En este artículo haré una reseña de la obra «The Legend of Kung Fu», que tiene como protagonistas a los monjes Shaolin. El espectáculo tiene lugar cada noche en el Teatro Rojo de Beijing.
La última parte del artículo está dedicada a información práctica: precio de las entradas y dónde y cuándo ver el espectáculo “The Legend of Kung Fu”.
Introducción
El primero en introducir las palabras «kung fu» en la terminología occidental fue Bruce Lee, cuando al preguntarle «¿Cómo se llama lo que haces?», respondió, «Kung fu.»
Bruce Lee era muy consciente de la inexactitud de sus palabras, pero sabía que Occidente prefiere lo rápido y sencillo, así que se permitió ese lujo.
De hecho, decir «hago kung fu» no indica nada en particular, pues hacer kung fu, en el sentido chino, simplemente significa que has alcanzado un nivel elevado en algún aspecto.
Por ejemplo, si tengo una cátedra en una universidad de prestigio, «hago kung fu» en el estudio.
Del mismo modo, si tienes un muy buen nivel en cualquier estilo de artes marciales, «haces kung fu» en ese estilo en particular.
Bruce Lee era maestro de muchos estilos de artes marciales, y para no aburrir al oyente con menos experiencia, que difícilmente habría entendido términos como Wing Chun y Hung Gar, se limitó a decir «hago kung fu.»
Se tomó al pie de la letra y, desde entonces, el término «Kung fu» en Occidente identifica la práctica de artes marciales, que en mandarín se denominan «wushu».
¿Cómo es posible entonces que un espectáculo chino tenga ese título?
Las principales razones son, en mi opinión, las siguientes:
- El público objetivo del espectáculo es occidental. De hecho, está en inglés (con subtítulos en chino).
- En el espectáculo se representan diferentes estilos de artes marciales; de ahí el título que las incluye a todas.
- En la actualidad, la palabra kung fu ha alcanzado tal popularidad que incluso los chinos (especialmente los que no son expertos en artes marciales) han comenzado a utilizarla para indicar la práctica de artes marciales.
El espectáculo
La trama
El espectáculo cuenta la historia de un niño que es abandonado por su madre sin recursos en un templo budista (que en realidad es el Shaolin) donde lo cuidan y enseñan el arte del combate, guiándolo en su realización humana y personal.
El niño no quiere separarse de su madre y para convencerlo, el viejo maestro cuenta una historia, que resulta ser la suya, cuando fue abandonado por su madre con los monjes del templo.
A partir de aquí se desarrolla toda la trama del espectáculo: la vida del viejo maestro con su narración de fondo (en Inglés).
Ni siquiera quiere estudiar artes marciales, pero deslumbrado por la habilidad de los monjes guerreros y arropado por la presencia de otros dos amigos, decide seguir «el camino» del aprendizaje.
Pasa por momentos difíciles de joven al sentir la llamada de las tentaciones de la vida fuera del monasterio, representadas por una bella muchacha que hace vacilar su determinación.
Sin embargo, bajo la guía del maestro, abandona las pasiones terrenales y se dedica a la práctica y a la meditación para alcanzar la iluminación.
Pasan los años, el niño se convierte en hombre y es ahora un guerrero fuerte y poderoso, con un cuerpo de acero. Su ego aumenta y cae en el pecado de la soberbia, llegando a desafiar a sus propios compañeros y amigos y abandonando el «camino» de la iluminación y la práctica.
Se queda solo y al morir su madre anciana y darse cuenta de su error, tiene un momento de debilidad y está a punto de renunciar a todo.
Él mismo es su único enemigo.
Pero su maestro no lo abandona al remordimiento y la desesperación, guiándolo de nuevo por el camino correcto.
Ahora, más convencido que nunca, vuelve al templo y frustra un ataque de ladrones junto a sus viejos amigos.
Tras superar esta última prueba, deja a un lado su ego y se dispone a convertirse en abad del templo en lugar de su anciano maestro, que muere de viejo, feliz de haber cumplido su misión.
En la trama están presentes todos los elementos de la filosofía de las artes marciales que no son sólo físicos, sino sobre todo psicológicos. De hecho, cuando prevalece la dimensión física, uno se aleja del objetivo último.
Un elemento psicológico importante, en este sentido, y que es abordado durante todo el espectáculo es la supresión del ego, que siempre trata de emerger.
Se trata de un punto fundamental, tanto para alcanzar la iluminación y la paz de los sentidos como para el aprendizaje de las artes marciales.
La escenografía
La historia se narra de forma muy amena y no se hace pesada. La narración del monje-maestro es profunda y ayuda a sumergirse en los acontecimientos.
La escenografía es impresionante y la música y las luces son dignas de un espectáculo de Hollywood. Por otra parte, la presencia de muchos actores (todos expertos en artes marciales) crea un escenario rico y en continuo movimiento.
El espectáculo lo protagonizan profesionales reales que han estudiado artes marciales en el templo Shaolin, lo que lo hace especialmente interesante. Durante el espectáculo no se escatima en combates y pruebas de fuerza, quedando patente la fama del templo Shaolin en todo el mundo.
El protagonista, un auténtico hombre de acero, hace de todo: dobla lanzas apoyando la punta en la garganta, rompe listones de metal con un golpe de cabeza, se tumba sobre espadas con pesos encima, lo golpean en brazos, piernas e incluso en la cabeza, rompiendo palos como si fueran ramitas, y mucho más.
No hay trampa ni cartón. Para aquellos que conocen el estilo Shaolin, con entrenamientos agotadores y estricta disciplina, es comprensible; aunque a primera vista parezca increíble.
También hay bellas danzas que enriquecen el espectáculo y alivian la tensión.
Destaca la presencia de al menos seis niños, de edades comprendidas entre los 8 y 10 años, cuyas habilidades marciales no tienen nada que envidiar a las de los adultos.
El resultado es muy dinámico y la hora y media que dura el espectáculo pasa rápido; de hecho, cuando se acaba da un poco de pena por no haber podido apreciar con todo detalle la riqueza de cada escena.
Los estilos de artes marciales
Como ya he explicado en la introducción del artículo, afirmar que los actores practican kung fu es muy simplista.
También hay que decir que, a día de hoy, el templo Shaolin enseña muchos estilos, de los cuales ha adquirido los derechos gracias a donaciones internacionales considerables y la gran mayoría de ellos no derivan de la historia antigua del templo que fue fundado por Bhodidharma a su llegada de la India para difundir el budismo en China, en el siglo VIII.
Sin embargo, en el espectáculo se ejecutan los grandes estilos que siempre han caracterizado las prácticas que tuvieron lugar y aún se llevan a cabo en el templo, y que han hecho famoso a Shaolin en el mundo como icono de los monjes guerreros.
Estos estilos reciben el nombre de Waigong, Yinggong, Qinggong, Neigong y Qigong.
Waigong y Yinggong son prácticas que tienen como objetivo reforzar algunas partes específicas del cuerpo.
A la edad de 12-13 años, el practicante que desea dedicarse a este tipo de arte debe elegir la parte del cuerpo que quiere trabajar, que a partir de entonces se convertirá en el objeto de sus atenciones durante el resto de su vida, hasta convertirla en un arma real.
Sin embargo, todos se dedican a fortalecer la piel hasta hacerla prácticamente impenetrable.
Estos resultados se consiguen con paciencia y dedicación total: por ejemplo, para fortalecer la piel de la garganta, desde una edad temprana, los niños son, literalmente, colgados con una cuerda al cuello; inicialmente durante unos segundos y luego, poco a poco, a lo largo de los años, pueden permanecer suspendidos durante horas meditando.
Los resultados son sorprendentes y se presentan durante la fase central del espectáculo.
La práctica del Qinggong consiste, por su parte, en el desarrollo de técnicas basadas en los saltos y golpes aéreos. Estas prácticas están presentes pero en menor medida, ya que son menos espectaculares.
Las prácticas ya descritas son los estilos externos (Waijia); en el monasterio, sin embargo, también se practican estilos internos (Neijia) de los cuales el más importante es el Qigong.
El Qigong incluye una serie de métodos y movimientos diseñados para cuidar el cuerpo y hacerlo fuerte, flexible y sano.
En última instancia, se puede decir que el Qigong se utiliza para lograr una mayor longevidad y practicar el enriquecimiento personal.
Estos dos objetivos se desarrollan a través de la meditación en movimiento y otras técnicas para lograr la mejora y libre circulación por todo el cuerpo del Qi,la energía vital que todos tenemos.
En representación de estas técnicas se lleva a cabo, al menos en parte, el Yi Jin Jing, una forma de Qigong típica de Shaolin practicada por los monjes desde tiempos antiguos, cuando encontraron en una gruta el libro del fundador del templo que explicaba cómo hacerlas.
También se representa el Qigong en forma de cinco animales: grulla, tigre, rana, serpiente y mantis religiosa. Esta forma de Qigong no es originaria de Shaolin (como lo es el Yi Jin Jing), sino de las regiones del sur de China, y se enseña en el templo desde hace mucho tiempo, practicándose ampliamente en toda China.
Además de estos estilos, también se presentan movimientos tomados de otros que no están directamente relacionados con Shaolin.
Por ejemplo, puedo afirmar que reconocí algunos movimientos propios del Tai Chi estilo Chen. Luego está todo el capítulo de las armas, pues se muestra una amplia selección de ellas y su uso: espadas, sables, picas, alabardas, palos, cuchillos; la lista es muy larga y la demostración, espectacular.
No voy a detenerme en los distintos usos que se hacen de las armas, pero vale la pena destacar un arma muy extraña y, al parecer, muy eficaz. No sé su nombre, pero trataré de describirla: es una pirámide de metal bastante pesada (de unos 3-5 kg) unida a una cadena muy larga y fina (yo diría que de unos 3 metros).
Se maneja con los dos brazos, girándola en torno a los brazos y codos y se lanza con gran velocidad y potencia. Es de corto y largo alcance, pero hay que ser muy hábil en su manejo para evitar enredarse y recibir un golpe. Resulta muy interesante verla en acción y es mortal en la batalla.
La única pena, al menos desde mi punto de vista, es que todos estos movimientos y estilos se ejecutan muy rápidamente, lo que demuestra el alto nivel de los profesionales, pero no se captan bien los detalles.
Dónde y cuándo ver el espectáculo “The Legend of Kung Fu” (incluidos los precios)
El espectáculo tiene lugar en el Teatro Rojo de Beijing, situado en la siguiente dirección: 44 Xing Fu Da Jie, Distrito de Dongcheng (崇文区幸福大街44号).
Hay pases cada noche de 19:30 a 20:50 y, de junio a agosto, también hay un espectáculo de 17:15 a 18:40.
Podrás llegar fácilmente al Teatro Rojo en metro, bajando en la estación de Tiandongmen, salida B, y caminando en línea recta (con la salida a tus espaldas) durante aproximadamente un kilómetro. En el segundo semáforo gira a la izquierda, cruza la calle y continúa otros 100/150 metros hasta que veas un edificio iluminado en rojo con la enorme inscripción «Red Theater» a la derecha.
Si quieres evitar la caminata (se tarda unos 10 minutos), a la salida de la estación de metro hay varios taxis y otros vehículos que por 10 o 15 Yuan te llevarán a tu destino.
Otra opción es reservar un tour; en este caso la agencia irá a recogerte al hotel en minibús (el precio ronda los 250 Yuan por persona, incluida la entrada al espectáculo).
En la taquilla del teatro hay entradas desde 200 Yuan en la platea superior hasta llegar a 880 Yuan por un asiento VIP (con mesa junto a la butaca) en la platea central. También hay otros tipos de entradas dependiendo de la distancia al escenario.
He visto el espectáculo desde la platea superior y he de decir que se ve muy bien. Al estar en alto, estos asientos ofrecen una visión más completa. Además están dispuestos en un plano inclinado, lo cual permite una buena visibilidad, incluso a quienes no tienen asiento en primera fila. De hecho, deben evitarse la primera y segunda fila, pues la barandilla de seguridad resta visibilidad, obligando a ver el espectáculo en posición incómoda.
Si decides ir por libre, es decir, sin la ayuda de una agencia, recomiendo reservar por Internet en esta web para conseguir un buen descuento y pagar 140 Yuan por persona (por una entrada en platea superior).
Si quieres comprar algún recuerdo, hay dos tiendas en la planta baja dentro del teatro que venden un poco de todo.
Si te conformas con una foto, puedes esperar al final del espectáculo, cuando los actores más importantes se dejan fotografiar con el público. Puedes acercarte al escenario y hacerte una foto con ellos por 20 Yuan, que te devolverán si realizas alguna compra en las tiendas del teatro.
En mi opinión, vale la pena, sin duda, ir a ver el espectáculo. Saldrás satisfecho, te gusten más o menos las artes marciales.
Photo Credits: Evening visit to the Red Theatre, Beijing by Andy Miah