El articulo de hoy va dedicado a todos aquellos que me han preguntado ¿cómo es una boda china? ¿es verdad que dura una semana? ¿que ropa lleva la novia? ¿hay danza de dragones? y miles de otras preguntas que no puedo recordar.
No, no voy a contar cómo fue mi boda, ¿para qué voy a contar sobre el ridículo que hice en mi boda, si puedo contar la de otra gente?
La invitación
Mi relato empieza en un día cualquiera de noviembre, cuando vuelvo a casa después de una «dura jornada laboral», Luna (mi novia), se me acerca y me dice:
«¡El primer viernes de diciembre no vas a ir a trabajar!»
«¿Ah no? y ¿por qué?«- respondo
«¡Nos han invitado a una boda y somos los padrinos!»
«Perfecto, y ¿quién se casa?»
«¡Se casa mi mejor amiga del pueblo!»
«Y ¿con quién se casa? La última vez que fuimos no tenía novio ¿verdad?»
«No lo sé, creo que es un chico que conoció hace cinco meses»
«¡Joder esto es lo que yo llamo una relación express! ¿Sera este el secreto del matrimonio? ¿no pensarte demasiado quién metes en tu cama? Total, ¿qué sentido tiene buscar una pareja compatible cuando tus padres pueden hacer el trabajo por ti?» – Pienso si decir nada para no ofender.
El viaje
Al ser los padrinos de la novia, al final nos vemos obligados a llegar un día antes para participar en el ensayo de la boda. Así es que el jueves por la mañana nos dirigimos al «pueblecito» de Luna.
El llamado pueblo no es más que uno de esos diminutos lugares en China que tan sólo cuentan con algo más de cinco millones de habitantes. Concretamente estoy hablando de Jiaozuo en la provincia de Henan, famoso por ser el origen del Taiji.
A media tarde conseguimos llegar al hotel de la boda, después de más de seis horas viaje:
Primero cuatro confortables horas en tren rápido hasta la ciudad más cercana, Xinxiang, dos horas de «autobús de linea», que en esta zona tienen la peculiaridad de salir cuando les da la gana y finalmente veinte minutos de taxi. ¡Misión cumplida!
El ensayo
Al llegar al hotel nos dirigimos a la sala de banquetes donde la agencia matrimonial esta preparando la decoración para el gran evento. ¡Dios mio! creo que nunca he visto una cosa más hortera…
Sería difícil describir el concepto extraño que tienen los chinos de lo que es un ambiente romántico (ver foto para una idea aproximada). Lo que más destaca es que justo en el medio del pasillo que deberá recorrer la novia, han decidido colocado un altar con columnas de cartón estilo Grecia clásica, ¡esperpéntico!
Al entrar en la sala mi cara de diablo blanco surge el efecto esperado en estas latitudes de China interior. No pasan más de dos segundos que toda sala me está mirando fijamente. Por suerte el padre de la novia sale a mi rescate diciendo:
«来来咱们一起喝酒» (ven ven, bebamos juntos.)
Sin pensarlo dos veces me siento con el padre de la novia para intentar esquivar la incomoda situación. Afortunadamente los familiares no tardan en retomar su actividad frenética de devorar toneladas de pipas (瓜子) mientras cotillean.
Al sentarme me doy cuenta que el padre ya me lleva una buena ventaja, su cara enrojecida y su aliento a baijiu, no dan lugar a equívocos. Mientras me llena un vaso de baijiu y me ofrece un pitillo empieza a contarme casi a gritos:
«Suerte que has venido estoy harto de estos Han. ¿Sabes? Soy de etnia mongol y soy descendiente directo de Gengis Kan»
«¡Joder!, ¡este Gengis Kan debe ser como el Adam del pueblo Mongol! Cuando estuve en Mongolia todo el mundo también aseguraba ser descendiente directo de Gengis Kan. ¿Dónde encontró el tiempo de conquistar media Asia? ¡porque imagino que generar hijos era un trabajo a tiempo completo!«- pienso mientras el padre sigue alardeando de sus nobles orígenes.
A continuación sigue con su argumento a gritos no sea que el de la mesa del fondo no se entere de lo que me dice.
«Nosotros el pueblo mongol y vosotros los laowai no somos como estos Han ¿verdad?. Malditos Han, siempre lo mismo, casarse, tener hijos, ganar dinero, comprar una casa y sobretodo nada de salir con los amigos. Nosotros no queremos eso, adoramos la libertad, ¿verdad?»
Asiento con la cabeza mientras de reojo miro la cara de su mujer (de etnia Han), no parece muy contenta. Creo que mi nuevo amigo hoy va a dormir en el sofá. Sin embargo, admiro su valentía de criticar a los chinos Han en una sala repleta de ellos. Esto debe ser la sangre de Gengis Kan que corre por sus venas…
El discurso sigue por más de media hora sin dejar títere con cabeza, por suerte el chico encargado de organizar la boda nos llama para el ensayo.
La previa
Una parte importante de las bodas chinas es la previa de la ceremonia, los amigos y familiares se reúnen en la casa de la familia del novio o de la novia, en nuestro caso de la novia.
Así que allá a las ocho de la mañana nos presentamos en casa de la novia, donde alrededor de veinte personas ya están ahí bebiendo té (o baijiu), fumando y comiendo pipas. Amablemente el padre me invita a sentarme con los comensales y me presenta a cada uno de ellos. Mientras tanto Luna me abandona a mi suerte y se va a ayudar a su amiga. Las caras de sorpresa de los comensales por la extraña llegada del hombre mono, es decir yo, dejan paso rápidamente a un intenso interrogatorio al descubrir que puedo entenderlos.
Por si esto no es poco, parece que todo el mundo quiere ofrecerme tabaco, que por educación, me veo incapaz de rechazar. Una hora y más de veinte cigarrillos después, quiero morirme. Sin embargo, me veo obligado a mantener el tipo durante casi tres horas.
Finalmente allá a las once el novio llega a la casa acompañado de unos diez amigos. Al entrar, los familiares de la novia le impiden el paso, mientras las amigas de la novia se refugian en la habitación de ella cerrando la puerta. El novio y sus amigos se abren paso entre los familiares a base de empujones y sobornandolos con sobres rojos (llenos de dinero).
Cuando finalmente llegan a la puerta de la habitación de la novia, intentan entrar por la fuerza mientras gritan que les abran la puerta. Dentro, las amigas gritan que no les van a dejar pasar y bloquean la puerta. En ese punto empieza la negociación. Sí esto es China, también en la boda uno tiene que regatear.
El novio y sus amigos, empiezan a pasar sobres rojos por debajo de la puerta, las amigas por su parte exigen más y más sobres, a parte de otras pruebas de amor como cantar canciones o recitar poemas. A cierto punto las amigas de la novia distraídas con tanto sobre rojo, descuidan su función y los amigos del novio consiguen abrir la puerta.
Cuando parece que el novio ya ha conseguido sortear todos los obstáculos se da cuenta que la novia no tiene zapatos. Las amigas de la novia los han escondido y sin zapatos no hay boda…
Después de registrar toda la habitación el novio y sus amigos encuentran los dos zapatos y finalmente se puede proceder. En este punto todo el mundo sale fuera de la casa, donde varios coches de alta gama de color negro esperan para llevar a todo el mundo al hotel.
Antes de continuar…
Antes de continuar mi relato de mi primera boda como padrino, necesito hacer una introducción sobre lo que es una boda en China.
Aunque en China muchos se declaren religiosos, a la practica más del 90% de la población no práctica ningún tipo religión, por lo que aquí la mayoría de bodas no son religiosas.
En China tampoco existen las bodas civiles como en occidente, es decir el día de la boda no coincide con el día que se hace el registro del matrimonio, normalmente la boda se celebra semanas o incluso meses después de haber firmado los papeles.
Las bodas en China son como una ceremonia donde se presenta el matrimonio a la familia y amigos. Además, al no ser religiosas ni civiles, la ceremonia es una especie de teatro oficiado normalmente por la agencia matrimonial. ¡Cualquier cosa!
Finalmente, al ser una especie de teatro cada boda es diferente. De hecho, actualmente la mayoría de bodas en China son una especie de mezcla extraña entre tradiciones chinas y occidentales sin ningún sentido. Sin embargo, los chinos las dividen en dos tipos, las tradicionales o las modernas.
Las mal llamadas bodas tradicionales, siguen combinado elementos chinos y occidentales y se caracterizan porqué los novios visten con los vestidos tradicionales chinos (dinastía Qing), de color rojo. Por el contrario las bodas «modernas» imitan la boda cristiana, obviamente añadiendo algunos toques de la «tradición» china, en estas bodas la novia se viste de blanco y el novio con traje.
Un claro ejemplo de una «boda tradicional china», en primer plano el encargado de oficiar la boda (seguramente un trabajador de la agencia matrimonial), en segundo plano los novios con los vestidos tradicionales y a su lado los padres. Finalmente aparece un infiltrado a la derecha, que aunque en China todo es posible, no, ¡no va con el pecho descubierto!
Finalmente… La boda
Al llegar a la sala de banquetes primero me toca pasar por caja, es decir necesito depositar mi sobre rojo a la entrada, donde dos voluntarios lo abren y apuntan mi nombre y el dinero que he aportado. (Sin comentarios).
Al entrar a la sala que esta preparada para unos dos-trescientos invitados echo un vistazo y me doy cuenta de una cosa que a parte del novio y el padre de la novia soy el que mejor va vestido, ¡Si busco bien seguro que encuentro algún invitado que ha venido en pijama!
Me siento en mi mesa, intentando atraer el mínimo de atención posible. Total no es mi boda y no quiero tener que hacerme cientos de fotos con los comensales.
Muy pronto el show empieza. Un tipo vestido con una chaqueta de color rosa eléctrico y un peinado moderno sube a al escenario y empieza a recitar algo que ni me digno a intentar entender, mientras de fondo se escucha música pop china intragable, sin olvidar claro un espectáculo de luces con corazones que se mueven por todas partes.
En un intento de apartar mi mirada de este espectáculo grotesco, me doy cuenta que la sala sigue estando medía vacía y que de hecho muchos invitados aún no han llegado. Ya se que el espectáculo es lamentable pero llegar tarde a una boda me parece impresentable, de hecho los invitados irán llegando poco a poco incluso cuando la boda ya ha terminado, simplemente para degustar su comida «gratis».
Volviendo a la boda, cuando el presentador ya termina con su discurso (sólo le faltaba cantar una canción o contar chistes), llama al novio al escenario y empieza a sonar la canción típica de las bodas en occidente. En ese momento aparece la novia con el descendiente directo de Gengis Kan, que no parece muy contento.
La novia y el padre caminan por el pasillo entre las mesas para detenerse en el altar de cartón estilo Grecia clásica donde el novio les ha salido a su encuentro. El padre le acerca la mano del novia al novio y como le habían indicado el día del ensayo intenta poner cara pena por entregar su hija. Sin embargo, lo único que yo puedo ver es cara es odio como dicendo: «Como acerques más esta mano te la corto, a ver si luego vas a tener valor para tocar a mi hija«.
Superado el momento tenso los novios se intercambian los votos, el presentador me llama para traer los anillos y finalmente los casa entre aplausos de los invitados que por un momento olvidan la montaña de cacahuetes que tienen delante.
Posteriormente, los novios se dirigen a prestar sus respetos a las respectivas familias haciendo una reverencia de rodillas delante de ellos y posteriormente ofreciéndoles el té que han preparado. Después de eso llega el esperado momento… EL BANQUETE.
Mientras la nueva pareja se dedica a ir mesa por mesa brindando con cada uno de los invitados para agradecerles su presencia, ingentes cantidades de comida empiezan a llegar. Los invitados como es de esperar empiezan a devorar como si les fuera la vida en ello.
Una hora más tarde la mayoría de invitados ya les sale la comida por las orejas por lo que es el momento de marcharse. Sin embargo, muchos piensan:
«¡Eh! he puesto 100 Yuan en el sobre rojo, mejor le pido a la camarera que me ponga las sobras para llevar, ¡así puedo comer toda la semana gratis!»
Es así como un viernes allá a la una de la tarde, me encuentro a más de 700 kilómetros de mi casa, completamente borracho, con los pulmones que me quieren estallar de tanto fumar y sin nada que hacer en una sala prácticamente vacía.
Y… ¿Cómo fue tu Gran Boda China?
Photo Credits: 93影社婚礼摄影 西安婚礼跟拍 by Samo Zheng
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34 by 敏佶 佘
Una boda muy curiosa! Muchas tradiciones que se mantendrán a lo largo de los años… Creo que en España esto también desaparecerá o quedará solo para las zonas más tradicionales, pueblos de interior o familias con mucha tradición. Un día distinto y muy especial!!!
Hola Maria, de hecho es una pena porque muchas tradiciones preciosas se han perdido en China
Estoy buscado información para viajar a China por mi cuenta y me encontré con tu divertida historia y tan bien contada. Imagino que tendrás un montón de anéctotas.
Sí muchas anécdotas :)
faltaron los petardos a las 8 am o incluso más temprano
Uy es verdad me olvidé de los petardos : )
A bodas chinas no he ido, pero la experiencia se parece mucho al banquete que se celebró en mi empresa por el festival de otoño. En mi caso eran dos de los socios de la empresa los que se paseaban entre los invitados brindando sin parar.
Me voy a casar en unos meses, aquí en España, y oye, por qué no casarme a la China y enemistarme con mi familia para siempre? así como idea…
Casate en China, ¡es muuuuy divertido!
Enhorabuena, me he divertido mucho con tu artículo. He ido unas cuantas veces a China, como visitante, y no me ha hecho falta ningún esfuerzo para visualizar todo lo que contabas. Me he reído y he aprendido. Gracias!
Gracias Mario