La cultura china es muy rica y tiene una historia muy antigua. Un primer paso para saber más acerca de este mundo es adentrarse en la narrativa y descubrir su literatura.
El tema de este artículo es la figura de los espíritus zorro, de la cual se pueden encontrar rastros en la actualidad, aunque tiene sus orígenes en un pasado lejano.
Esta figura fantástica se desarrolla en obras tanto chinas como japonesas, pero hoy trataremos la cuestión solo desde el punto de vista chino.
A través de los espíritus zorro se puede obtener información interesante sobre la relación entre el hombre y la mujer y los seres humanos y los animales.
Qué es un espíritu zorro
Los zorros (狐, hú) son, por lo general, animales dotados de poderes mágicos, que pueden asumir diferentes formas.
En las primeras obras, se presenta al zorro no solo como una figura astuta, una noción que es común en Occidente, sino también como presagio de ruina y desgracia, muy temido por los hombres (Krappe Alexander 1944, «Far Eastern Fox Lore», California Folklore Quarterly, Vol 3, No. 2, abril, pp 124-147).
A través de la descripción del zorro de nueve colas, se puede entender mejor quiénes son los zorros.
Las colas de este animal fantástico crecen en base a un ritual que el zorro debe cumplir: cada cien años, debe comer diez corazones humanos para poder tener una nueva cola.
Solo cuando las nueve colas le hayan crecido, podrá adquirir forma humana (conferencia de Guida Donatella, seminario interdisciplinar: il mostruoso, l’osceno, il terrifico nella dimensione del sacro, Università degli Studi di Napoli L’Orientale, 20/04/2011).
La categoría que abarca el mayor número de transformaciones, es la de zorros representados con rasgos femeninos, que participan en encuentros sentimentales y eróticos con hombres: son siempre bellas mujeres decadentes, equiparables a la femme fatale occidental, lidiando con hombres que se enamoran de su aparente perfección.
La razón por la que los zorros se acercan en un sentido carnal a las personas del sexo opuesto, es para captar su energía vital y aumentar su poder, accediendo así a un nivel de vida más elevado.
Y esto sucede gracias a la transferencia del espíritu vital en su cuerpo. En particular, durante el período Ming (1368-1644), las historias de los espíritus zorro comienzan a tomar estas connotaciones de seducción y vampirismo (Guida, 2011).
Las historias de estas criaturas, a menudo terminan con la debilidad física del amante que el espíritu ha elegido, o incluso peor, con su muerte.
La razón por la que buscan una pareja del sexo opuesto es parte de una antigua tradición: Los zorros son criaturas de la oscuridad, y pertenecen al principio del yin (阴, yīn), y deben unirse a criaturas del principio opuesto, yang (阳, yáng), para poder fortalecerse.
Relación entre los espíritus zorro y percepción de la figura femenina
La figura del zorro se relaciona con la forma en que la antigua tradición china representaba al hombre y a la mujer.
Del hombre se decía que tenía una cantidad limitada de fuerza vital, mientras que las mujeres se dividían en dos categorías distintas: por un lado, estaban las madres y esposas fuente de virtud; por otro, las pérfidas seductoras inmorales.
Los espíritus zorro eran parte, al menos inicialmente, de la segunda categoría: apoderarse de la energía vital de los hombres para fortalecerse reflejaba la angustia de los hombres por la pérdida de su virilidad (Idema Wilt, Haft Lloyd (2000), Letteratura cinese, Venezia, Libreria Editrice Cafoscarina).
Tipos y excepciones
Aunque los zorros suelen ser mujeres traicioneras, hay algunas excepciones interesantes.
Espíritus masculinos y femeninos
Contrariamente al pensamiento más generalizado sobre los espíritus zorro, no es cierto que en las obras literarias estén representados solo por seres femeninos.
El principio del yin está efectivamente ligado a la esfera femenina, pero el término femenino no se refiere necesariamente solo a la mujer.
Los zorros machos tienen diferentes roles dentro de las historias. A menudo se trata de un hombre seductor que persigue a las chicas, y el destino que le espera suele ser la muerte a manos de alguien que tiene relación de amistad o íntima con el personaje seducido.
El zorro macho no solo puede seducir a una chica, sino también a personas de su mismo sexo, dando lugar a historias centradas en la homosexualidad.
Sin embargo, las relaciones que estos zorros pueden tener con otros seres humanos no son necesariamente físicas. Hay casos en los que tienen relaciones de amistad con otros hombres.
En estas narraciones, las criaturas fantásticas tratan de ayudar al prójimo. Por lo general, lo hacen a través de regalos económicos, predicciones sobre el futuro o mediante sus conocimientos farmacéuticos.
Los espíritus zorro femeninos tienen roles similares a los masculinos. Abundan historias de zorros, tanto masculinos como femeninos, que ayudan a seres humanos ya sea en temas económicos como de salud y otros ámbitos de la vida social.
El hecho de que jóvenes atractivos entren en escena en el papel que se reserva a menudo a las mujeres, tal vez sea indicativo de un deseo de reposicionamiento social del hombre respecto a la mujer.
Espíritus buenos y malos
Una revisión ya iniciada durante el período Tang hace que las historias de estos animales se dividan en categorías distintas: algunas historias están protagonizadas por zorros egoístas y malvados, mientras que en otras son altruistas y buenos con los seres humanos a los que toman afecto.
La venganza es un tema recurrente asociado a los zorros, que relaciona la mala acción manifestada por el animal con un mal recibido, contextualizándose posteriormente en un margen más amplio, donde los hombres demuestran más maldad que el zorro.
Así que hay una cierta justificación de la maldad de estos animales, derivándola de la humana: zorros y hombres comparten la misma naturaleza.
La aparición de la figura en las obras literarias
Lo que sabemos sobre los espíritus zorro se ha transmitido a lo largo de los siglos a través de obras literarias.
Breve cronología
La primera vez que el zorro se menciona en una obra de la literatura china es durante la dinastía Zhou, en el año 1100 a.C. en una de las odas del Shijing (el clásico de la poesía), donde el zorro se presenta como un presagio de mala suerte.
El pilar en cuanto al estudio de seres fantásticos es «El Libro de las montañas y los mares», que data en torno al siglo IV a.C. y en el que el zorro hace de nuevo aparición bajo diversos aspectos, entre ellos el zorro de nueve colas.
En torno al año 100 vuelve a aparecer en el diccionario «Shuowen Jiezi», realizado por Xu Shen. Aquí se representan como criaturas cabalgadas por fantasmas y se les atribuyen algunas propiedades farmacéuticas.
Por último, en «Soushen Ji» del siglo IV, tenemos evidencia de zorros que utilizan los cuerpos de cadáveres o calaveras para convertirse en hombres y mujeres.
En particular, durante el período Ming (1368-1644), las historias de los espíritus zorro comienzan a representar a mujeres movidas por deseos físicos.
Ya en el primer período de la era Tang, se busca el consentimiento de los espíritus a través de ofrendas de alimentos y bebidas. Pero es sobre todo en el siglo XI cuando el zorro gana mayor prestigio, volviéndose merecedor de un culto propio: considerado un animal divino, en época Song (960-1279) hay testimonios de templos votivos en honor al rey de los zorros (Guida, 2011).
Historias de zorros
Para llegar al quid de la cuestión, es necesario conocer las historias de estos zorros. En la selección propuesta a continuación, se resumen tres de ellas, la primera sobre un espíritu femenino bueno, la segunda sobre un espíritu femenino malvado y la tercera sobre un espíritu masculino bueno.
Historia de la señora Ren de Shen Jiji
La historia de la señora Ren (任氏傳, Rènshì Zhuàn) (Masi Edoarda – 1994, Chuanqi – Storie fantastiche Tang, Parma, Luni Editore) es un chuanqi o historia en lengua clásica relacionada con asuntos sobrenaturales o milagrosos que se desarrolló en la época Tang. Cuenta la historia de Ren, una zorra generosa y fiel.
Un día, un tal Zheng conoció a una mujer, Ren, cuya incomparable belleza lo cautivó, y venciendo su timidez, decidió acompañar a la mujer a casa para luego tener relaciones íntimas con ella.
Tras alejarse del edificio, preguntó en una panadería quién habitaba allí, pero le contestaron que no vivía nadie, pues era un antiguo edificio en ruinas, y que si había conocido a alguien que vivía allí, debió ser la zorra que embrujaba a los hombres invitándoles a un lujoso palacio que en realidad no existía.
A Zheng, loco de amor, no le importaba que su pareja fuera una zorra, por lo que decidió buscarla para compartir su vida con ella.
Incluso el cuñado del hombre, un tal Yin, no pudo permanecer indiferente a la belleza de la mujer, por lo que intentó poseerla por la fuerza, hasta que ella le hizo cambiar de opinión.
La zorra estableció excelentes relaciones con ambos, ayudando a Zheng a salir de la miseria en la que se encontraba y a Yin encontrar una mujer adecuada para él.
El giro en la historia sucede cuando ambos deciden convencer a Ren para partir pese a que una adivina le había dicho que viajar al oeste durante ese año sería su ruina.
Durante el viaje, un grupo de perros de caza, golpean al caballo que montaba la joven, haciéndola caer y revelando su apariencia real, por lo que es despedazada por los canes.
La intención del autor parece ser representar la esfera en la que el hombre y la naturaleza, el mundo animal y el sobrenatural, se mezclan.
Es muy interesante la homofonía entre el carácter 任 (rèn), nombre de la protagonista y el carácter 人 (rén), que significa persona. El autor, a través de esta asociación, parece sugerir un vínculo entre los seres humanos y la protagonista de la historia. El hecho de que esta se llame Ren puede significar que todos los hombres podrían ser como la protagonista de la historia.
La zorra demuestra su bondad no solo siendo fiel al hombre al que ama, sino también en los asuntos domésticos. Ella es, de hecho, quien se encarga de la economía doméstica, ayudando al hombre a conseguir ganancias, y es también quien ayuda a Yin en la búsqueda de una mujer, para devolverle el amor (no correspondido) que le muestra.
Notas escritas en el estudio Yuewei – ¿Materia o espíritu? – de Ji Yun
«Notas escritas en el estudio Yuewei» (阅微草堂笔记, Yuèwēi Cǎotáng Bǐjì) es un texto del siglo XVIII escrito por Ji Yun, cuyas historias se narran de manera sencilla, con el fin de probar la existencia real de fantasmas, zorros y fenómenos sobrenaturales.
En la narración «¿Materia o Espíritu?» (Ji Xiaolan – 1992 Notas escritas en el estudio Yuewei, Torino, Bollati Basic Books Editorial) cuenta la historia de un joven enfermo y débil al que encuentran muerto tras el incendio de una tienda. Junto a su cadáver se encuentra también el de un zorro.
La condición física debilitada del joven se asocia inmediatamente a los encuentros amorosos con el hada y los aldeanos realizan algunas suposiciones sobre la muerte de ambos.
Pero la realidad es distinta a todas las hipótesis: tanto zorros como fantasmas tienen la capacidad de transformarse, pero la diferencia entre ambas criaturas es que los primeros están hechos de materia y, por tanto, ocupan un espacio físico, mientras que los segundos no tienen sustancia. A pesar de que los zorros pueden encoger transformarase, mantienen siempre una masa corpórea.
La mujer que había entrado en la casa del hombre para seducirlo no pudo salir porque las llamas fundieron las jambas de puertas y ventanas, haciendo imposible la huida.
La protagonista de esta historia es, de nuevo, femenina. Aquí aparece claramente la connotación de mujer seductora, pues la criatura fue identificada inmediatamente como la causa de la debilidad del hombre. Se expresa incluso la noción del vampirismo por la posesión por parte de la mujer de la energía vital del joven, que cae profundamente enfermo.
Los cuentos fantásticos de Liao – Ma Cieh-fu – de Pu Songling
«Los cuentos fantásticos de Liao» (聊斋志异, Liáozhāi Zhìyì) son una colección de cuentos cuyo tema es el contacto entre el mundo humano y el sobrenatural y donde los principales actores son espíritus, fantasmas y criaturas fantásticas.
En «Ma Cieh-fu» (Pu Song-ling – 1997. Los cuentos fantásticos de Liao, Milán, Mondadori), uno de los cuentos, aparece el tema del buen zorro masculino y la venganza. La historia trata de un licenciado en letras que se casa con una mujer muy cruel que maltrata a todos los miembros de la familia.
Dos miembros de la familia se hacen muy amigos de un hombre llamado Ma (que resulta ser un zorro al final de la historia), que les reprocha no hacerse cargo de su padre y se ofrece a ayudarles, causando la ira de la mujer.
Un día, en la habitación de la mala mujer entra un gigante que, con un sable, efectúa unos dibujos sobre su corazón.
El zorro decide partir, dejando a sus amigos en mejor situación. A partir de ese momento, la mujer se vuelve sumisa, hasta que el marido le dice que se trataba de un truco ideado por Ma para asustarla.
La mujer vuelve a ser violenta, hasta la vuelta a escena de Ma, que invita entonces a su amigo a ser implacable con la mujer, dándole incluso un medicamento para ayudarlo. Su esposa se vuelve dócil momentáneamente, asistiendo al marido con esmero, pero no por mucho tiempo, forzando la huida de su suegro y su sobrino junto a Ma.
Al cabo de unos años, la pareja se encuentra en gran pobreza. El marido ahorra algo de dinero y parte con su esposa, para luego venderla a un violento carnicero.
Se encuentra entonces a su sobrino y a su padre que viven ahora acomodadamente gracias a Ma (que se marchó),y estos le ayudan a levantarse de nuevo, sacándolo de la pobreza.
El último episodio tiene lugar en paralelo, mostrando la violencia que la esposa del licenciado se ve obligada a sufrir a manos del carnicero, volviéndose nuevamente dócil y sumisa.
Al final de la historia, el marido y la esposa vuelven a encontrarse.
Photo Credits: Fox by Airwolfhound
muy interesante. gracias