Nota: Esta historia es una sátira y como tal puede ser bastante ofensiva, si crees que puede herir tu sensibilidad, seguramente lo hará, así que no leas más.
En los últimos meses he estado teniendo muchos problemas para dormir bien. Es la primera vez en mi vida que me sucede algo parecido, así que estoy completamente obsesionado saber la razón.
Mis fantásticos vecinos
Al principio pensé que la culpa de mi insomnio era de mi vecino que está entrenado para ser el actor principal en el remake chino de Indiana Jones.
Cada mañana allá a las cinco me despierto de golpe pensando que algo fue mal en el conflicto que tienen Japón y China por un puñado islas perdidas en medio del océano y los japoneses han empezado a bombardear Beijing. Me despierto, echo un vistazo a través de la ventana y lo veo con su látigo. No me puedo creer que consiga hacer tanto ruido con ese jodido látigo, a su lado los fuegos artificiales del año nuevo chino parecen sólo un juguete ruidoso para niños.
Después de un rato me las arreglo para conseguir dormirme de nuevo y, a las seis me despierto de nuevo con la sensación que me he emborrachado y me he quedado dormido en club. Pero no, son sólo las viejecitas de mi comunidad que están practicando la coreografía de Gangnam style (por supuesto se han traído los altavoces más grandes que tenían).
Lo único que puedo pensar:
«Joder, no tenéis nada que hacer en todo el día, ¿No me podéis dejar dormir media hora más?»
Después de un par de días lluviosos que mis vecinos no pueden perturbar mi sueño, me doy cuenta de que ellos nos son mi problema.
Esas dos noches terribles pesadillas sacuden mi sueño, con lo que finalmente comprendo todo: ¡Estoy sufriendo estrés postraumático debido a la exposición continuada al tercer género chino!
Para los que no leyeron el Sex symbol chino (que buscan las mujeres chinas), el tercer género chino es la manera peyorativa que los hombres chinos se refieren a las mujeres chinas con un doctorado.
¿Por qué estoy escribiendo esto?
Quizás porqué con el insomnio estoy viendo demasiadas películas y en ellas siempre dicen que compartir tus experiencias traumáticas con otros ayuda a superar el estrés postraumático.
Sí, te estoy usando como mi terapia.
Antes de empezar…
La primera vez que escuché el adjetivo «tercer género chino» fue cuando aún estaba trabajando en mí país. Dos de mis colegas y amigos chinos les encantaba hacer bromas sobre el tema. Sinceramente no entendía sus bromas… Hasta que llegué a China:
Primer día de trabajo, entro a mi oficina, y me reciben un montón de nerds campesinos, entre ellos, alguien me llama la atención.
La única definición que se me ocurre para describirla es la de angry bull (toro furioso).
Aunque he intentado evitar por todos los medios entrar en cualquier situación peligrosa con angry bull, no he tenido tanta suerte. De hecho no he tenido suerte en absoluto, ya que creo que ella está enamorada de mí.
Lo sé, puedes estar pensando ¿qué hay de terrible con que una china se enamore de ti?
Aquí mis experiencias más traumáticas con el tercer género chino:
Primer Trauma: La conversación casual
Antecedentes
Es bastante común en China que los jefes organizan viajes para los trabajadores, todo pagado por la empresa / organización. Esos viajes tienen dos objetivos, el primer es dar a los trabajadores la sensación de formar parte de una gran familia y fomentar el trabajo en equipo. El segundo, en mi opinión, es otro bonus (como la vivienda o la comida) que la empresa te da para compensar los bajos salarios.
Pesadilla
Primer viaje con mis compañeros de trabajo, todo va bien, aunque un poco aburrido ya que mi capacidad de comunicación en chino todavía es muy pobre. En el camino de regreso, la angry bull decide que es el momento de mostrar a sus estúpidos compañeros lo bueno que es su inglés, así que se sienta a mi lado.
Incluso si su inglés es mejor que mis otros colegas (que son incapaces de poner dos palabras juntas), ella todavía tiene enormes problemas para tener una conversación normal. Con mis mejores intenciones, trato de “darle un poco de cara” con una conversación fácil, así que pueda sentirse orgullosa de su inglés delante de todo el mundo:
«¿De dónde eres?»
«Soy de la provincia de Henan» – Ella responde con cara extraña.
«¿Qué ciudad? »
«Louyang.»
«Ah, la gente dice que es una hermosa ciudad» – en ese momento era la única ciudad que conocía en Henan (por suerte).
«Sí,» – ella contesta.
«Ah he oído que la universidad allí es bastante bonita, ¿Estudiaste allí?» – Upps, gran error.
«¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!» – Ella me grita.
«¡¡¡Esa universidad es una mierda!!! ¡¡¡Yo estudié en Beijing!!!» – sigue gritando.
La miro, sus ojos están inyectados en sangre y su rostro se ha puesto completamente rojo de ira. Ella empieza a levantar el puño… pero hay muchos testimonios, por lo que parece que por el momento va a perdonarme la vida.
Dos horas de viaje en autobús temiendo a que una lluvia de golpes puede empezar en cualquier momento. Esto si es una buena manera de empezar mi experiencia laboral en China, ¿no crees?
Más tarde comprendí que para una orgullosa estudiante en una de las mejores universidades de China, el simple hecho de insinuar que ha podido estudiar en una universidad de provincia y por lo tanto de segundo nivel, es una grabe ofensa.
Segundo trauma: El malvado plan de mi jefe
Antecedentes
Soy biólogo y la mayor parte de mi trabajo transcurre en un laboratorio, aunque también tenemos una gran oficina llena de ordenadores en los que se supone que debemos analizar los datos o leer artículos. En realidad es el lugar perfecto para escaquearse cuando no tienes ganas de trabajar.
Cuando empecé a trabajar me dieron un lugar en un rincón completamente rodeado de cajas de productos comprados en Taobao. Estaba muy feliz de tener mi «espacio personal» protegido de las curiosas miradas de mis compañeros y, como no, un lugar perfecto para no hacer nada.
Pesadilla
Después de los primeros 6 meses mi jefe elabora un plan perfecto con tal de reducir mi tiempo postergando al mínimo, me relocaliza entre el sex symbol chino (también conocido como el Steve Urkel chino) y la angry bull.
Como estudiante perfecta que es, la angry bull está siempre demasiado ocupada para ir a la cantina a comer (se necesitan dos minutos para llegar allí y uno para conseguir tu comida), y todos los días le pide a algún colega que le lleve su comida.
Siempre ocurre lo mismo, me siento en frente a mi ordenador, abro el Facebook, empiezo a pensar en un comentario inteligente para poner en mi muro y inmediatamente aparece angry bull, se sienta, abre la bolsa de plástico (que contiene su comida) y empezar a comer. ¡¡¡Dios mío!!!
He estado en China el tiempo suficiente para ni inmutarme cuando la gente que se aclara escandalosamente su garganta o hace ruido al comer. Pero ver y oír a la angry bull comer es algo indescriptible. Nunca había visto a alguien tan ansioso por comer en mi vida. Sólo puedo comparar ese ruido al de un cerdo comiendo después de dos semanas de ayuno, pero esto sería demasiado cruel, para el cerdo, claro.
En caso que la angry bull ya ha comido, mi jefe me preparó el ataque final.
Me siento delante del ordenador, abro la pagina de SDC para contestar a vuestras preguntas o comentarios y de pronto aparece Steve (sí, el sex symbol) y comienza a cortarse las uñas.
Debo decir que no es algo que me disguste especialmente, pero, ¿alguna vez has intentado escribir algo con el sonido clic, clic, clic…? ¡es totalmente imposible!
Lo más increíble de todo esto, es la tasa de crecimiento de las uñas de Steve, ya que se las corta todos los días una o dos veces.
Desde entonces, cuando cierro los ojos empiezo a oír esos terribles sonidos.
Tercer trauma: Ligando
Antecedentes
En la horrible foto de la autoría de esta entrada puedes ver que tengo el pelo corto, pero cuando llegué a China tenía el pelo bastante largo y solía recogérmelo haciendo un moño estilo samurai japonés.
Pesadilla
Es un día aparentemente tranquilo y después unas horas de trabajo pesado en el laboratorio, mi pelo está hecho un desastre. Así que libero mi melena, como en el anuncio de Pantene, para atarlo de nuevo. De repente escucho:
«Pareces un Elfo» – me dice angry bull mientras prepara su pose más sexy.
Me doy la vuelta, la veo a ella y me cago de miedo…
«¡¡He visto esa mirada antes… es la misma que en frente a la bolsa llena de comida!!
«¡¡Mierda, no me digas chinos también comen Elfos!!»
Una reflexión final
Podría seguir contando in eternum mis historias pero no quiero aburrir y, más importante, no quiero ridiculizar aún más a la pobre chica que su único error es el de ser una estudiante modélica que se ha dejado su feminidad por el camino.
Aunque muchas de las mujeres doctor en China son chicas aparentemente normales, como pasa en cualquier lugar en China hay algunas chicas que han sacrificado su aspecto físico en aras de su éxito profesional. Estas chicas son las mujeres que los hombres chinos han tomado como ejemplo para crear el «tercer genero chino» y de esta forma justificar su inseguridad al rechazar a mujeres que tienen un nivel educativo mayor que el suyo.
Este tema lo discutimos mucho más extensivamente en la parte final de esta historia, donde hablo de las Shengnu o mujeres sobrantes.
Me encanto! este articulo muy sincero y cómico a su vez! En serio me gusto.
gracias Mirna