El Lago Oeste, Hangzhou.
Se dice que el Lago Oeste (西湖, Xihu) en Hangzhou es la encarnación de 西施 (Xi Shi), una de las cuatro antiguas bellezas chinas. Esta es la razón por la que a veces la gente llama a el lago «Xi Zi». Xi Zi es otro nombre usado para Xi Shi, que significa Señora Xi.
Esta es la historia de Xi Shi tal y como la cuenta Robert Greene en El arte de la seducción.
«En el siglo V después de Cristo Fu Chai, soberano del reino de Wu, derrotó a su enemigo Gou Chien, soberano del reino de Yue. Gou Chien fue capturado y obligado a hacer de mozo de cuadra en los castillos de Fu Chai. Una vez puesto en libertad, sin embargo, fue condenado a pagar un duro tributo anual a Fu Chai.
Como parte del tributo, unos años más tarde Gou Jian envió a dos hermosas vírgenes a Fu Chai, el cuál las recibió en su palacio. Una de las chicas era, con mucho, más bella que la otra, se llamaba Xi Shi. Ella, no se intimidó, lo miró directamente a los ojos. Era segura y coqueta, características que rara vez se encuentran en alguien tan joven.
Fu Chai conmemoró la ocasión con una gran fiesta. Inflamada por el vino, Xi Shi bailó para el soberano; cantó, y su voz era sublime, acostada en un sofá de jade blanco, daba la impresión de ser una diosa. El rey ya no era capaz de alejarse de ella, la seguía por todas partes. Además, ella en cada ocasión se mostraba aguda, inteligente y brillante. Cuando se veía obligado a alejarse de ella por compromisos reales, Fu Chai no podía apartar la imagen de su mente. Pronto empezó a llevársela con él a los Consejos de Estado, pidiendo su opinión sobre los temas más importantes. Ella lo convenció de no escuchar más a sus ministros; él era más sabio que ellos, su juicio sin duda superior.
El poder de Xi Shi fue creciendo día a día. Pero no era fácil complacerla. Las pocas veces que el soberano no respetaba sus deseos, ella lloraba hasta que Chai, con el corazón a pedazos, accedía a sus deseos. Un día ella le pidió que construyera un palacio fuera de la capital. El la contentó, y cuando visitó el palacio, su magnificencia se sobresaltó: Xi Shi lo había llenado de los muebles y las decoraciones más extravagantes. Fu Chai se encontró pasando más y más tiempo dentro de los muros del palacio, sentado en el borde de la piscina admirando Shi Xi que se peinaba usando el reflejo en el agua como espejo.
Los meses pasaron, y continuó permaneciendo en el palacio, haciendo caso omiso de sus amigos y familiares, olvidándose incluso de sus reuniones y funciones públicas. Perdió la noción del tiempo. Cuando se veía obligado a desviar su atención de Xi Shi, su única preocupación era que ella se iba a enojar.
Al final las noticias de crisis llegaron a su cárcel dorada: La fortuna que había gastado en el palacio había quebrado la tesorería y el malestar se extendía entre la población. Regresó a la capital, pero ya era demasiado tarde: el ejército del Reino de Yue ya había invadido el reino de Wu. No teniendo tiempo para regresar con su amada Xi Shi, Fu Chai se quitó la vida.
Lo que no sabía era que Gou Jian había planeado la invasión años atrás, y que la elaborada seducción de Xi Shi era la parte esencial de su plan.»
Vivo en China desde hace algún tiempo, y muchas veces soy testigo de un diablo blanco «enloquecer» por una exótica china que lentamente te arrastra a su mundo de larga cabellera negra, piel suave, aire caprichoso, bruscos cambios del estado de ánimo y expectativas irracionales (quizás no es un palacio, pero …).
El hecho gracioso es que estas chicas a menudo son mucho menos interesantes de Xi Shi, la virgen que se describe en El arte de la seducción.
Así que, ¿cuál es el secreto de las chinas?
Photo Credits: Photos by Sapore di Cina
Muy buena nota sobre el arte en el se constituye la seduccion, muy interesante!
Gracias por leernos
Aunque no se trata de hacer negocios, para conocer un poco más de la cultura y costumbres de China, recomendaría dos novelas actuales ambientadas en China, aunque en diversas épocas:
– «Seda», de A. Baricco (supongo que el original es en Italiano).
– «Todo bajo el cielo», de Matilde Asensi
Y por supuesto, las clásicas que me «presentaron» (y me enamoraron, dejándome una huella imborrable) cómo fue durante siglos la vida en China, cualquiera de la «época china» de Pearl S. Buck, premio Nobel de Literatura de 1938:
– «Viento del Este, viento del Oeste»
– «La buena tierra»
– «La estirpe del dragón»
– etc. Escribió más de 70 libros.
Seguramente el de Asensi es el que más se acerca a la situación actual, aunque no lo tomaría como «guía de viaje»
Todas éstas obras las tengo en formato electrónico. Muchas veces las vuelvo a leer, aunque sea solo una parte.
Hola Ana, gracias por las recomendaciones, si te interesa saber porque china es como es, yo te recomendaría de leer alguno de los autores chinos actuales como el premio nobel Mo Yan o Yu Hua. Personalmente a mi me gusta Hermanos de Yu Hua ya que es una sátira de los últimos años de la historia china vista en la vida de dos hermanos.