I Ching: el arte de la adivinación infalible

Introducción

El libro I Ching, llamado también «Zhouyi» o «libro de las mutaciones» se considera, sin duda, una de las raíces más profundas y determinantes de la cultura china.

El origen de los conceptos que contiene se pierde en las brumas del tiempo hasta fundirse con figuras mitológicas que, en el imaginario del pueblo chino, fundaron el mundo y crearon la raza humana en la tierra.

De hecho, tradicionalmente, se dice que los trigramas (que se combinan en hexagramas) que identifican los principios expresados en el libro fueron creados por Fuxi, una figura semi-mitológica muy querida por el pueblo chino, que creó al hombre y le enseñó las reglas sociales, además de cómo obtener alimentos (la caza, la pesca, la agricultura, etc.), sobreviviendo así en la tierra.

Estos principios fueron recogidos y presentados en su forma actual en los albores de la dinastía Zhou (1046-6 a.C.), haciendo de este libro, que data de hace aproximadamente 3.000 años, el clásico de la cultura y la literatura china más antiguo.

El concepto básico del libro, que contiene un gran poder filosófico y expresivo, es que nada es permanente en el mundo excepto los cambios.

Una vez más, como en la mayor parte de los grandes clásicos de la cultura china, la base expresiva y la fuente de significados es la naturaleza y sus diferentes conformaciones e imágenes como animales y plantas; sus fenómenos como los truenos, tormentas, rayos y vientos; sus conformaciones geográficas como lagos, montañas y ríos.

Estoy convencido de que tu racionalidad occidental te ha provocado un fuerte escepticismo al leer en el título las palabras «adivinación» e «infalible» relacionadas entre sí. Así que, antes de que se te quiten las ganas de seguir leyendo, creo que vale la pena explicar su significado.

En este caso, no se trata de adivinación y previsiones reales para el futuro, y no tiene nada que ver con las predicciones de los llamados magos o santones donde se exalta y premia un cierto grado de charlatanería por una creencia popular más o menos fuerte.

En la historia humana la capacidad (más o menos real) de predecir el futuro siempre ha captado el interés, y se han diseñado y probado muchas formas de obtener respuestas que podrían guiar las elecciones de los individuos en los momentos difíciles.

En la historia occidental, uno de los ejemplos más imperecederos es, sin duda, el famoso oráculo de Delfos: la Sibila.

Sus predicciones eran tan precisas que los reyes y emperadores estaban dispuestos a viajar miles de kilómetros y presentar ingentes tributos de oro y joyas para escuchar sus profecías.

Delphi, donde aún en la actualidad pueden visitarse las ruinas de este misterioso lugar de culto pagano, se había establecido como un lugar libre donde cualquier grupo de soldados que escoltara a su soberano, tenía derecho a ir sin ser atacado, aunque estuvieran en guerra.

La forma en que el oráculo de Delfos hacía predicciones precisas se basaba en una amplia red de espías en todo el mundo, conocida y mantenida con el oro de los tributos, que informaba a los «sacerdotes» para que pudieran predecir los futuros movimientos de tal o cual estado.

Por ejemplo, si el espía en Persia informaba de que todos los herreros del imperio estaban construyendo armas y que se había instituido el reclutamiento de millones de soldados, se predecía una guerra inminente; o si los espías del Nilo (por ejemplo) notaban una escasez anormal de lluvia, los arúspices predecían una hambruna inminente para el pueblo egipcio; y así sucesivamente.

La manera china, que por razones obvias se ha convertido en la manera asiática, se ha desarrollado en una dirección diferente: en lugar de depender de una gran cantidad de información se basa en la interpretación de las leyes de la naturaleza, que son inmutables y lo regulan todo, decretando a menudo los éxitos y fracasos de la actividad humana.

Este libro contiene secretos relacionados con la predicción del futuro, eficientes y muy efectivos. En su mayoría se trata de consejos muy sabios que muestran el camino a seguir para lograr tu objetivo.

Esto significa que la respuesta del libro rara vez (se podría decir que nunca) será totalmente positiva o negativa, pero en la mayoría de los casos dará una serie de consejos generales para indicarte qué situaciones has de considerar y cuáles te conducirán a la derrota o la victoria.

En este sentido, las profecías del libro son infalibles porque se trata de consejos que te permitirán ver la situación desde una perspectiva diferente y te dirán si te encuentras en una posición favorable o desfavorable para emprender cualquier acción o actividad.

En resumen, no te dirán si lo conseguirás o no, sino que te darán una respuesta como: Si actúas así y consideras estos aspectos tendrás una alta probabilidad de tener éxito, pero en cualquier caso debes tener cuidado con estos riesgos. Si actúas de otra manera y no tienes en cuenta esto, es muy probable que fracases.

Lo maravilloso de todo esto es que, aunque en la actualidad ya no se puede consultar a la Sibila y la información de inteligencia es confidencial y está disponible solo a unos pocos y por lo general con fines económicos o militares, la adivinación china sigue al alcance de todo el mundo. Además, como las reglas de la naturaleza (humanas y materiales) no han cambiado, mantiene toda su eficacia.

Marco histórico

Los historiadores coinciden en que el libro fue escrito a finales de la dinastía Shang por el fundador de la siguiente dinastía, que gobernó las llanuras fértiles y extensas del centro de lo que hoy es China.

La dinastía Shang se desarrolló a partir del 1600 a.C. y fue derrocada por el rey Wu de Zhou en el 1046 a.C.

Si bien al comienzo de la dinastía Shang reinaban soberanos que demostraron una gran capacidad de mando e hicieron el reino próspero y poderoso, hacia el final de la dinastía, los gobernantes perdieron, poco a poco, el control del estado y de sí mismos, hasta llegar al último, Di Xin (1075-1046 a.C.), que pasó a la historia como símbolo de la corrupción moral por excelencia.

Por ejemplo, hizo construir en su palacio una piscina tan grande que se podía navegar por ella en canoas llenas de alcohol e hizo instalar una pequeña isla con árboles de los que colgaba carne asada para relajarse con sus numerosas concubinas.

Los gastos que derivaron de su estilo de vida se tradujeron en impuestos que ahogaban a la población y mermaban la enorme riqueza acumulada por la dinastía en los 500 años anteriores de dominio.

Para quienes trataron de razonar con él y hacerle entrar en vereda, inventó terribles sistemas de tortura que los llevaron inexorablemente a una muerte agónica.

Uno de los encarcelados por tratar de aconsejar al gobernante fue uno de sus ministros conocido por el nombre de Re Wen de Zhou, hombre de probada rectitud moral que, a pesar de pertenecer al clan Zhou y no al Shang, intentó en varias ocasiones, en vano, sacar al rey Di Xin de la absoluta perdición en la que se había hundido.

Cuando fue encarcelado, empleó todo el tiempo del que disponía en su celda para escribir la reordenación de fragmentos de obras existentes en el libro que ahora se conoce con el nombre de «Zhou (el libro de las) mutaciones» que más tarde tomó el nombre «I Ching».

Tras su muerte, su hijo Wu, aumentó el poder del clan Zhou hasta llegar a derrocar al gobernante de la dinastía Shang, derrotando a Di Xin en la batalla de Muye en el 1046 a.C., donde el ejército de Zhou en gran inferioridad numérica (de 10 a 1) venció al de Shang, forzando al suicidio a Di Xin.

Tras tomar el poder y establecer la dinastía Zhou (1046-256 a.C.), Wu rindió homenaje a su padre dándole el título póstumo de rey y haciéndolo fundador de la dinastía.

Por tanto, se puede decir que el libro fue escrito por un rey, el rey Wei, fundador de una de las dinastías más antiguas de la historia (no solo china) que se prolongó durante unos 800 años.

Estructura del I Ching

La base sobre la que se organiza el libro y la adivinación a través de él está constituida por un conjunto de artificios gráficos llamados hexagramas.

Estos hexagramas se llaman así porque consisten en 6 líneas en secuencia, en dirección vertical, que puede ser continuas o discontinuas.

Las distintas posibilidades de trazar estas seis líneas continuas o discontinuas en secuencia dan lugar a 64 combinaciones posibles, todas diferentes entre sí, que forman la base estructural de todo el proceso de adivinación.

Cada hexagrama está asociado con:

• una primera revisión, por lo general, compuesta de unas pocas líneas;

• recomendaciones adicionales asociadas con las líneas transitorias que cambian con el tiempo (véase la explicación en la siguiente sección «cómo utilizar el libro»);

• una imagen que representa un estado de la naturaleza y que nos debe guiar en la comprensión de la situación general expresada en el comentario del apartado 1.

El conjunto se suele condensar en unas pocas líneas y no abusa de palabras para poder adaptarse a todas las situaciones, dejando cierto margen de interpretación.

Los hexagramas son divisibles en dos trigramas: el superior y el inferior.

Hay 8 trigramas posibles asociados con manifestaciones de la naturaleza como el cielo, el lago, el trueno, el viento y la montaña, y que incluyen también algunos elementos básicos como el fuego, el agua y la tierra.

La combinación de los 8 trigramas forma los 64 hexagramas, cada uno de los cuales está asociado con un número (véase la tabla de la Fig. 1 en la siguiente sección «cómo utilizar el libro»).

Análisis de la estructura

Comprender los secretos de esta estructura, basada en una línea continua y una rota repetida 6 veces (3 + 3) ha implicado un largo y fructífero, aunque eterno, debate entre generaciones de estudiosos que, a día de hoy, se ha extendido por todo el planeta, globalizándose.

El comentario más antiguo (y famoso) descubierto hasta ahora fue escrito por Wang Bi que vivió entre el 226 y el 249 y presenta una interpretación que es, sin duda, la que ha tenido más éxito y sigue siendo la más seguida.

La clave de lectura que propone Wang Bi se basa en el concepto ancestral de la dualidad entre del Yin-Yang, donde la línea continua representa el Yang y la rota el Yin.

Pese a ser la más extendida y reproducida durante milenios por eminentes estudiosos tanto chinos como extranjeros, esta teoría contiene puntos débiles que están haciendo que sea objeto de revisión por parte de la comunidad de sinólogos.

Uno de los más llamativos de esta teoría es que el concepto del Yin-Yang parece anacrónico para el tiempo en que fue escrito el libro que, como se ha mencionado anteriormente, se remonta a hace unos 3.000 años, es decir unos 500 años antes del desarrollo de las teorías taoístas de Lao Zi y su famoso tratado Dao De Qing.

Además, el libro ambiciona ser muy concreto y no presentar conceptos filosóficos, los cuales, al aplicarse a la vida cotidiana, conservan inevitablemente una cierta dosis de abstracción.

Otro hallazgo que plantea dudas sobre la correcta interpretación «canónica» del Yin-Yang es que la palabra del carácter Yang nunca aparece en el libro y el carácter de la palabra Ying aparece solo una vez en el hexagrama 61, pero con un significado en apariencia muy diferente del que se le asigna en el contexto de la semántica taoísta.

Además, el concepto de género, inherente a la dicotomía del Yin-Yang (Yin para mujer y Yang para hombre) no parece relevante en el desarrollo del libro que fue escrito en una época en que, pese a ser patriarcal, hubo muchas mujeres en los puestos más altos de poder que se dedicaban a la realización de expediciones militares y al desarrollo de asuntos del estado, y que, por tanto, necesitaban también una herramienta para la adivinación que las ayudara a tomar decisiones importantes: el carácter Yin presente en el libro posee el radical de colina y no el de mujer.

Por último, aunque el comentario de Wang Bi se refiere a las líneas transitorias como Yin y Yang, en el libro se derivan de los números 6 o 9 como paso de la fuerza a la debilidad, haciendo alusión a la naturaleza fluida de los cambios, que constituyen el tema principal del libro.

Tal vez, al ser Wang un ferviente defensor y estudioso del taoísmo de Lao Zi (también escribió un famoso comentario sobre ese libro), tuvo una fuerte influencia de su visión del mundo al elaborar su interpretación.

Otra teoría que merece ser mencionada por su atractivo (más que por su capacidad de convencimiento) es la que evidencia la semejanza entre el sistema línea completa y línea rota y el sistema binario utilizado en los ordenadores de hoy en día, llegando a especular que los antiguos chinos eran de alguna manera los antecesores directos de los procesadores modernos, y que este sistema era tal vez una estructura necesaria para lograr buenos resultados en el cálculo de la probabilidad.

Quiero concluir esta digresión sobre las interpretaciones de la estructura del libro haciendo hincapié en un dato para los amantes de la numerología.

Los hexagramas que constituyen la base de las predicciones del libro son la combinación de dos trigramas; las líneas transitorias que representan las mutaciones que son el tema del libro y el motor del mundo están representadas por el número 6 y por el número 9, ambos múltiplos de 3; la línea que representa la fuerza máxima viene dada por el 9, que se obtiene mediante la suma de 3 veces 3.

Parece interesante observar que, tanto en la cultura china como en la occidental, a pesar de haberse desarrollado de forma independiente una de otra (al menos en la época remota de la que hablamos y siempre según la historiografía moderna aceptada oficialmente), el número 3 representa la divinidad, ya sea en nuestra religión (Dios es uno y tres – padre, hijo y espíritu santo) que en la cultura asiática.

La cuestión de por qué se ha elegido esta estructura gráfica entre las muchas posibles y por qué responde de manera tan eficaz a nuestras preguntas sobre el futuro sigue abierta y aún ha de encontrarse una explicación convincente y definitiva. Sigue siendo un reto del pasado para las futuras generaciones.

Cómo usar el libro

Este libro no debe usarse como un libro normal que se lee desde la primera hasta la última página de forma continua, sino que debe utilizarse de forma más similar a como se utiliza un diccionario.

Este uso es el que se ha hecho siempre a lo largo de la historia con fines adivinatorios, aunque para el examen oficial imperial requerido para el acceso a la función pública durante mucho tiempo en la historia de China, se requería su completo conocimiento, más bien como una guía de comportamiento.

En ese caso, lo que se estudiaba en profundidad eran los distintos comentarios, sobre todo los de Confucio, siendo uno de los libros oficiales que aprendieron de memoria generaciones de funcionarios civiles y militares.

De hecho, también se pueden leer de forma secuencial los diversos comentarios con explicaciones que se ofrecen para cada hexagrama, pero al hacerlo se perdería el verdadero significado de los sucintos comentarios, que solo tienen sentido cuando se aplican a una situación específica y muy concreta.

Hay muchas maneras de utilizar el libro para la adivinación. La más simple y, sin duda, la más popular, es la de las 3 monedas.

A continuación, presentaré un ejemplo inventado para mostrar el mecanismo a seguir para utilizar el libro con fines adivinatorios siguiendo el método «de las tres monedas.»

El proceso adivinatorio

Consigue 3 monedas del mismo tamaño, lápiz y papel y ya estás listo para comenzar.

Escribe en la parte superior de la hoja con caracteres claros y no demasiado pequeños la pregunta a la que tratas desesperadamente de dar respuesta.

La pregunta no debería contener múltiples respuestas y debe haber un factor temporal en ella.

Puede referirse a cualquier tema, desde el trabajo a la amistad, el amor, un lugar de vacaciones o una idea hipotética, pero es mejor que se centre en ti mismo y no en otras personas.

La pregunta de nuestro ejemplo es: ¿Me ascenderán antes de que acabe el año?

Bajo la pregunta, escribe seis puntos en orden descendente de la siguiente manera:

6)
5)
4)
3)
2)
1)

Ahora repite la pregunta en voz alta mientras mezclas las monedas en tus manos.

Lanza las monedas y anota el resultado de caras y cruces en la línea 1.

Por ejemplo, si en el primer lanzamiento te salen 2 caras y 1 cruz, sería así:

6)
5)
4)
3)
2)
1) 2 caras + 1 cruz

Repite el procedimiento diciendo siempre la pregunta en voz alta y rellena los seis números siguientes.

Supongamos que al final de los seis lanzamientos, te ha salido lo siguiente:

6) 3 caras
5) 3 cruces
4) 2 caras + 1 cruz
3) 2 cruces + 1 cara
2) 2 cruces + 1 cara
1) 2 caras + 1 cruz

Llegados aquí, debes asignar una puntuación fija de 3 puntos a las cruces y 2 puntos a las caras y hacer la suma; que será siempre un número comprendido entre 6 y 9.

A cada número corresponde una línea discontinua o continua de la siguiente forma:

En nuestro ejemplo tendríamos:

Este es el primer hexagrama que refleja las consecuencias inmediatas de las acciones que has planeado.

De este nace otro hexagrama que refleja la situación futura, fruto de los continuos cambios cosmológicos según estas reglas:

El aspecto final de los hexagramas de nuestro ejemplo será, pues, de la siguiente manera:

Los hexagramas obtenidos de este modo se componen de un trigrama en la parte superior y otro en la parte inferior y según la tabla de la fig.1 puedes buscar el número al que corresponde tu hexagrama.

En nuestro ejemplo, el primer hexagrama que se refiere al presente se compone de un trigrama superior que indica lago y de uno inferior que se corresponde con trueno.

En la tabla se encuentran en el número 17: es el hexagrama que vamos a interpretar y eso nos dará las principales indicaciones en lo referente a la situación actual, que es muy importante como punto de partida.

El hexagrama que se refiere al futuro está representado por el trigrama superior correspondiente al fuego y el trigrama inferior correspondiente al trueno. Ambos coinciden en el hexagrama número 21.

Ahora viene la parte más difícil, que es interpretar los hexagramas resultantes de forma correcta, ya que una mala interpretación no sólo sería inútil, sino incluso podría ser perjudicial al hacerte actuar de forma equivocada.

Interpretación de comentarios relacionados con los hexagramas

Como hemos mencionado en la sección anterior, la interpretación es la parte fundamental y la más difícil.

Interpretar estas frases que a menudo son crípticas de por sí, ya era una tarea difícil incluso en la antigüedad. Aquella persona que fuera versada en este arte obtuvo el patrocinio de reyes y emperadores.

Hoy en día, su interpretación es aún más difícil, pues la forma de expresar los conceptos y recomendaciones está estrechamente relacionada con la manera de pensar de la época, que no ha llegado a nosotros al 100%, dejando un amplio espacio para la especulación y la diversidad de opiniones.

Por estas razones, para aventurarse en la interpretación de estas sentencias hay que conocer cómo era la vida hace unos 3.000 años en China, período en el que se escribió el libro cuya versión final ha llegado hasta nosotros.

Además, mientras que los chinos pueden ir directamente a la fuente y leer las indicaciones tal como fueron escritas, para aquellos extranjeros que no han estudiado chino en profundidad como para ser capaces de leer y comprender frases escritas hace más de 3.000 años, la tarea se complica aún más porque debemos leer una traducción que está, de forma inevitable, impregnada de la visión del traductor, siendo por tanto una interpretación.

No existe una regla segura para averiguar cuál es la mejor guía para descubrir este mundo, pero yo, por mi forma de pensar, prefiero aquellas que no pretenden tener la verdad absoluta y dejan un margen más amplio a tu capacidad personal de interpretación tras haberte proporcionado elementos básicos ampliamente aceptados por toda la comunidad de estudiosos del idioma y la historia china antigua.

Después de leer varias traducciones y comentarios en varios idiomas (sobre todo en inglés) he elegido como guía en este fascinante mundo a Margaret J. Pearson, sinóloga muy preparada que desde 1980 es profesora de historia de China y Japón en el Skidmore College de Saratoga Springs, Nueva York.

En su libro «The Original I Ching» no ofrece una interpretación propia, pero de una manera convincente (al menos para mí) para construir una interpretación personal que será la que proponga más adelante en este artículo.

Cómo obtener respuestas

La obtención de respuestas a la pregunta planteada en un principio no es sencilla y requiere un cierto procedimiento y una cierta dosis de buena voluntad.

En tu papel, bajo la pregunta y en el primer hexagrama, copia el primer comentario asociado con el número correspondiente al hexagrama resultante del lanzamiento de las monedas.

En nuestro caso, el primer hexagrama está asociado al número 17, que se titula «siguiendo» y dice:

«Éxito desde el principio. La persistencia es efectiva, no hay culpa.»

A continuación, escribe tu primera reacción instintiva, sea cual sea, de manera concisa y sincera para un uso posterior.

A continuación, comprueba el significado de las líneas transitorias que se asocian con 6 y 9.

En nuestro caso tenemos el 9 en la línea 5 que dice: «vuelta a la alegría/excelencia: tendrás buena suerte.»

Además, hay un 6 arriba: «si los atas, libéralos. Los reyes hacen un sacrificio a las montañas del oeste».

A continuación, escribir su primera reacción visceral, lo que sea, de una manera concisa y sincera para su uso posterior.

A continuación, comprobar el significado de las líneas transitorias que se asocian a las 6 y 9.

En cada caso, escribe la frase y tu primer comentario. Si te parece que la frase asociada no tiene sentido, pon un signo de interrogación.

Lee solo los comentarios que tengan que ver con las posiciones de tu hexagrama e ignora los que no te conciernan, ya que puede influir en la interpretación, confundiéndote.

Ahora lee la imagen, escríbela y añade tu primer comentario instintivo.

En nuestro caso, tenemos:

«Dentro del lago, trueno: una imagen de lo siguiente. Por lo que tienes que entrar y descansar tranquilo por la noche.»

La explicación de la imagen (la parte que está más influenciada por la visión y el trasfondo cultural e histórico de la guía que hayas elegido) dice:

«En este caso, el trueno está dentro del lago en vez de venir del cielo y esa es la imagen a seguir en vez de conducir.

Tras el trueno, el lago recupera su calma habitual, las convulsiones de un elemento líquido no duran mucho, al igual que los problemas de un día activo se calman por la noche cuando la pesada responsabilidad del día se desvanece con la relajación al final de la jornada.”

Escribe tu primera impresión tras leer el comentario.

Ahora puedes leer los comentarios iniciales de tu segundo hexagrama repitiendo el mismo proceso; excepto en lo referente a los comentarios relacionados con los números transitorios que, al haber cambiado, ya no son válidos y no deben ser leídos.

Concéntrate en las palabras y los significados que parezcan tener sentido para ti y escribe tus sentimientos al respecto.

No te sorprendas si las mismas personas o los mismos problemas empiezan a parecer diferentes tras este proceso.

Ahora olvídalo todo y vuelve a tu vida cotidiana como si no hubieras hecho nada.

Antes de dormir, toma tu hoja y vuelve a leer tanto tus comentarios como las imágenes tratando de visualizarlas de forma más profunda y clara en tu mente mientras te quedas dormido.

Por la mañana, busca un espacio tranquilo y vuelve a leer tus comentarios y las imágenes: lo más probable es que te vengan a la mente reacciones y significados distintos a los del día anterior.

Una vez más, escribe tus nuevos sentimientos al respecto. Es probable que esta vez sean más claros y completos que instintivos.

También puedes hablar con personas cercanas y confiar en que te ayudarán a ver las cosas desde una perspectiva que no habías considerado hasta ahora, pero que podría resultar crucial para el éxito de tu interpretación.

Repite el proceso durante unos días y verás que en algún momento las respuestas comienzan a aclararse en tu mente y obtienes tu interpretación. Precisamente por ser tuya, es probable que sea la correcta.

El consejo es no confiar de inmediato en la respuesta cuando parece demasiado clara, y volver a leer de nuevo con mucho cuidado para tratar de entender los significados que pueden haberse escapado.

Una respuesta totalmente positiva es muy rara y la historia china está llena de ejemplos que muestran a personas que, por una interpretación demasiado precipitada, han actuado mal o terminado en desgracia.

Conclusión

La posibilidad de conocer el futuro siempre ha fascinado al ser humano, que busca una vía segura que lo guíe en las decisiones importantes que, tanto hoy como en el pasado, pueden dar como resultado una vida desgraciada o una cómoda; o incluso en muchos casos la continuación de la vida o la muerte.

Junto con la búsqueda de la inmortalidad, la capacidad de adivinación ha sido objeto en todas las civilizaciones y épocas de ingentes esfuerzos y estudios por parte de pensadores, monarcas, científicos y chamanes hasta llegar a brujos de todo tipo.

Cuando Roma aún no se había fundado y Homero aún no había nacido, en las fértiles llanuras del río Yangtze en el corazón de Asia, varios fragmentos de sabiduría popular se pusieron en papel para dar a la humanidad un método de análisis de las situaciones de la vida que ha proporcionado y proporciona una poderosa herramienta para ayudarnos a decidir lo mejor.

Esta herramienta, basada en la dinámica de la naturaleza, ha mantenido su poder desde hace milenios, llegando intacta a la sociedad moderna, con su capacidad de hacernos comprender mejor el presente y, en consecuencia, el futuro.

Esta herramienta es un libro y está disponible para aquellos que tengan la voluntad, la capacidad y la humildad de utilizarlo para mejorar su futuro.

Esta herramienta es el libro de las mutaciones, también llamado el «I Ching».

Photo Credits: I_Ching by Cristian C