un hotel al que se puede acceder sin necesidad de pasar la noche: Busca el Nature Hotel Painu Maya Resort.
El resto de islas no ofrece tantas actividades como las anteriores, aunque algunas merecen mención especial. La pequeña Kuroshima es interesante para quienes quieran observar el fenómeno de las tortugas poniendo sus huevos. El Kuroshima Reaserch Center organiza visitas durante el verano, pero es necesario reservar. El resto ofrece impresionantes playas (Nakamoto y la West Beach) y se puede explorar en bicicleta.
A media hora de trayecto desde Ishigaki, se encuentra Kohama, un pequeño islote montañoso que puede explorarse en bicicleta teniendo en cuenta el desnivel. Kohama es el punto de llegada del Manta Way, un corredor de agua entre la Isla de Iriomote que durante la primavera y el otoño se llena de mantas raya en busca de plancton. Muchos amantes del buceo vienen a probar la experiencia de nadar con las mantas.
La playa más grande de Taketomi, Kondoi Beach – Foto de Matteo Bosi
El punto más meridional de Japón es la isla de Hateruma, con un monumento que aparece siempre en las fotos de recuerdo de los turistas. Se llega a esta isla en un trayecto en ferri de una hora desde Ishigaki, y ofrece una bonita playa cerca del puerto, Nishihama, casi la única sin contar la playa más oculta de Pemuchi. La isla es un lugar perfecto para observar el cielo despejado lleno de estrellas (de hecho, hay un observatorio).
El punto más remoto de Yaeyama es Yonaguni, igualmente distante de Ishigaki y Taiwan (se puede ver la TV taiwanesa desde aquí); se llega en ferri desde Ishigaki, pero es preferible el avión (hay vuelos desde Naha). Yonaguni es un lugar muy frecuentado por submarinistas japoneses, sobre todo expertos, que llegan a esta zona para admirar el Monumento de Yonaguni, una construcción sumergida que ha sido objeto de estudio durante mucho tiempo, ya que lleva las huellas de una civilización que data de hace unos 10.000 años (hay estalactitas y restos de flora y fauna sumergidos). Obviamente, hay quien ha especulado con una intervención extraterrestre. Sea cual sea la explicación, se trata de una zona misteriosa, frecuentada sobre todo por submarinistas expertos debido a las corrientes que dificultan el buceo a los menos diestros. Si te interesa la naturaleza, es también un buen sitio para avistar tiburones martillo.
¿Qué isla elegir?
Un pez fotografiado durante una inmersión en Ishigaki – Foto de Matteo Bosi
- Eres un nadador y te apasiona el submarinismo: Ishigaki es el sitio adecuado para ti porque además de contar con playas excelentes junto al arrecife, te permite desplazarte a otras islas para explorar las maravillas del entorno.
- Eres buceador: Iriomote es menos transitada y también ofrece perspectivas interesantes en este ámbito; según la época del año, si eres buceador experimentado, puedes aventurarte hasta Yonaguni. Pero si no quieres ir tan lejos, Kerama cuenta con una buena organización y está a un paso de Okinawa.
- Eres, bueno no, sois una familia con niños: Okinawa es una isla que ofrece numerosos servicios y un acuario espléndido y memorable; pero si sois de los que no os alejáis de la playa ni un momento, aconsejo Ishigaki, más tranquila y con una amplia oferta de hoteles junto al mar. Miyako es una buena alternativa para combinar playa y actividades no demasiado sedentarias (aunque no con la calidad de Okinawa).
- Eres más asocial y en vacaciones buscas la paz de los sentidos: prueba con Taketomi: cuando por la noche se marchen los turistas del día, solo quedaréis las estrellas y tú.
- Eres del tipo “me gustan las vacaciones pero si por la noche puedo irme de cervezas… ”: prueba con Okinawa, preferiblemente la zona central cercana al Pueblo Americano, donde se reúne la juventud del lugar; Miyako también ofrece bastante actividad.
- Buscas una escapada romántica: en mi opinión, no pueden faltar las estrellas, así que evita la estación de lluvias y refúgiate en Kabira Bay, en Ishigaki. Eso en caso de que quieras contacto con la civilización; si prefieres mayor aislamiento, Kohama y Hateruma son mejor elección.
- Eres hiperactivo: Iriomote es sin duda el destino más adecuado, ninguna otra isla ofrece tantas actividades deportivas tan cerca. Y si te cansas, siempre puedes hacer una pausa en búfalo.
- No tienes coche (o moto): Okinawa e Ishigaki son las únicas opciones que puedo aconsejarte; el resto de islas son muy difíciles de explorar en profundidad si dependes del transporte público.
- Eres un amante de la naturaleza: bueno, aparte de Okinawa que cuenta con mayor afluencia de visitas, cualquier otra isla tiene rincones maravillosos. La mejor selva es la de Iriomote, sin ninguna duda.
Otros consejos y sugerencias
Ahora llegamos a un tema muy importante: Cómo alquilar un coche en Japón. Para conducir un coche o una moto en Japón, un extranjero debe tener el carné de conducir internacional. No vale el permiso de conducir traducido. No es necesario hacer ningún test, pero debes pedirlo a la DGT.
Al navegar por Internet, sin embargo, encontrarás información contradictoria; en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, que es la fuente oficial en estos casos, señala que ha habido un cambio a partir de 2013 aunque parte de la información en la red se refiere a la situación anterior.
El mayor problema es que no todos los alquileres siguen la regulación y es bastante confuso: muchas veces nos pedirán el permiso de conducir japonés para alquilar una moto. Así que digamos que la legislación establece eso, pero todo depende del arrendatario. Por lo tanto, lo más inteligente es alquilar el coche a empresas más grandes o cercanas al aeropuerto, o buscar de antemano en Internet a dónde dirigirse.
El perro-león hembra de la pareja, apostado en el tejado de una casa en Taketomi – Foto de Matteo Bosi
Al alquilar un coche, has de recordar llevar ambos documentos, el internacional y el de tu país. Los aeropuertos están llenos de empresas que ofrecen alquiler de vehículos, pero otra opción a tener en cuenta es el alquiler anticipado. El seguro viene estipulado en el alquiler. ¡Recuerda que se conduce por la izquierda!
Si quieres evitarte el problema de la licencia, tendrás que confiar en tus piernas y en el autobús. Utilizar los autobuses en esta parte de Japón es muy fácil: cuando subas, el conductor te indicará que retires un billete (o le muestres el bono). En el billete hay un número que corresponde a tu parada. Por lo general, dos enormes pantallas colocadas sobre la cabeza del conductor te ayudarán a entender cuál es la siguiente parada (escrita en caracteres tradicionales, kanji e Inglés).
Cuando sea el momento de bajar, es necesario comprobar en el recuadro del número de tu billete el total que, si coincide, insertarás directamente en la puerta que funciona con monedas junto al conductor. Si no tienes prisa, puedes cambiar billetes en el autobús en la máquina que hay junto al conductor.
Recuerda respetar los tiempos de subida y bajada: se sube solo con el autobús parado, se paga, se baja y cuando todos lo han hecho, se sube, dando preferencia a quienes llegaron a la parada antes que tú. Por lo general, la puerta del medio no suele abrirse por lo que se usa para almacenar el equipaje. ¡Ni se te ocurra sentarte en los asientos reservados!
En cuanto a los taxis, como en todo Japón la puerta del acompañante se controla desde el interior, por lo que es el conductor quien te deja subir. Por lo general, es bueno llevar la dirección de destino escrita en caracteres para evitar malentendidos. Los taxis son relativamente caros y un trayecto de quince minutos por las islas cuesta entre 600-800 Yen.
Daremos ahora un rápido repaso a los aspectos más típicos de Okinawa. Verás por todas partes en las entradas y tejados de las casas una especie de perros-leones que van siempre en pareja, uno con la boca abierta (la hembra, que propaga el amor) y otro con la boca cerrada (el macho, que ahuyenta el mal). Se les llama Shisa y son muy típicos de estas islas hasta el punto de que, al visitar la calle de la Cerámica en Naha, no podrás resistirte a comprarlos.
El helado Zenzai y la entrada de Mutsumibashi dori – Foto de Matteo Bosi
En cuanto a la comida, además de la ya citada ternera de Ishigaki, Okinawa es famosa por el goya y la patata dulce Beni Imo. Ambos se consideran factores responsables de la longevidad de los habitantes de esta isla. El primero es un melón tan amargo que suele prepararse en la típica ensalada salteada, el Champuru. El segundo es un tubérculo dulce sabroso. En cuanto a los dulces, en las islas de Okinawa se prepara una especie de helado muy similar al que se puede encontrar en Taiwán. Aquí se llama Zenzai y se compone de hielo picado, a veces enriquecido con siropes, habichuelas rojas y arroz glutinoso, con un sabor muy particular.
Para finalizar la comida, viene bien un poco de Awamori, un aguardiente blanco con mucho alcohol que se bebe diluido en agua fría. Si es demasiado fuerte para ti, prueba la Orion, la cerveza local ligera que se sirve fría y que cuenta con una versión sin alcohol.
Dónde alojarse
Advertencia: A menudo sucede que las habitaciones dobles tienen en realidad una cama a la francesa. Además, debes estar atento al reservar para saber si se trata de una cama de estilo occidental o japonesa.
(Para comprender la diferencia, echa un vistazo a nuestra guía de Tokio)
Por último, no esperes espacios amplios en las habitaciones ni en los baños, que a menudo son del tamaño de los de los aviones. Pero te acostumbrarás.
¡Aquí encontrarás las mejores opciones para alojarte en Okinawa!
Las maravillosas tortugas del Acuario Churaumi – Foto de Matteo Bosi
Una de las viviendas más típicas y populares de las islas recibe el nombre de minshuku. Son a menudo pequeñas pensiones situadas dentro de las casas tradicionales, que también sirven comidas. Son la solución ideal en las islas más pequeñas y una forma de estar en contacto con la tradición local.
Obviamente también hay hoteles que se adaptan a todos los bolsillos. Tanto Naha como Ishigaki ofrecen una amplia selección: lee las distintas secciones para elegir dónde prefieres pasar la noche dependiendo del tipo de vacaciones que tengas pensadas.
Las familias suelen alojarse en los resort que pululan por todas partes, incluso en islas pequeñas. Se sitúan en las playas, ocupando las más atractivas. En ciertas zonas, como al norte de Ishigaki, son prácticamente la única forma de acceder a lugares más recónditos, aislándote de las rutas más frecuentadas. Los centros turísticos y hoteles suelen contar con servicio de transporte directo a los aeropuertos.
No tendrás problemas de limpieza en ninguna parte y te recomiendo respetar las reglas de los minshuku y B&B en cuanto al uso de zapatillas o al volumen de la voz.
Llegados a este punto, sólo puedo desearte lo mejor en estas maravillosas islas llenas de gente amable que harán tu estancia inolvidable.
Si tienes alguna duda o pregunta, ¡deja un comentario!
Hola! viajo a Japón en abril y finalizo mi viaje de 1 mes en Okinawa (estariamos en la prefectura 5 dias). Queria saber en dónde me conviene alojarme (en la isla principal o en alguna de las cercanas), lo que buscamos es un lugar cercano a una bella playa donde descansar. La idea seria usar el transporte publico. El vuelo llega y sale desde Naha.
Desde ya, muchas gracias.
Si quieres un lugar tranquilo, quizás las islas cercanas sean una mejor opción. Pero depende del tiempo que dispongas
Me gustaria unas listas donde la arena fría y el agua templada me haga recordar a los cayos Los Roques de Venezuela. Paradisíaca donde pueda estar en el agua sin problemas.
No me interesa el buceo sino el descanso y el sol. Y cuántos dias y que estructura de hoteles me conviene estar.
Quizás te convenga más ir a otros lugares como Tailandia o Bali donde hay resorts
HOLA… nos vamos 10 dias en septiembre. nos recomendarías estar 3 o 4 días en naha, 2 en una isla y otros 3 o 4 en Nago por ejemplo. si es así que isla??? No queremos conducir por la izquierda.
Y como puedo llegar a Ogimi? Creo que hay bus que sale de Nago pero no veo horarios
mil gracias
El itinerario me parece bien sobre que isla elegir depende de de lo que queráis hacer creo que el artículo es lo suficientemente detallado para que podáis escoger una.
Los horarios y rutas de los buses los encuentras aqui
hola!!! Que tal Okinawa a finales de Noviembre?
A finales de Noviembre el tiempo es agradable pero puede ser un poco frío para bañarse
Sigo con la locura en la cabeza de localizar un lugar para dedicar el resto de mi vida a la tranquilidad fisica y mental.
Algunos elijen un Monasterio muy respetable esa elección.
Siempre me ha seducido Japon y sus Aldeas olvidadas llegando ha calificar como Mediavales
Conoces algun lugar tan especifico?
Un cordial Saludo.
Lo siento Ramón no creo que te pueda recomendar ningún lugar como el que buscas.
Hola! Estoy organizando mi viaje a japón con una amiga y queremos saber qué recomendas Okinawa o Ishigaki???…tenemos una semana y podríamos alquilar auto..tenemos programado ir en Mayo…recomendas la aerolinea flypeach?? gracias!
Si buscas un lugar menos turístico y te gusta el buceo, seguro que es mejor ir a Ishigaki y las islas cercanas. Pero si buscas un destino cómodo seguramente Okianwa es mas fácil para viajar
Hola! Estoy organizando el viaje a Japón y no estoy segura de cuantos dias dedicarle a Okinawa. Crees que con 4 días estaremos bien?
Muchas gracias!
saludos.
Cuatro días está bien pero Okinawa da para más días si quieres