Recibir a invitados chinos: índice
El turismo chino crece exponencialmente en todo el mundo debido al aumento del nivel de bienestar de los chinos y la posibilidad de que cada vez más personas viajen.
Por desgracia, suele haber malentendidos lingüísticos, porque nuestros amigos de ojos almendrados no siempre hablan idiomas extranjeros, y quienes los reciben no saben nada de chino. También surgen problemas culturales debido a los diferentes hábitos y costumbres (después de todo, en China también se nos considera «extraños» por más de un motivo).
En esta breve guía reúno mi experiencia a lo largo de los años con amigos y turistas chinos que han venido a Italia, pero también con chinos a quienes he conocido en su país.
Estoy seguro de que te será útil a la hora de recibir a invitados chinos que viajen a tu país por vacaciones o negocios, pero también para comprender mejor su cultura cuando te encuentres en su país.
Los chinos en la mesa: las reglas del perfecto anfitrión
La comida en China representa, quizás más que para nosotros, una ocasión social para reforzar y hacer nuevas amistades, forjar relaciones comerciales, hablar de negocios o simplemente disfrutar de una agradable velada en compañía.
Ofrecer alimentos es en realidad una de las mejores formas de hacer amigos: así que veamos qué precauciones debemos tener para que la estancia de nuestros amigos chinos sea más placentera desde ese punto de vista.
La comida
En China, la cultura de la comida es muy refinada, con diversas costumbres y tipos de platos.
Al igual que en Occidente, suele haber tres comidas principales: desayuno, almuerzo y cena. Las costumbres de los chinos a veces son muy diferentes de las nuestras, por lo que primero veremos cuáles son y luego cómo tratar de satisfacer las necesidades de nuestros invitados.
El desayuno (早饭 zǎofàn o 早餐 zǎocān) se suele tomar entre las 6:30 y las 8:30. Puede incluir:
- leche de soja (豆浆 dòujiāng)
- youtiao (油条 yóutiáo), un tipo de pasta filiforme que se hincha una vez frita (muy similar a los churros);
- gachas (粥 zhōu)
- baozi (包子 bāozi), los típicos bollos al vapor que pueden rellenarse de carne, verduras o sopa (汤包 tāngbāo), o ir sin relleno (馒头 mántou o 面包 miànbāo)
- ravioli (饺子 jiǎozǐ) o wonton (馄饨 húntun), rellenos de varios ingredientes, siempre al vapor
- fideos de arroz (米线 mǐxiàn) o harina (面条 miàntiáo)
- Crepes saladas (煎饼 jiānbĭng), con cebollino y varios condimentos
En la variante cantonesa, llamada 早茶 (zǎochá), que es «té matutino», se consume por supuesto el té (茶 chá), acompañado de dim sum (点心 diǎnxīn), es decir, aperitivos de varios tipos.
Habrás notado que, en su mayor parte, son platos salados. Otra cosa que seguramente te habrá llamado la atención es que son platos típicamente chinos, que no resultarán fáciles de preparar (a veces, también es difícil conseguir los ingredientes).
El mejor consejo es preparar un «desayuno continental» para tus invitados, que incluya principalmente platos salados (huevos, beicon, algún tipo de verdura, pan, etc.), siempre con té disponible, que casi siempre preferirán al café.
En cuanto a los dulces, galletas, mermeladas, zumos de frutas, etc., lo mejor es preguntar a los invitados qué prefieren: por experiencia propia, a los chinos les encantan los postres, por lo que un desayuno basado en leche y galletas (como el mío) puede no ser de su agrado.
Después de todo, para la mayoría de los chinos, el desayuno es la «primera comida» del día, en el sentido de que no es muy diferente de las otras dos. Aparte de algunos platos que se consumen casi exclusivamente por la mañana, puede incluir platos de todo tipo.
No es raro ver a los chinos comiendo platos idénticos para almorzar. ¡Incluso pueden pedirte las sobras de pizza o pasta de la noche anterior para calentarlas!
El almuerzo (午饭 wǔfàn o 午餐 wǔcān), en China se toma entre las 12 del mediodía y las 2 de la tarde. A menudo, especialmente entre los trabajadores, es bastante frugal y apresurado: así pueden darse el lujo de aprovechar la pausa del almuerzo para echarse una siesta.
Se trata de comida rápida tomada en pequeños restaurantes en la calle o traída de casa en una fiambrera (饭盒 fànhé), calentada en el microondas. No suele ser la comida principal del día.
Si viajas a China, es buena idea aprovechar este momento para visitar los sitios turísticos, que a esa hora están casi desiertos.
En cuanto al almuerzo de nuestros invitados chinos, en la mayoría de los casos estarán encantados de probar lo que les propongamos. Sin embargo, ten en cuenta que puede que no les gusten ciertos sabores, por lo que, una vez más, la mejor idea es ofrecerles alternativas y decidir el menú juntos.
A menudo, cuando viajamos o salimos a pasear, llevamos un bocadillo simple con fiambre o queso. Si preparas algo así, ten cuidado y pregunta siempre a tus invitados si les gusta lo que vas a prepararles dándoselo a probar primero. Recuerda que la fruta siempre es muy apreciada, en particular las manzanas y melocotones.
La cena (晚饭 wǎnfàn o 晚餐 wǎncān) es, sin duda, la comida principal para los chinos. Se toma entre las 6 y las 8 y reúne a toda la familia en torno a la mesa. Se compone de varios platos abundantes según la costumbre china de tener varios platos diferentes de carne, verduras, arroz, etc.
Todos comparten la comida tomándola de los platos y bandejas y consumiéndola en un plato más pequeño propio, acompañándola con arroz.
Cuando se come fuera en China, los restaurantes están más concurridos en torno a las 7 de la tarde. La mayoría de los restaurantes chinos cierran alrededor de las 10. Durante toda la noche se puede encontrar comida en los pubs y en la calle (como las famosas y picantes barbacoas 烧烤 shāokǎo).
Al comer con chinos, hay algunos hábitos a tener en cuenta. En primer lugar, están acostumbrados a compartir la comida, pidiendo varios platos diferentes, mientras que nosotros estamos acostumbrados a pedir un plato propio y compartir si acaso algunos aperitivos o segundos.
Habrás visto en los restaurantes chinos las mesas con la parte superior giratoria (llamadas 餐桌转盘 cānzhuō zhuànpán, 圆转盘 yuán zhuànpán o, en inglés, lazy susan), que sirven precisamente para facilitar el «paso» de las bandejas de un lado al otro de la mesa.
En un restaurante, un grupo de chinos siempre pedirá muchos platos diferentes con la intención de compartirlos, y no dará importancia al orden en que lleguen los platos.
En China, de hecho, los platos fríos suelen servirse primero (凉菜 liángcài), ya que están prácticamente listos, seguidos de los platos principales (a base de carne y verduras), sopas y finalmente arroz, fideos u otros «alimentos principales» (主食 zhǔshí). En cualquier caso, la comida llega en cuanto está lista.
Al trabajar en un restaurante italiano, donde se tiene mucho cuidado en garantizar que todos tengan su plato al mismo tiempo, esta forma de hacer las cosas me pareció bastante difícil de gestionar. Recuerdo a un grupo de chinos que pidió platos de todo tipo, con tipos de pasta con diferentes tiempos de cocción, lo que hace que el trabajo de los chefs sea extremadamente complicado. Sin embargo, si hubiéramos sabido que compartirían todo a medida que llegara, las dificultades habrían sido mucho menores.
Si sirves a chinos en un restaurante, puedes preguntarles si prefieren tener cada uno su propio plato o compartirlos cuando estén listos. Esto simplificará el trabajo en la cocina y contentará a los clientes, que pueden comenzar a comer mucho antes sin esperar a que todo esté listo.
Los postres, que no forman parte de la tradición china, se sirven un poco al azar. Puede ocurrir que los invitados los pidan junto con el primer plato y se los coman al mismo tiempo, sin que les parezca extraño.
La comida rápida, por su parte, ahora también es común en China, por lo que puede ser una buena idea si quieres ir a lo seguro, sobre todo con personas a las que no les gustan los alimentos típicos locales. Ten en cuenta que a los niños les encanta. A menudo se lleva a los niños chinos a este tipo de locales como recompensa por las buenas notas obtenidas en el colegio.
En cuanto a la comida, quienes viajan suelen estar más abiertos a nuevas culturas y, en consecuencia, a nuevos sabores, y aprecian enormemente la cocina casera. Después de todo, en China hay un dicho que explica muy bien cómo piensan:
南吃米,北吃面,好吃到家才是真!
(Nán chī mǐ, běi chī miàn, hǎochī dào jiā cáishì zhēn!)
En el sur se come arroz, en el norte se come trigo, ¡pero solo en casa la comida está buena de verdad!
No te digo que invites al jefe de una delegación de una empresa china a comer en casa, pero si se trata de un amigo… ten la seguridad de que después de comer en tu casa, vuestra amistad se hará aún más fuerte, tanto si la cena es un éxito como si no.
Cubiertos y condimentos
No hace falta recordar que en China, como en la mayoría de los países asiáticos, los alimentos se toman usando los palillos (筷子 kuàizi).
Tienen una historia que abarca más de tres milenios y los hay en muchos materiales diferentes, pero los más comunes son de madera, bambú o plástico. Son muy fáciles de comprar en Internet, tanto desechables como de madera o, para el hogar o restaurantes de lujo, de plata u otro metal.
Los chinos también usan cucharas (勺子 sháozi), con una forma ligeramente diferente a la de las cucharas occidentales. No usan tenedores (叉子 chāzi), que son reemplazados por los palillos, ni cuchillos (刀子 dāozi), ya que la comida, en los restaurantes chinos, ya está preparada para tomarse directamente con palillos (con la excepción de pollos enteros, incluida la cabeza: en numerosos banquetes a los que asistí, nadie pudo enseñarme a «desmembrarlos» con los palillos…).
El único consejo que puedo darte es conseguir palillos chinos en caso de que sean necesarios. Muchos chinos se adaptarán a nuestros cubiertos, pero otros necesitarán palillos, así que mejor estar preparado. Muchos, además, llevan su propio kit de viaje que incluye palillos para asegurarse de tenerlos siempre a mano.
Otra diferencia notable son los condimentos: mientras que en las mesas de nuestros restaurantes solemos encontrar sal (盐 yán), pimienta (胡椒 hújiāo) y aceite de oliva (橄榄油 gǎnlǎnyóu), en China suele haber salsa de soja (酱油 jiàngyóu), vinagre (醋 cù) y guindilla (辣椒 làjiāo) en polvo o aceite.
Harás felices a tus invitados con aceites de oliva aromatizados con ají y, en general, con aceites picantes y guindilla entera o en polvo de varios tipos.
Por último, en China, los restaurantes no suelen ofrecer servilletas (纸巾 zhnjīn), ni siquiera los más caros.
El comportamiento en la mesa
Los chinos prestan especial atención a la disposición de los asientos en la mesa; el lugar frente a la entrada suele estar reservado al dueño de la casa, con el invitado más importante a su izquierda y el segundo a la derecha. Por lo general, los lugares a la izquierda (o este) se consideran mejores que los de la derecha (u oeste).
Puedes tener en cuenta esta regla… o dejar que decidan dónde sentarse para no ofender a nadie.
Una costumbre china que ha de mantenerse a raya es la de fumar en el restaurante: mientras que en China es común hacerlo incluso en lugares cerrados, en muchos países se permite solo en zonas al aire libre y en cualquier caso siempre que no haya niños o mujeres embarazadas.
Tendrás que recordárselo a los invitados chinos, sobre todo a personas mayores y menos acostumbradas a viajar, tanto si los acompañas al restaurante como si los tienes como clientes.
En los restaurantes y hoteles chinos, no se deja propina (消费 xiāofèi), pero a los chinos no les gusta quedar mal y, si saben que se espera una propina de ellos, la darán con gusto.
Puedes sugerirle a tus amigos o invitados que es buena idea dejar propina a un camarero, chófer o asistente que haya sido particularmente amables.
Cuando tienes invitados, en China existe la costumbre de ofrecerles muchísima comida, mucha más de la que puedan consumir, como señal de generosidad. El dueño de la casa chino continuará preparando o pidiendo comida si el invitado se lo come todo, hasta que quede lleno y deje de comer. Sin embargo, en muchos países (como el mío), es de buena educación comer todo lo que te ofrecen.
Por lo tanto, pueden surgir situaciones embarazosas: por un lado, los chinos intentan ofrecerte cada vez más mientras que el occidental intenta comérselo todo pese a algún plato de sabor extraño que preferiría dejar en el plato…
Ten en cuenta esta costumbre si, por ejemplo, un invitado chino te invita a cenar. Entre amigos se suele pedir comida suficiente para el número de comensales.
En las comidas compartidas, en ocasiones bastante formales, cada uno elige al menos uno de los platos compartidos (los platos que se pidan serán iguales al número de comensales +1), a los que se añade arroz para todos. En cenas de negocios u ocasiones muy formales, habrá infinitos platos.
El invitado chino puede poner comida en tu plato usando sus palillos. Se considera una señal de educación y respeto, y la respuesta adecuada es comer y halagar o «dar cara» (给 面子 gěi miànzi) al dueño de la casa.
Si lo encuentras desagradable, lo más probable es que te disculpen por ser «extranjero». Ten en cuenta que la misma actitud de tolerancia es una forma de mostrarse como un buen invitado.
Algunos chinos, por ejemplo, pueden encontrar repugnante el sabor de los quesos, que no consumen habitualmente, mientras que para nosotros son deliciosos. Es buena idea dejar que prueben diferentes alimentos para que elijan aquellos que más les gusten.
Al ir a cenar con un amigo chino, me resultó útil pedir dos platos que me gustan mucho, dejar que probara ambos y se quedara con el que más le gustaba, dejando el otro para mí. Si quieres ir a lo seguro, ¡nadie rechaza una buena carne o pescado a la parrilla o una pizza!
Bebidas
Durante el rápido almuerzo diario, los chinos suelen beber poco y, si lo hacen, será té o agua caliente. Del mismo modo que un occidental que pida agua para beber en China se sentirá decepcionado al ver que le traen agua caliente, los chinos se sienten mal cuando les ofrecen agua fría, que rara vez beben.
En cualquier restaurante, siempre hay té disponible, ya sea una taberna con algunas mesas o un lujoso restaurante familiar. Por la calidad del té se sabe el nivel del restaurante.
Las teteras de cristal o transparentes indican un mayor nivel de limpieza y lujo que las de aluminio, comunes en el hogar y en los restaurantes de la calle.
En ocasiones formales, no falta el alcohol, representado principalmente por la cerveza (como la famosa Qingdao青岛 Qīngdǎo) y el baijiu (白酒 báijiǔ), un licor hecho a base de varios tipos de cereales con un alto contenido en alcohol.
Se ofrecen numerosos brindis al grito de «干杯 (gānbēi)» («copa seca», que está vacía: una invitación, en resumen, a vaciar el vaso de un trago), y si eres abstemio o no puedes permitirte una buena borrachera, también puedes brindar con té o alguna otra bebida.
Para mostrar respeto, es de buena educación mantener el vaso más bajo que la persona con la que se brinda, sobre todo si es el dueño de la casa o el jefe de la oficina.
Los invitados chinos apreciarán la presencia de un hervidor de agua caliente. Muchos llevan bolsitas de su variedad de té favorita, que estarán encantados de darte a probar.
En la mesa, si es posible, asegúrate de que haya agua caliente. Parece extraño, pero en muchos bares y restaurantes una petición tan simple a menudo genera muchos dolores de cabeza al personal, que no solo no comprende el motivo, sino que no está equipado para cumplirlo (recuerdo haber preparado agua caliente con el hervidor de agua de la máquina del café… no es el método más conveniente ni el más rápido).
Mala educación
Hay reglas que los chinos respetan en la mesa, una especie de «etiqueta» oriental. La más conocida es la que prohíbe «plantar» los palillos en arroz para que se mantengan en posición vertical, haciéndolos parecer las varitas de incienso presentes en las tumbas. Lo correcto es apoyarlos en los bordes del recipiente.
Si, por el contrario, tus invitados tienen algún comportamiento desagradable, no tengas problema en recordarles que es mejor evitarlo: a la mayoría de ellos les importa mucho no causar una mala impresión (爱面子 ài miànzi, literalmente «amar la cara», es decir, mantener nuestra reputación), y harán lo posible por respetar a los dueños de la casa y sus costumbres.
Pasar un poco de vergüenza al hablar, por ejemplo, de ruidos u olores molestos, puede ahorrarte futuros ridículos y evitar que tus invitados queden mal.
Recibir a los chinos: pequeños trucos
Este último consejo es particularmente importante para quienes tengan un hotel, un bed and breakfast o simplemente se preparen para recibir en casa a invitados chinos.
Por lo general, los chinos que están acostumbrados a viajar no solo tienen un buen dominio del inglés, sino también una mentalidad abierta y, por tanto, es bastante fácil explicarles cualquier petición o malentendido. Pero los que tengan mayores dificultades con el idioma, o no estén acostumbrados a la diversidad cultural, tendrán más dificultades.
Normalmente, las peticiones de un invitado chino no serán muy diferentes de las de cualquier otro. La única petición que te harán seguro es la del hervidor para el agua caliente (热水壶 rèshuǐ hú o 电热壶 diànrè hú).
Por lo tanto, será una maravillosa idea dejarles uno en su habitación. Por lo demás, comunicarse con claridad y sin vergüenza (a menudo es difícil hablar, por ejemplo, sobre problemas relacionados con el uso de inodoros) es la mejor forma de tener una convivencia agradable y descubrir las costumbres del otro.
En los hoteles e instalaciones donde es necesario registrar a los clientes, es útil saber que, en el pasaporte, el nombre de los chinos está escrito tanto en caracteres como en letras, por lo que puedes transcribirlos, siempre teniendo en cuenta que la primera palabra (rara vez las dos primeras) es el apellido, seguido de una coma por el nombre.
Para cualquier malentendido, puedes intentar usar una aplicación para traducir lo que quieres decir.
Ten en cuenta que la mayoría de las aplicaciones son más precisas en las versiones inglés-chino o chino-inglés que en otros idiomas, por lo que, si hablas más de un idioma, el uso de una aplicación en inglés aumenta tus posibilidades de éxito.
Hacer de guía con los chinos
Muchos chinos viajan para descubrir la belleza y la historia de los países que visitan y sienten mucha curiosidad por su historia y tradiciones. Por supuesto, se tomarán miles de millones de fotos, muchas de las cuales serán selfies (自拍 zìpāi) con el monumento en cuestión, y eso es, al menos por experiencia propia, un hecho casi indiscutible.
Otra costumbre de los chinos es viajar en grupos grandes, bastante ruidosos y difíciles de llevar, que no suelen prestar mucha atención a lo que el guía les dice.
Después de todo, los grupos chinos suelen llevar a su propio guía chino. A menudo van acompañados solo por cuestiones legales (un grupo no puede desplazarse sin un guía autorizado) por un guía local que explica las cosas al guía chino para que traduzca al resto del grupo lo que considere apropiado (a menudo resumiendo o eliminando partes a voluntad).
En la mayoría de los casos, estarán encantados de visitar solo los sitios principales y famosos para llevar a casa la codiciada fotografía. En estos casos, una de las cualidades que más aprecian es saber cómo hacer buenas tomas y dar sugerencias sobre qué encuadres y vistas son mejores.
Al realizar largas excursiones que incluyan el almuerzo y la cena, es bueno tener en cuenta lo que se dijo al comienzo de este artículo para gestionar mejor el número de comensales, comunicar las necesidades del grupo al personal del restaurante y aconsejarles para servirles mejor.
Con grupos pequeños y amigos, la situación cambia.
Obviamente, los «sitios famosos» siempre serán los más populares, y lo que hemos dicho de las fotografías sigue siendo válido. Sin embargo, por experiencia personal he descubierto que, al menos a los chinos que he conocido, también les intriga mucho la vida cotidiana, los objetos comunes, las calles históricas y antiguas y los paisajes poco frecuentados cuyo silencio y tranquilidad aprecian.
Una vez más, el mejor método es diversificar la elección de los lugares y tratar de comprender qué actividades prefieren. Habrá chinos a quienes les encante caminar y disfrutarán dando largos paseos, otros preferirán viajar cómodamente en coche o autobús; habrá quienes queden cautivados por las leyendas históricas y las tradiciones, mientras que otros se aburrirán.
Notas finales
La mejor forma de ser un buen anfitrión es conocer a la persona o personas con las que estás tratando.
Los chinos tienen diferentes costumbres, personalidades y gustos, y provienen de diferentes lugares, como todos nosotros.
Por lo tanto, encontrarás personas que quieren probar cosas nuevas y otras más tradicionales que pretenden comer como en casa y tener todos los servicios a los que están acostumbrados. Algunos serán comprensivos si les explicas cualquier problema y otros reaccionarán con más impaciencia.
Encontrarás a vegetarianos o personas que por alguna razón no comen ciertos alimentos. En resumen, cuanto mejor conozcas a las personas con las que estás tratando, más agradecerán tus atenciones.
¡Espero que este artículo te haya sido útil! Si tienes sugerencias o experiencias que contar, puedes hacerlo en los comentarios a continuación.
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