En este artículo cuento cómo ir a la ciudad vietnamita de Lao Cai a pie atravesando la frontera con la ciudad china de Hekou en base a mi experiencia personal y a mis sensaciones. ¡Espero que al leer este artículo, te entren ganas de viajar y perderte en la magia de las fronteras!
No sabemos con el paso del tiempo cuál será el destino de las fronteras, si tenderán a multiplicarse o si desaparecerán para dar al hombre la posibilidad de desplazarse sin demasiados problemas. Siempre las imaginaba como lugares inaccesibles y silenciosos, donde el sonido del viento y algunos soldados inmóviles hacían compañía a ríos y montañas, y podías conocer a viajeros intrépidos.
Pero mi imaginación se veía influida por la prosa de exploradores y viajeros antiguos.
La imaginación choca con la realidad, y es que los ríos y las montañas toman la apariencia de pistas de aterrizaje y mostradores polvorientos, y el ruido del viento se convierte en un altavoz que nos recuerda sacar el pasaporte y respetar la cola. Y así es como la mayoría de nosotros ve las zonas fronterizas en los aeropuertos, sin haber cruzado nunca una frontera por tierra.
Yo pertenecía a esta clase de personas hasta hace poco. Siempre había querido cruzar una frontera, y en una madrugada cálida de julio en Asia, entré en la ciudad vietnamita de Lao Cai saliendo de la ciudad china de Hekou.
Mi viaje comenzó la noche anterior. Para añadir cierto patetismo al momento, había decidido llegar a la ciudad china fronteriza en un tren lento nocturno, acostado sobre un duro colchón en una litera de segunda clase y mirando por la ventana una sucesión de campos de arroz verdes típicos del sur de China.
Llegué a Hekou a las seis de la mañana, y vi que la frontera se abriría a las ocho. Aún tenía dos horas para estar en China, caminar a lo largo de una de sus innumerables fronteras y hacerme una idea de cómo era el ambiente de aquel lugar.
La pequeña ciudad de Hekou se extiende a lo largo del río Rojo, llamado así debido a que durante la época de lluvias lleva muchos escombros que colorean sus aguas. Por sus orillas caminarás entre ancianos que realizan su gimnasia matutina y carteles de propaganda del partido sobre la importancia de la amistad con la vecina Vietnam.
Si miras al otro lado del río, verás hoteles antiguos con referencias a la arquitectura colonial, y podrás escuchar el ruido de las numerosas motocicletas que caracterizan el tráfico de todas las ciudades vietnamitas.
Mientras esperaba a cruzar la frontera, también tuve tiempo para saborear la cocina fusión de la ciudad, que mezcla sabores chinos y vietnamitas. Los pequeños restaurantes de Hekou sirven para desayunar panecillos típicos de arroz chino con relleno de carne y verduras vietnamita y una salsa que sirven en casi todas partes en Vietnam, llamados 越南小卷粉 (yue nan xiao juan fen, pequeños rollos vietnamitas de harina de arroz).
Tras probar la gastronomía de la zona, me dirigí a la frontera por las escaleras mecánicas que conducen a las oficinas donde los policías primero te pedirán que pases la mochila por el detector de metales y luego que te pongas en cola para el control de pasaporte
El procedimiento es el mismo que se lleva a cabo en las fronteras de los aeropuertos, pero cuando hayas terminado y salido de las oficinas que están en la zona fronteriza, bajo el gran arco que con su inscripción en caracteres chinos determina el fin del territorio chino, verás que se extiende un puente que lleva al otro lado del río, donde comienza Vietnam.
Crucé el puente en compañía de chinos, mientras que en el lado opuesto había numerosos vietnamitas en bicicleta con sombrero de bambú cónico («nho» en vietnamita) que intentaban llegar a China a través de las oficinas fronterizas vietnamitas.
Allí, un militar vietnamita me invitó a pasar mis cosas por el detector de metales y me preguntó si ya tenía visado para Vietnam. Mi respuesta fue negativa, por lo que añadió el visado de 15 días a mi pasaporte (actualmente Italia es uno de los cinco países en los que no es necesario solicitar un visado para entrar en Vietnam por tierra si vas a permanecer durante un período no superior a 15 días).
Estaba en Vietnam, ¡y había cruzado mi primera frontera a pie! Di una vuelta por la ciudad de Lao Cai, y al igual que en Hekou, vi que las actividades principales de la ciudad eran el cambio de divisas, los visados, el transporte y la información turística, en definitiva, todo lo necesario para quien se encuentra en una zona fronteriza.
Compré el billete de autobús que me llevaría a Hanoi, y mientras tomaba mi primer café vietnamita me di cuenta de que en Vietnam hay una hora menos que en China, justo a tiempo para cambiar las manecillas de mi reloj y no perder el autobús.
Lo bonito de cruzar una frontera a pie también está en esas pequeñas cosas. No hay azafatas que te avisen antes de aterrizar del cambio horario, depende del viajero ser astuto y sumergirse en su nueva aventura.
Photo Credits: Donkey king, Hekou-Manhao by Rene Passet
Hola,
¿Sabrías, por favor, decirme como puedo llegar a Hekou desde Nanning?
La información que he encontrado en la web no es muy clara.
Muchas gracias
Hola!
Tengo pensado hacer esa ruta en unos meses. Me gustaría preguntarte cómo hiciste para el billete de salida de China que te exigen al solicitar el visado, ya que nose muy bien como hacerlo.
Muchas gracias ?
Buenos días, aquí tienes un artículo sobre cómo obtener el visado turístico: Visado turístico para China – Guía completa
En Vietnam no necesitas visado en la mayoría de casos:Cómo obtener un visado para Vietnam: La guía completa
BUENOS DIAS.
QUISIERA SABER SI ES POSIBLE PASAR LA FRONTERA -HEKOU – LAO CAI – EN COCHE, TAXI O SIMILAR.
Es possible si se tienen los permisos necesarios, pero normalmente para los turistas se hace a pie