Huanglong (黄龙) es uno de los parajes naturales más hermosos de China. Situado al norte de la provincia de Sichuan, a 380 kilómetros de Chengdu, es sin duda una visita imprescindible en el oeste de China.
El atractivo principal es la cadena de piscinas naturales llenas de agua completamente transparente que recorren el valle del Dragón Amarillo. Estas piscinas ofrecen un espectáculo único de terrazas de color turquesa rodeadas por un denso bosque. Aparte de las hermosas piscinas, en el parque natural encontraréis cascadas y aguas termales, además de contar entre su fauna con osos panda gigantes y langures dorados, una especie de primate endémica de China que se caracteriza por su pelaje dorado y cara azulada. Eso sí, no son fáciles de ver.
Este bonito valle rodeado de picos nevados forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1992. En la última década, y gracias a la gran fama del cercano valle de Jiuzhaigou, el turismo se ha desarrollado mucho, eliminando muchos de los obstáculos que hacían de esta visita toda una odisea no hace mucho.
Nota: desde el terremoto del 8 de agosto de 2017, el parque de Jiuzhaigou permanecerá cerrado hasta que la zona quede completamente asegurada, pero los daños en Huanglong fueron escasos, por lo que reabrió al público a los pocos días.
Cuándo ir
La entrada al valle de Huanglong se encuentra a 3.200 metros sobre el nivel del mar y la Piscina Multicolor, el punto más alto de la visita, está a 3.570 metros, por lo que cuenta con clima de alta montaña, con inviernos muy fríos y veranos suaves.
Durante el invierno, la falta de precipitaciones y el frío tienden a vaciar algunas piscinas por lo que entre diciembre y abril es la temporada en la que el paisaje es menos atractivo. Sin embargo, cuando el paisaje se cubre de nieve, el azul de las piscinas resalta aún más que en primavera.
En mayo, el paraje natural recupera todo su esplendor cuando las primeras lluvias y el deshielo empiezan a aportar más agua. Las piscinas empiezan a llenarse de agua clara y los árboles del denso bosque recuperan su verdor.
La temporada alta de visitantes comienza en junio y acaba a finales del otoño, cuando las piscinas empiezan a vaciarse por falta de agua. Los meses de septiembre y octubre son los más bonitos ya que los bosques se llenan de hojas rojas y las probabilidades de tormenta son mucho menores. Por ello, suelen ser los meses en que más turistas reciben.
Cómo llegar y moverse
Estando el valle al borde de la Meseta Tibetana y alejado de los principales núcleos urbanos, la forma más cómoda de llegar a la zona es en avión, aunque la carretera desde Chengdu ha mejorado mucho en los últimos años.
Avión
El Aeropuerto de Jiuzhai Huanglong (九寨黄龙机场) es el principal aeropuerto del condado de Songpan y es la mejor base para visitar tanto Huanglong como Jiuzhaigou. Es un aeropuerto pequeño y conecta la zona con Chengdu, Beijing, Chongqing, Shanghai y Guangzhou. En temporada alta también hay vuelos a Xi’an, Guiyang y Hangzhou, aunque con una frecuencia mucho menor. En general, suelen ser más baratos los vuelos desde Beijing o Shanghai que desde la cercana Chengdu, un dato interesante que tener en cuenta al planificar la visita.
El aeropuerto se encuentra a 53 kilómetros de la entrada del valle de Huanglong, por lo que una vez en el aeropuerto será necesario contratar los servicios de un taxista para llegar hasta el parque.
Carretera
El trayecto en carretera desde Chengdu ha mejorado mucho en los últimos años, y ahora se pueden recorrer los 380 kilómetros que separan la capital del parque en aproximadamente seis horas.
Asimismo, varias compañías de autobuses realizan el trayecto desde las principales estaciones de autobús de Chengdu, realizando paradas en distintas poblaciones del condado de Songpan.
Moviéndote por el condado de Songpan
Los tres principales puntos del condado son el aeropuerto, el valle de Jiuzhaigou y el valle de Huanglong. El trayecto entre las entradas de ambos valles es de 145 kilómetros por carretera (aproximadamente 4 horas). Es común visitar estos dos valles en una misma visita a la zona y, dadas las distancias, el transporte local es un punto esencial de la preparación del viaje.
El precio del taxi variará mucho dependiendo de la temporada, del recorrido y de los días para el que lo contrates ya que es común contar con el mismo taxista para todos los días de visita de la zona.
Muchas web chinas ofrecen la posibilidad de contratar estos servicios de antemano, pero como la mayoría de los conductores solo hablan chino, os recomendaría que acordéis un precio con vuestro hotel.
Como ejemplo, el precio más común que se puede conseguir para ir del aeropuerto al parque ronda los 500 Yuan (solo ida), pero contratando el servicio por adelantado e incluyendo los trayectos desde el aeropuerto a Jiuzhaigou, de Jiuzhaigou a Huanglong y de aquí al aeropuerto (4 días en total), apenas supera esa cantidad.
Asimismo, hay un servicio de autobuses turísticos que recorren los principales puntos turísticos de la zona.
Dónde alojarse
El desarrollo turístico del condado ha atraído a numerosas cadenas hoteleras y ha fomentado la aparición de numerosas casas de huéspedes y pequeños hoteles. Sin embargo, dadas las difíciles condiciones geográficas de Huanglong y la distancia a las poblaciones más cercanas, la mayor parte de la oferta hotelera se encuentra a más de 50 kilómetros.
Si aparte de Huanglong vas a visitar el valle de Jiuzhaigou, la mejor opción es quedarse en alguno de los hospedajes que se encuentran a la entrada de este valle. Allí encontrarás desde hoteles de las principales cadenas internacionales hasta lugares más económicos. La mayor parte de la población de la zona es de etnia tibetana, por lo que la mayoría de los hostales y casas de huéspedes están construidos con la arquitectura característica de la zona, lo cual siempre es un punto extra frente a otros hoteles más genéricos.
En caso de que la visita vaya a limitarse a Huanglong, la mejor opción es alojarse en Chuanzhusizhen, la ciudad más cercana al valle. Ésta cuenta con algunos hoteles y bastantes restaurantes y centros comerciales donde abastecerse para la visita al parque.
Como en otras zonas menos desarrolladas de China, recordad que es muy importante tener en cuenta que no todos los hospedajes permiten alojar extranjeros. No olvidéis comprobar que el sitio que elegís tiene esta autorización para evitar sorpresas de última hora, especialmente si escogéis alguna de las opciones más económicas.
Clica aquí para ver los hoteles en Jiuzhaigou y aquí para ver los hoteles en el condado de Songpan
Qué hacer en Huanglong
Aunque el área protegida es muy extensa y cubre varios valles, la principal zona de interés es la del valle que da nombre al parque natural. El valle de Huanglong cuenta con un camino claramente delimitado desde la entrada principal en la parte más baja hasta las piscinas más altas, por lo que, aunque la mayoría de la información que encontraréis está solo en chino, no tiene pérdida. La entrada al parque cuesta 200 Yuan desde el 1 de abril al 15 de noviembre y 60 el resto del año.
El camino desde la entrada principal hasta el punto más alto de la visita es de aproximadamente 4 kilómetros, con un desnivel de 370 metros. Todo el trayecto se realiza por caminos de cemento y madera, por lo que, pese al gran desnivel y los continuos escalones, es perfectamente practicable. De todas maneras, dado que el camino de subida y bajada es el mismo, os cuento un pequeño truquito: si en vez de usar la puerta principal, avanzáis 500 metros más por la misma carretera, encontraréis una puerta secundaria que cuenta con un funicular que os dejará muy cerca de la cumbre. El precio es de 80 Yuan y os ahorrará la parte más dura de la visita. Al fin y al cabo, podréis disfrutar de los mismos paisajes durante la bajada.
Las principales atracciones durante el recorrido están consisten en distintas formaciones de piedra caliza. Al disolver el agua esta piedra, los depósitos forman el travertino, una roca de capas paralelas y pequeños huecos, de tonos amarillentos y de aspecto suave. En circunstancias especiales, esta roca puede formar piscinas como las de Huanglong, que también podemos encontrar en Pamukkale (Turquía) o Baishuitai (Yunnan, China). Aunque el camino no tiene pérdida, os guiaré siguiendo el curso del agua, desde arriba hasta abajo destacando los puntos principales:
Una de las ventajas de subir en el teleférico es que, al llegar, tendréis una vista panorámica de todo el valle. En el camino de 500 metros en llano desde que os bajéis del teleférico hasta que lleguéis al inicio de la visita encontraréis varios miradores desde donde ver el gran contraste de la piedra caliza blanca, las piscinas azules y los bosques verdes.
Al acabar el camino, os encontraréis en el margen occidental de las Piscinas multicolor (五彩池). Esta zona cuenta con casi 700 piscinas y es una de las zonas más vistosas de todo el recorrido ya que en ellas veréis reflejados los picos nevados que rodean el valle, ofreciendo una gran variedad cromática. Hay varios miradores a distintas alturas para poder disfrutar el paisaje en todo su esplendor. Os recomiendo que subáis al punto más alto, en la margen oriental de estas piscinas para tener las mejores vistas panorámicas.
En un paisaje tan bonito, no podían faltar los edificios religiosos donde adorar a los dioses que protegen la montaña. En la parte más alta, justo a los pies de las piscinas multicolores, encontraréis el Templo Antiguo de Huanglong (黄龙古寺). Aunque ha sido recientemente reformado, merece la pena entrar, especialmente para admirar las puertas, un gran ejemplo de la arquitectura religiosa china. Además, las vistas son inmejorables.
Los 500 metros que separan el Templo Antiguo y el Templo Medio (黄龙中寺) son, quizás, los menos atractivos de todo el trayecto, pero no os desaniméis que aún os queda por delante un gran espectáculo. Alrededor de este segundo templo encontraréis algunos puestos con comida y botellas de oxígeno.
Tras esta pequeña parada para descansar, aún os quedan por delante algunas de las principales atracciones del parque. El serpenteante camino os llevará a las amplias piscinas de Zhengyan (争艳池), a las más escalonadas piscinas Azalea (娑萝映彩池) y a la Piscina Reflectante (明镜倒映池), que recibe este nombre porque que en sus aguas se reflejan perfectamente las montañas que rodean el valle, convirtiéndolo en un punto de parada obligatoria.
Mientras bajáis, no dejéis de echar vistazos atrás, ya que el paisaje va cambiando continuamente y no dejaréis de encontrar vistas únicas tras cada desnivel.
Más adelante, os espera una sorpresa, ya que en las piscinas Bonsai (盆景池), encontraréis numerosos árboles creciendo en las propias lagunas. En invierno, cuando estos árboles carecen de hojas y las raíces se ven a través del agua, tienen un toque misterioso que realmente te cautivará.
Tras este espectáculo, se produce un impresionante cambio de paisaje: la roca sedimentada deja de formar piscinas y se acumula más homogéneamente, creando una pared de travertino inclinada conocida como las Siete Milas de Arena Dorada (七里金沙). Aquí el agua cae irregularmente y apenas se aprecia su recorrido.
Este curioso paisaje de más de un kilómetro de longitud está interrumpido por algunas cataratas, siendo la del la de la Plataforma del Loto (莲台飞瀑) la caída más alta con sus 45 metros y la del Vuelo Maravilloso la más amplia con sus 68 metros de ancho.
En esta zona, ya cercana a la salida, encontraréis algunas de las piscinas más amplias, como la gigante Lianyan (潋滟湖).
Dada la distancia que separa Huanglong del aeropuerto (1 hora) y de Jiuzhaigou (4 horas), es recomendable reservar un día entero para la visita, especialmente si tienes planeado subir y bajar a pie. Como ya comenté, Huanglong se encuentra a gran altitud, por lo que es recomendable tomar las debidas precauciones contra el mal de altura, especialmente si tienes alguna precondición médica que así lo recomiende. A lo largo del recorrido, encontraréis diversos puestos con botellas de oxígeno, pero en caso de que ya hayas tenido alguna mala experiencia con la altitud, sería recomendable que lleves tu propia botella (se pueden adquirir tanto en el aeropuerto como en cualquier localidad cercana). Y, finalmente, que no os engañen las predicciones de sol o el buen clima que encontraréis en Jiuzhaigou o en pueblos cercanos: Huanglong se encuentra a mayor altitud y suele ser más lluvioso, por lo que llevad ropa de abrigo y para protegeros de la lluvia.
Además de los increíbles paisajes de Huanglong, durante el camino hacia allí, no dejéis de disfrutar de los paisajes nevados que cruzaréis. Una parada obligatoria es la del puerto de Xueshan (雪山梁), donde, aparte del precioso paisaje tibetano, os darán la bienvenida varias aves rapaces y algún que otro yak.
Qué comer en Huanglong
El valle se encuentra en una zona de mayoría tibetana, por lo que podrás probar algunos de los platos más típicos de la zona. La comida tibetana no es demasiado variada y consta especialmente de carnes (oveja y yak) y de cereales, siendo los vegetales un producto bastante escaso.
Los platos más especiales provienen del yak, tanto de su carne como de su leche. No os perdáis los momos, la versión tibetana de los jiaozi, rellenos de carne de este animal. También encontraréis muchos tipos de brochetas con distintas partes del yak, carne seca y diversos tipos de quesos.
Para beber, destacan el laxi, un yogur de leche de yak batido con miel y el té tibetano. Este se elabora con leche de yak y tiene un toque de sal, por lo que suele tener un sabor muy característico. Es la bebida perfecta si visitas la zona en invierno.
Dentro del parque encontraréis algún puesto de comidas y tés, aunque los precios son bastante altos, por lo que es recomendable llevar snacks y bebida para el camino. En la entrada hay un par de restaurantes que, si bien no son de gran calidad y como en todo lugar turístico, son caros, sirven para salir del paso.
Photo Credits: 
Huanglong Tibetan dinne by thatkatmat22
