¿Te has encontrado alguna vez en un punto de tu trabajo o carrera en el que has pensado: «Ojalá pudiera reinventarme» o «volver a empezar mi carrera siguiendo un camino diferente?» Y si te dijera que conozco un lugar donde un obrero de la construcción se hizo director de marketing, un gerente de ventas, periodista, un oportunista inmobiliario abrió un colegio, un estudiante se convirtió en profesor de ciencias económicas en la universidad y un diseñador gráfico en director ejecutivo (aunque sólo fuera por una noche)?
Oportunidades como ésas caracterizan a un mercado emergente como son las grandes urbes de China. Pero antes de abandonar tu trabajo y organizar una fiesta de despedida, recuerda que no siempre las manzanas son mejores en el huerto del vecino.
Si has leído algún periódico en los últimos 10 años, sabrás que China se está convirtiendo en el centro del mundo financiero a gran velocidad. Es obvio que abrir un mercado de tales dimensiones ofrece muchas oportunidades, y aunque estamos hablando de una cultura de 5.000 años de antigüedad, China «reabrió» sus puertas al mundo de los negocios hace tan sólo 35 años. Esto genera un interesante contraste entre un pueblo de gran orgullo nacionalista y los que ellos llaman literalmente «extranjeros», es decir, el resto de nosotros.
Para los no chinos que han trabajado en China a lo largo de los años, la adaptabilidad china es a la vez una oportunidad y un golpe de gracia. Durante la entrevista para obtener el visado de trabajo, una de las preguntas que hacen es: «¿Qué capacidad o estudios posee para este trabajo que no tenga un chino?”
Si trabajas en China y quieres seguir haciéndolo, es una buena pregunta que nunca debes olvidar. Porque como en cualquier país, tratan de proteger su mano de obra y cuando las cifras alcanzan los cientos de millones, es una cuestión de importancia capital.
Entonces, ¿cuál es la situación actual del mercado laboral para los no chinos?
En resumen, hay bastantes oportunidades pero cada vez menos. El trabajo más obvio para cualquier persona que viva en un país extranjero es ser profesor de idiomas.
El inglés, considerado «idioma internacional», es el más demandado. Muchos chinos son conscientes de que aprender inglés puede serles beneficioso en sus vidas laborales y personales. Sin embargo, el gobierno está discutiendo si conviene al interés nacional enseñarlo en las escuelas, al menos en los niveles superiores.
Por ahora, esta situación abre una puerta a los hablantes nativos ingleses, que pueden cobrar bastante bien sus clases a niños chinos. Según la tendencia actual, se prefiere el acento americano (hace no mucho era el británico). Sin embargo, hay tanta demanda de inglés que cualquier hablante encontrará trabajo.
Con la entrada de las grandes y pequeñas empresas chinas a Internet y, por ende, al escenario internacional, hay demanda de redactores creativos que dominen los idiomas de los muchos mercados globales. Ése es uno de los trabajos que los chinos educados en occidente han empezado a realizar, aunque no demasiado bien.
Una cosa es hablar un idioma y otra muy distinta usar el lenguaje apropiado para vender algo, aunque algunas empresas aún no se han dado cuenta de ello. Luego están las compañías que pretenden ahorrar costos utilizando Google Translate o similares. Con este método, la traducción termina por lo general perdiendo todo el sentido.
Nota del editor: Este punto es especialmente grabe para el resto de idiomas como por ejemplo el español. Las webs chinas traducidas al español o su asistencia al consumidor son simplemente lamentables y a veces ininteligibles
Al internacionalizarse las ciudades chinas, hay una moda creciente de contratar a modelos, músicos y DJs, chefs y personal de servicio como azafatas, camareros y barmans extranjeros. Esta tendencia la inician por lo general los chinos de alto poder adquisitivo, que quieren traer a su país parte de la cultura que han visto al viajar o vivir en el extranjero. Las cifras de chinos que viajan aumentan cada vez más, y como cualquier viajero, no pueden evitar ser influidos por lo que ven, comen o escuchan.
Siempre hay campos de especialidad como derecho internacional, medicina, arquitectura o programación que presentan grandes oportunidades, aunque éstas se reducen con la vuelta al país de los jóvenes chinos formados en occidente.
Aparte de los campos ya mencionados, la mayoría de los no chinos que buscan trabajo terminan en empresas extranjeras en China. Actualmente, China se encuentra en medio de un proceso de apertura a compañías extranjeras internacionales, que llegan al país para abrir sedes y sucursales de producción en Asia e invertir en el mercado doméstico chino.
Estas empresas se topan con una sociedad pragmática, donde las reglas varían dependiendo de la situación. Encuentran una mano de obra dispuesta a aceptar órdenes pero que no piensa más allá de la tarea en cuestión. Estas compañías se han adaptado a la cultura china en distintos niveles.
¿Cómo es trabajar en un entorno chino?
La filosofía de negocios china se basa en las tradiciones culturales del confucianismo y en una red de trabajo basada en clanes. El sistema les ha funcionado hasta ahora, con la posible excepción de grandes corporaciones internacionales que adoptan prácticas de negocios occidentales con «características chinas». China, sin embargo, está compuesta sobre todo por negocios familiares pequeños o medianos. Al crecer, estas empresas tienden a confiar en aquello que les ha dado el éxito, es decir, su cultura colectivista construida en base a la familia y/o una red de trabajo cercana compuesta por amigos y colegas, fruto de muchos años.
En muchos casos, esto implica la promoción o contratación de candidatos que no están suficientemente cualificados en lugar de la promoción basada en méritos. El individualismo no tiene mucho peso y en su lugar se imponen la lealtad personal y el éxito de grupo. Los chinos creen por tradición que las desigualdades entre las personas son aceptables, por ello las relaciones laborales tienden a ser jerárquicas. Los empleados no deben tener aspiraciones más allá de su rango y el respeto a la autoridad es primordial.
Los chinos son una sociedad altamente competitiva, ya sea en la escuela o en los negocios. Hay escaso interés por el ocio y muchos empleados sacrifican tiempo con sus familias en pos de alcanzar una meta considerada superior: honrar su apellido y ganar el respeto para su empresa. Los chinos tienen mentalidad empresarial y se adaptan con gran facilidad. Esta norma cultural permite a muchos negocios chinos darse cuenta de que hay ciertos roles que, por ahora, un empleado chino no puede cumplir.
La siesta china, vacaciones inventadas y la eficiencia china
Una de las primeras historias que me contó un no chino que trabajaba para una empresa china o en un entorno de trabajo chino tenía que ver con el «almuerzo». Por lo general, ocurre lo siguiente: Vas con un compañero a un restaurante chino y compartes un menú familiar. Cuando regresas a la oficina, las luces están apagadas y todos se han ido a sus mesas a dormir la siesta. Alguien me dijo que cerró la puerta y siguió trabajando hasta que entró un compañero, le apagó la luz y le dijo que la luz que se filtraba por debajo de la puerta le molestaba.
Personalmente prefiero salir del trabajo una hora antes que dormir en la mesa. Y lo que es más, parece contraproducente con la ética laboral china de: «El tiempo es oro y la eficiencia, vida.»
La política laboral más confusa son las «recuperación de vacaciones». Digamos que tu empresa te da una semana de vacaciones por el Año Nuevo chino, por ejemplo. Se espera entonces que trabajes el sábado siguiente y posiblemente el domingo para compensar el tiempo perdido durante las «vacaciones». Así que tu semana libre se reduce a tan sólo tres días, y con los días de compensación, al final acabas trabajando la semana entera.
Si eres una persona razonablemente flexible, terminarás aceptando el almuerzo y las vacaciones inventadas y puede que incluso te resulte divertido. Pero desgraciadamente, el shock cultural no termina ahí. Los empleados no chinos afirman sentirse marginados constantemente. No es que no puedas hacerte amigo de tus compañeros. De hecho, muchos chinos jóvenes acudirán a ti para practicar inglés, oír tus historias o porque tener un amigo extranjero «mola».
Lo que ocurre es que tú, al no ser chino, no puedes entrar en su red personal de relaciones laborales o guanxi. Los empleados extranjeros también comentan que se les contrata por su apariencia occidental y no por sus conocimientos. Está bien si eres modelo o actor, pero no tanto si eres médico, abogado o arquitecto. Una mujer me contó que para trabajar en una empresa, su curriculum consistió en enviar una foto, y la entrevista en verificar que la de la foto era ella en realidad.
Un arquitecto, que no habla chino, dijo que tuvo que asistir a largas reuniones donde sólo se hablaba ese idioma varias veces al mes. En diversas ocasiones le comentaron que estaba allí por ser un rostro extranjero. Aún así, al estar en otro país, puede llegar a ser comprensible.
La queja o shock cultural por antonomasia al que se refieren los expatriados que trabajan y viven en China es la llamada «eficiencia china», que no es otra cosa que una falta total de la misma. Aparece en muchos aspectos de la vida diaria en China y para la mayoría de nosotros, es algo francamente incomprensible.
La explicación más sencilla es que «los chinos adoptan una perspectiva a largo plazo.» Este concepto se ajusta bien a su idea de guanxi y a su sistema basado en el valor familiar, pero está desfasado si tenemos en cuenta el ritmo frenético del crecimiento económico y la velocidad a la que su cultura se adapta a la occidental. Un abogado que trabaja en una empresa china me dijo: «En este país se espera que te quedes sentado en tu mesa hasta recibir una tarea específica».
«Si buscas trabajo activamente, dejas en mal lugar a tu jefe… así que nunca lo pides. Si no tienes nada que hacer, te limitas a navegar por Internet.» Un gran número de personas me ha comentado que podían o bien completar la tarea asignada en su jornada de 8-12 horas en menos de 3 o haberla completado en casa y ser más eficientes.
Uno de los aspectos más importantes de trabajar en una empresa china «no es el trabajo que realizas, sino el tiempo que pasas en la oficina». “Puedes llegar con algo de retraso, pero siempre debes ser uno de los últimos en salir…” Muchos empleados extranjeros creen que tienen pocas oportunidades de ascender en una empresa china por mucho que se esfuercen o por muy valiosos que sean para la compañía. Un gestor de ventas por Internet de una empresa china lo resumía así: «Somos mercenarios más que trabajadores normales.”
¿Cuáles son las expectativas de trabajo en China?
La demanda general de trabajadores extranjeros en empresas chinas está disminuyendo, pero eso no significa que las oportunidades de trabajar en China vayan a desaparecer. Como la mayoría de países en un mercado global en constante cambio, China evoluciona. Las empresas extranjeras seguirán necesitando representantes de sus países de origen, la comunidad de expatriados precisará asistencia y servicios y los productos y servicios occidentales estarán cada vez más de moda entre los chinos.
Todas esas vacantes y otras nuevas estarán disponibles en el futuro mercado laboral chino. Por otro lado tenemos el movimiento de la juventud china. Con una población de más de mil millones de habitantes, es indudable que habrá muchísima gente inteligente y con talento. Es sólo cuestión de tiempo que estas personas revindiquen una promoción basada en el mérito en lugar de no hacer nada mientras el hijo del jefe les pasa por delante. Una vez se produzca ese cambio de actitud, que aún tardará en darse, los extranjeros inteligentes y capacitados tendrán oportunidad de avanzar también en las empresas chinas.
Así que, si estás dispuesto a vivir la aventura de trabajar en el «Planeta China» ve organizando tu fiesta de despedida.
Photo Credits: Photos by Blue Heron MacCormack
Hola, soy mexicano, soy manager y he trabajado por dos años en una empresa china, trabajando con directores, gerentes, técnicos y operadores, he estado allá 7 veces en estadías de un mes cada una, creo entender y conocer a los chinos y he desarrollado un curso de como es trabajar con los chinos, si te interesa conocer mas acerca de la cultura laboral china y como salir bien librado yo puedo ayudarte.
Gracias por la oferta
He trabajado con chinos y realmente debo decir que no fué una grata experiencia pues son personas que son muy cerradas en su pensamiento, para ellos un trabajo de tres o cuatro personas lo puede hacer fácilmente uno sólo (con razón el mundo occidental están tan amañados con ellos) y a un menor precio salarial, son personas que poco o nada duermen porque se justifican que el tiempo vale oro y por eso creen que los demás lo pueden hacer, para los chinos los latinos somos gente ignorante, realmente es una de las últimas culturas con las que trabajaría de nuevo.
En el mundo hay de todo, pero lo que veo según el comentario es que seguramente has trabajado con un chino que no vive en China sino en tu país.
Ayuda tambien
Me encantó la nota, es excelente. Vivo en Buenos Aires, Argentina y me ayudó a entender la forma de trabajar y relacionarse de los chinos que viven y trabajan aquí. Los pequeños supermercados son un negocio que en un enorme porcentaje se encuentra en manos de chinos, se han extendido a gran parte del territorio y sobre todo en las ciudades más importantes. Hasta la década de los 90 donde el neoliberalismo y los enormes edificios de shopping se desarrollaron y los comercios cambiaron sus días y horarios de atención, era difícil hacer compras los sábado por la tarde o los domingos. También la década del 90 fue el momento en que esta ola de pequeños supermercados chinos, (Casi todos estos comerciantes son originarios de Fujián) comenzó a avanzar con rapidez. Ellos han modificado las costumbres locales, ya que los pequeños comercios de abastecimiento diario, en especial los de comestibles, se vieron presionados a cumplir los mismos horarios de los comerciantes chinos para no perder a sus clientes. La influencia china ya comienza a sentirse también fuera de su territorio.
Hola Marcela, esto pasando en todo el mundo y no solo con los chinos. Vivimos en un mundo globalizado : P